En Night City pasan muchas cosas a la vez, y es comprensible que cualquier jugador, por muy metido que esté en la red, se pierda alguna pieza de información. Pero hay una interesantísima historia de fondo en el juego de la que apenas se habla y que podría ser el desencadenante de una guerra a gran escala en los Nuevos Estados Unidos, además de ser el escenario perfecto para la secuela de Cyberpunk 2077.
Entre las historias más cercanas y visibles, llenas de crimen, ciberseguridad y revolución social, el jugador puede sentirse atrapado en los oscuros recovecos de la metrópolis futurista y perderse una de las piezas más interesantes de la mitología del universo Cyberpunk. Mientras V se busc ala vida entre callejones húmedos y mal iluminados, hay un conflicto enorme que bulle a fuego lento en las sombras, listo para estallar: la guerra abierta entre los Nuevos Estados Unidos de América (NUSA) y los Estados Libres.
Para la secuela de Cyberpunk 2077, este conflicto ofrece innumerables oportunidades narrativas
La historia de fondo del juego revela un escenario devastador para los Estados Unidos, porque el de ahora a lo mejor no resulta lo suficientemente distópico. A raíz de una caída del sistema económico global en 1994, el país se desmorona bajo el peso de la pobreza, la corrupción y los desastres climáticos. La democracia estadounidense, ya de por sí frágil, acaba siendo reemplazada por un gobierno militarizado, que lleva a cabo una serie de leyes de emergencia que suspende la constitución y marca el inicio de un periodo de dictadura disfrazada de democracia. La nación, en plena descomposición, no logra mantener su poder global y se ve obligada a lidiar con una creciente crisis interna.
El gran detonante del conflicto es la separación entre los diferentes estados. Algunos de ellos (Texas, California, Arizona, Nevada, etc.) se escinden de la nación y forman los denominados Estados Libres. Estos buscan su autonomía ante la corrupción del gobierno central y la inestabilidad económica. Pero la respuesta del NUSA (los Nuevos Estados Unidos de América) no es pacífica. El gobierno de la NUSA, en su afán por recuperar el control y restaurar el orden, lanza una serie de operaciones militares, lo que acaba desencadenando lo que se conoce como la Guerra de Unificación.

Night City, puerto libre
Si bien el conflicto principal ocurre en los Estados Unidos, el escenario global de Cyberpunk también se ve afectado por estas tensiones. Night City, que es una ciudad clave en este nuevo orden mundial, y se establece como centro económico y de comercio donde las corporaciones juegan un papel más importante que los propios gobiernos. En la historia del juego, cuando la guerra de Unificación amenaza con llegar a las puertas de Night City, es una figura política local, Lucius Rhyne, quien se ve forzado a pedir ayuda a Arasaka, la poderosa corporación japonesa, para proteger la ciudad.
Este giro no solo marca la relación entre los poderes corporativos y el gobierno, sino que además plantea un escenario en el que las fronteras entre lo que es "gobierno" y lo que es "corporación" se difuminan aún más. Arasaka, en su intervención, evita que la NUSA ejecute su ofensiva, pero a cambio, el Tratado de Unificación establece nuevas reglas de convivencia para la ciudad, que ahora se convierte en un enclave libre en medio de la guerra, pero bajo el dominio de los intereses corporativos.

Un conflicto latente para una secuela épica
¿Por qué este conflicto es el escenario perfecto para la secuela de Cyberpunk 2077? En primer lugar, porque la guerra entre los Nuevos Estados Unidos y los Estados Libres no está resuelta; simplemente se ha congelado, esperando el momento adecuado para reactivarse. Los eventos de Cyberpunk 2077 ocurren en un escenario de inestabilidad política, donde tanto el gobierno central como los estados que se han separado siguen luchando por imponer su dominio, si bien Night City permanece aislada de los problemas que afectan al resto de norteamérica.
Para la secuela de Cyberpunk 2077, este conflicto ofrece innumerables oportunidades narrativas. Imaginemos al jugador atrapado entre dos mundos: el de las grandes corporaciones, que aún controlan gran parte del poder, y los Estados Libres, que luchan por su independencia y autonomía. En un mundo dividido, ¿dónde quedaría la lealtad del jugador? ¿Cómo podría el protagonista jugar un papel en el futuro de los Estados Unidos? El DLC del juego, Phantom Liberty, nos ha mostrado un poco más de la complicada situación que se vive fuera de Night City y cómo son el escenario perfecto para meternos de lleno en una historia de espías, por ejemplo.
Además, las tensiones entre la NUSA y los Estados Libres pueden llevar a una confrontación mucho más directa. La situación política y militar se calienta, y el jugador podría verse involucrado en las luchas internas entre los dos bandos y las corpo o las grandes batallas campales por la independencia de los distintos estados. Esto abre la posibilidad de que podamos visitar alguna otra ciudad, como Tycho, Chicago o Copernicus.
Aunque Cyberpunk 2077 no profundiza en estos temas de manera explícita, la base para una guerra abierta ya está en marcha y queda establecida en 1988 por el juego original de Mike Pondsmith. La secuela de Cyberpunk 2077 tiene una oportunidad única para expandir el universo del juego, no solo explorando más de la ciudad y sus personajes, sino también ahondando en el conflicto de fondo que se está gestando a lo largo y ancho de todo el continente.
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Ender86
Pues según lo veo yo creo mas posible una guerra contra las IAs descontroladas. Quizas empiece como se cuente aquí y luego derive en eso pero ya nos han mostrado que algunas IAs andan sueltas y el muro negro cada vez aguanta menos.