Cuando cae en mis manos un juego como CONSCRIPT, lo devoro. Me encantan los survival horror con perspectiva cenital a lo Signalis. Me recuerdan muchísimo a los The Legend of Zelda originales o a los Metal Gear de MSX, solo que tanto Conscript como Signalis tienen ganas de asustarme y hacérmelo pasar mal. Para mí, el rey de este género sigue siendo Yuppie Psycho, pero también he disfrutado mucho de CONSCRIPT como os contaré a continuación.
La gracia de CONSCRIPT es que transcurre durante la Primera Guerra Mundial, y sustituye a los zombis por los soldados del ejército enemigo. Los cadáveres que pueblan el suelo son los de tus compañeros de armas, y sabe introducir muy bien en su jugabilidad elementos propios de una guerra como las plagas, la necesidad de cubrir con alambradas las trincheras para que no se cuelen enemigos, el lanzamiento de obuses, y otros elementos que el juego introduce con ingenio.
El mundo que vemos en CONSCRIPT es oscuro, angustioso y apasionante
Además de por todo esto, CONSCRIPT está muy chulo porque se propone hacer suyas las mejores ideas de Resident Evil 4 y el remake del primero. Hay un mercader omnipresente y misterioso que se funde deliciosamente con la narrativa en un hermoso sinsentido. Los enemigos no resucitan como en el Resident Evil de Game Cube, pero sus cadáveres atraen a las peligrosísimas ratas. Hay puzzles, llaves y mucho backtracking. Su mundo es oscuro, angustioso y apasionante.
Conscription funde muy bien las ideas de Resident Evil con la cámara cenital
Te pasarás las diez horas que dura la partida buscando objetos que encajen con otros, huyendo de tus enemigos y combatiendo. Las batallas de CONSCRIPT son o bien a cuerpo a cuerpo o usando alguna de las variadas armas que te puedes encontrar. Al mencionar que el juego se inspira en Resident Evil, uno puede pensar que el esquema de control es tipo tanque, y ni mucho menos. De hecho, el protagonista puede dar una voltereta a lo Dark Souls la mar de práctica, que sirve para zafarse de casi todas las situaciones de peligro con bastante soltura.
Os reconoceré que, al cabo de unas horas de juego, mi estrategia favorita era coger el arma más básica de todas, la pala, y cargarme a todos los enemigos a golpe de voltereta, palazo, voltereta, palazo. Bueno, a todos menos a los que van con armadura, con esos lo mejor es correr o recurrir a los escopetazos. CONSCRIPT seduce por su ambientación y también por su premisa, que no por su historia. Como en Resident Evil: Code Veronica, lo que te mueve es encontrarte con un ser querido, siempre con la tensión en el pecho de que haya sido asesinado. Por él corres, buscas mecheros para quemar cuerdas impregnadas en aceite o palomas para mandar mensajes por el aire.
Tanto en su propuesta, como en su presentación, sus intenciones y hasta en sus puzzles, CONSCRIPT es un buen juego
El juego tiene un estilo artístico delicioso. No es exactamente pixelado como Yuppie Psycho, sino que habita en un limbo entre este y Signalis. Es genial cómo combina unas animaciones riquísimas para cada villano y amigo con unos personajes tan poco definidos, que parece que se rompen con cada movimiento. Por todo esto, tanto en su propuesta, en su presentación, en sus intenciones y hasta en sus puzzles, CONSCRIPT es bueno. El problema es que tiene una serie de tiranteces que, para mí, lo alejan de ser excelente.
El backtracking, la IA de los enemigos y ser marrón juega en su contra
Como he dicho, adoro este tipo de juegos. Creo que podríamos llamarlos metroidvania en 2D para entendernos, o 2D search action, como prefiráis. Yo tengo una forma propia de separar los que son maravillosos de los que son, sencillamente entretenidos, y es un método que radica en analizar su backtracking. Si andar de la ceca a la meca por su mundo me cansa y no me divierte, lo siento, pero no.
Y este es el gran problema que me he encontrado con CONSCRIPT. El juego es muy monótono visualmente, muy marrón, muy oscuro y muy sucio. Entiendo que sea así, todo transcurre metido entre trincheras, edificios grises y ruinas. Es un juego independiente y mantener este estilo resulta conveniente para la producción, pero tener una estética tan homogénea ha hecho que me resultara imposible memorizar el mapa o intuir por dónde tenía que ir. Como me resultaba imposible, tenía que estar cada segundo mirando el plano del inventario, y eso me cortaba mucho el rollo.
En una ocasión estuve dando más vueltas de las de la cuenta porque conseguí una llave y no era capaz de comprender dónde tenía que usarla. En mi opinión, al juego le falta muchísima claridad y legibilidad. Y el backtracking en sí tampoco es emocionante. Al cabo de un rato aparecen las ratas y también podemos usar obuses para desbloquear atajos, pero las idas y venidas se me han hecho muy pesadas. Otro problema está en el combate. Los enemigos son tontísimos.
Los enemigos de CONSCRIPT se pueden torear más que a un zombi
Es muy fácil tener a todos tus enemigos corriendo tras de ti como en Benny Hill, y la voltereta, divertida al principio, está demasiado chetada. Sus comportamientos y rutinas se resetean al entrar en cada puerta, por lo que se puede hacer una ‘suicide run’ e ir entrando y saliendo por ellas para devolverlos a su estado inicial, y seguir avanzando. Los puntos de guardado también los he notado muy alejados, por lo que es de agradecer que en niveles de dificultad más bajos haya puntos de guardado. Por eso, a medida que iba jugando a CONSCRIPT, y la ilusión de su fascinante ambientación, del tono de su aventura o de lo bien que habían tomado elementos de Resident Evil se diluía, noté que tenía en mis manos un search action en dos dimensiones más. Y me pareció una pena, porque empecé jugándolo con muchísima ilusión.
Esto no quiere decir que CONSCRIPT sea malo, al contrario, yo me lo he pasado bien con él porque me flipa este género. Si te atrae el terror, la ambientación y este tipo de juegos, te entretendrá, pero si ya tienes rodaje con ellos, es más que probable que sus problemillas te impidan enamorarte de él. Para mí, le falta más pulido en lo más básico de este tipo de juegos para ser excelente. Eso sí, su apartado visual, su concepto y su presentación son estupendos.
Si le tenías echado el ojo a Conscript, juégalo porque te lo pasarás bien. Sin embargo, en mi opinión le falta más trabajo en cosas tan estructurales como su backtracking, su combate y su exploración. A la larga, el juego no acaba de enamorar y por eso no puedo ponerle el sello de recomendado, pero eso no le quita mérito a lo bien que ha fundido ideas de Resident Evil con la Primera Guerra Mundial
- Que no te angustie la dificultad, tiene varios modos de dificultad para elegir
- Tiene unos cuantos puzzles muy ingeniosos. Otros los has visto mil veces
- Su backtracking puede llegar a agotar
- Sabe fundir muy bien ideas de Resident Evil con la Gran Guerra
- La ambientación es una maravilla
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