Alberto Lloria
EditorLanzar un juego de éxito no asegura nada, y es que todos, especialmente los juegos como servicio, necesitan atención y mimo constante; de lo contrario, la comunidad se resquebraja. Eso es algo que ha enfrentado Activision con Warzone, y a pesar de que el battle royale ha sido un éxito imperecedero desde su estreno en 2020, esta experiencia independiente de Call of Duty se ha visto afectada por problemas importantes, falta de optimización en los aspectos jugables y la irrupción de tramposos. Ahora, tras meses de exigencias por parte de los jugadores, la compañía estadounidense ha tomado una decisión crucial: priorizará las mejoras de calidad de vida sobre la adición de nuevos contenidos en la Temporada 2.
La Temporada 2 de Warzone, que iniciará el próximo 28 de enero, tendrá como objetivo mejorar la experiencia del jugador mediante la solución de problemas de conexión con los servidores, la implementación de ajustes en la jugabilidad y la introducción de nuevas opciones para los jugadores de consola, como la posibilidad de deshabilitar el crossplay con PC. Además, Activision ha prometido que algunas de estas mejoras de calidad de vida llegarán a mitad de temporada.
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El equipo de desarrollo principal de Treyarch estará a cargo de estas mejoras, desplazando la atención de los tradicionales contenidos de temporada, como nuevos modos de juego y cosméticos, para garantizar una base más sólida para el battle royale. "Nuestra prioridad es ofrecer la experiencia más estable posible para los jugadores", afirmó la compañía en un comunicado. Un movimiento que responde a la creciente insatisfacción de la comunidad, que ha expresado su frustración hasta el hastío.
Este anuncio marca un cambio significativo en la estrategia de Activision, que históricamente ha priorizado la generación de contenido y, por ende, de ingresos a través de la tienda del juego y los pases de batalla, dejando en segundo plano cuestiones como la optimización o la solución de errores. La creciente preocupación por la pérdida de jugadores activos ha llevado a la empresa a replantearse sus prioridades y centrarse en retener a su comunidad mediante una experiencia de juego más pulida y justa.
Resta por ver si estas medidas serán suficientes para restaurar la confianza de la comunidad y revertir la tendencia a la baja en el número de jugadores. Sin embargo, la decisión de abordar los problemas fundamentales de Warzone podría ser un paso en la dirección correcta para el futuro del juego.
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