Por ahí se comenta que el apelativo "juego de Game Pass" es uno parece haber adquirido cierto matiz negativo. Parece que designaría videojuegos de tamaño medio o pequeño que sirven para engrosar un catálogo de suscripción que, además de los grandes exclusivos de día 1 como razón de ser, también necesitaría de títulos adicionales con los que rellenar y dar forma al catálogo.
Estaríamos hablando de los clásicos doble A, que harían una especie de simbiosis con Xbox para hacer viable su desarrollo, así como para llegar a un público que, a priori, no lograrían por su cuenta. Y siendo todo esto verdad, o al menos casos razonables, no veo porqué ha de tener una connotación negativa. Para mi no la tuvieron juegos realmente disfrutables como Roboquest, Go Mecha Ball o Another Crab Treasure, como no la debería de tener Creatures of Ava.
El videojuego creado por los valencianos de Inverge Studios es una oda a los "juegos de Game Pass", entendidos como una experiencia bien enfocada, que conoce hasta dónde están sus límites y que busca potenciar al máximo sus fortalezas. Creatures of Ava sabe lo que quiere ser, y lo logra con cierta solvencia, sin detenerse demasiado en aquello que sabe que le puede perjudicar.
Una historia sobre la naturaleza, pero con un giro
Creatures of Ava es la historia de Vic, una exploradora espacial que viaja a un planeta conocido como Ava para preservar su fauna en peligro de extinción. No tanto por un problema de injerencia humana, sino por un proceso, a priori natural, conocido como el marchitamiento. Unas raíces nudosas y sedientas de recursos, comienzan a apoderarse de la flora del lugar, pero también infectan a las criaturas del lugar.
Tras una trabajada escena animada sobre el pasado de Vic que tendrá importancia a medida que avance la historia, pasamos a un presente en el que aterrizamos de forma forzosa en Ava. No tardaremos demasiado en conocer los dos principales actores del planeta: tanto las criaturas que lo pueblan, como los habitantes humanoides que viven en comunidad con su naturaleza.
"Conoceremos a más de 20 animales salvajes que conforman la biosfera del planeta"
Conoceremos a más de 20 animales salvajes que conforman la biosfera del planeta, así como a las diversas tribus Na'am, quienes se ocuparán de hacer avanzar el juego a nivel mecánico y narrativo, respectivamente. Mientras las criaturas son la base jugable del título, estos habitantes serán a través de quienes Inverge nos cuente más sobre qué está pasando realmente y su relación con esta misteriosa infección.
No tardaremos demasiado en encontrar una poderosa reliquia, un bastón mágico que permite absorber la corrupción, y que fue abandonado por una civilización pasada que también sufrió este mal. Además de ser fundamental en los puzles, con diversos hechizos que permiten elevar puertas o ralentizar el tiempo, este instrumento es clave a la hora de purgar la infección de las criaturas de Ava.
Todo esto se articula con un rayo absorbente que puede conformar una cadena si se encuentra con más objetivos en su trayectoria, pudiendo purgar corrupción a varios de ellos a la vez o aplicar hechizos múltiples. Es relativamente simple, pero alumbra una especie de baile en 3D a la hora de liberar a las criaturas que es muy satisfactorio.
¿Y para qué las hay que salvar? Pues para servirnos de sus capacidades. El mundo de Ava, abierto pero estanciado en zonas relativamente grandes, requerirá de los talentos de estas bestias para avanzar o descubrir secretos. Quizás necesites romper una zarza, o abrir un puente rompiendo las cuerdas que lo mantienen elevado; y aquí entran estas criaturas.
Atrapa (convence) a esas criaturas
Este hecho, el de usar los talentos de las bestias, se articula a través de una flauta. Es inevitable pensar aquí en Song of Nunu, otro título español (Tequila Works), con el que comparte una mecánica de aprendizaje de un instrumento. Porque aquí no estamos hablando de pulsar un botón y olvidarse; para convencer a los animalillos de que nos sigan, tendremos que repetir una secuencia de notas específica.
El sistema está bien pensado y es efectivo, especialmente cuando aumenta la variedad en lo que pueden hacer las criaturas o el diseño de niveles te invita a pensar de formas más complejas. Eso sí, quizás es la mecánica de la cadena, que se queda únicamente para el "combate", la que podría haber hecho que los puzles subieran de escalón si se hubiera implementado en este aspecto.
Pero me gustaría volver al diseño del mundo. En el plano artístico es un deleite total para los sentidos, hasta el punto de usar bastante el botón de capturas durante mi partida. Los escenarios tienen una paleta de colores muy llamativa, y los entornos cambian bastante según la zona.
Donde tengo más reservas es en su diseño, que me parece un poco tramposillo, si me permitís la licencia. Digo esto porque en varias ocasiones opté por explorar un poco, algo que a lo que Creatures of Ava te incentiva con mejoras permanentes en vida o resistencia repartidas por el escenario.
El asunto es que en un par de veces me topé con una zona que parecía un callejón sin salida, para volver a los diez minutos, ahora realizando la tarea principal, y entonces aparecer mágicamente un camino por el que seguir. No estoy hablando de volver con un nuevo hechizo o poder, algo que también hace el juego con algo de backtracking propio de los metroidvania, sino de puertas donde hace cinco minutos no había nada. Es una pena, porque el juego es muy elegante en el resto de aspectos.
Uno de ellos, por ejemplo, es la historia. Aunque no quiere reinventar nada, sí que ofrece una visión distinta sobre tantos y tantos juegos que han querido hablar sobre naturaleza y su destrucción. Se aleja de la visión catastrofista, para arrojar tanto esperanza con el mensaje "la vida siempre se abre paso", como resignación sobre la escasa diferencia que puede marcar un único individuo.
Además, los diálogos están muy bien trabajados, contando con varias bromas recurrentes, y un dibujo de personajes desde la escritura de sus conversaciones muy solvente. Es fácil cogerle cariño a ciertos personajes, especialmente a Ni'mar, que tiene ciertos momentos en lo que arrolla con su carisma.
La obra de Inverge Studios es un videojuego muy sólido, pero sin descuidar el carisma. Carisma visual, con un apartado técnico y artístico muy solvente e inspirado, así como unas mecánicas jugables que, sin ser brillantes, sí que cumplen al ser consecuentes con la historia y mantenernos entretenidos. Tiene algunos detalles mejorables, como la gestión de inventario o el diseño de niveles en ciertas fases, pero si sumamos todo, tenemos un juego que hay que recomendar.
Comprar Creatures of Ava- Una aventura muy agradable de jugar.
- Artísticamente embriagador.
- La captura de monstruos se sustituye por sanarlos y tocar su melodía favorita.
- Le falta un poco de finura en gestión de inventario y diseño de ciertos niveles.
- Cuenta con misiones secundarias, pero se pueden perder si avanzas muy rápido.
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