Desde que tuve la oportunidad de realizar la preview hace ya unas semanas, tenía bastante claro que Cygni: All Guns Blazing iba a ser un título muy especial. Una de las apuestas más sorprendentes de Konami y que me llena de alegría, si bien en este caso la compañía nipona sólo actúa como publisher, ya que el desarrollo ha corrido a cargo del estudio KeelWorks.
Un equipo pequeño que ha sido capaz de crear una de las mejores obras dentro de su estilo de las que he podido probar en los últimos meses. ¿Y de qué tipo de juego hablamos? Pues con ese nombre no podía tratarse de otra cosa que de un shooter de la antigua escuela, un mata-mata que lejos de ofrecer la receta habitual, se ha desmarcado atesorando un par de interesantes características que le hacen único y perfectamente distinguible del resto.
Disparando con estilo
Cygni: All Guns Blazing es un shoot’em up de scroll vertical y perspectiva cenital que, además, pertenece a la subcategoría de los twin stick shooters así como a la de los bullet hell. Unas credenciales bastante particulares y a las que se suma una de sus notas más definitorias que no es otra que su interesante narrativa.
KeelWorks ha querido nutrir a su producción de un guion bastante más cuidado de lo que suele ser norma en estos juegos
Siguiendo un poco lo recreado en mi admirado Sine Mora, esa maravilla de Digital Reality para Xbox 360 (aunque después apareció en multitud de formatos), KeelWorks ha querido nutrir a su producción de un guion bastante más cuidado de lo que suele ser norma en estos juegos. En la bonita secuencia introductoria ya se puede ver de qué va el asunto, con una joven piloto que acaba por convertirse en la última esperanza para aplacar a las hordas alienígenas que están sembrando el caos en el planeta Cygni. Un guion que más tarde va profundizando en este conflicto mediante diversas secuencias y que, sin resultar demasiado original, se convierte en un aliciente adicional que nos anima a avanzar.
Pero la mejor cualidad que presenta esta obra es lo gratificante que resulta a los mandos. Y eso es fruto de una disposición jugable que, otra cosa no, pero personalidad tiene para dar y regalar. A lo largo de siete niveles (más un curioso tutorial), debemos avanzar por auténticos festivales de balas y proyectiles que son lanzados por los adversarios que inundan la pantalla. Unos enemigos que, así de entrada, pueden atacarnos tanto desde las alturas como desde tierra firme, siendo necesario emplear diferente armamento. Un elemento que si bien no es novedoso (así de cabeza, juegazos muy veteranos como Pop'n TwinBee ya lo incorporaban), tampoco es que sea demasiado habitual.
Mucho menos corriente aún es el hecho de poder cambiar de táctica en cualquier momento, ya sea entrar en fase defensiva o darlo todo e ir al ataque. Una de las funcionalidades más interesantes que posee nuestra aeronave (llamada Orca, por cierto) es que nos permite potenciar los escudos o su arsenal. ¿Nos vemos desbordados ante el potencial ofensivo de un jefe final? Pues toca apretar los dientes y magnificar la eficacia de nuestros escudos. Peo si queremos liarla parda contra un ejército muy numeroso de rivales antes de que se ponga la cosa todavía más fea, pues realizamos la maniobra contraria. Un componente muy interesante y que dota al título de un toque estratégico que me ha parecido muy sugerente.
Y cuando llega la hora de potenciar a nuestra nave, Cygni también ha querido introducir algo distinto. En lugar de optar por un sistema de power-ups tradicional en el que, básicamente, vamos obteniendo potenciadores mientras eliminamos a los rivales, la mejora de nuestra nave se lleva a cabo entre fases. Una decisión algo arriesgada y, personalmente, es uno de los escasos aspectos del título que no me convencen del todo, pero tampoco funciona mal.
Resulta complicado echarle nada en cara al trabajo realizado por KeelWorks es a su planteamiento global
Donde sí que resulta complicado echarle nada en cara al trabajo realizado por KeelWorks es a su planteamiento global. Y, más concretamente, a lo reconfortante que resulta pegar tiros en Cygni y lo estilosa que es su jugabilidad. El ritmo al que transcurre cada nivel no nos deja casi ni pestañear, la fluidez a la que se llevan a cabo las contiendas es algo impresionante y el control es fantástico. Un manejo en plan twin stick shooter como ya os he comentado antes pero que está limitado, es decir, que sólo es posible disparar dentro de un ángulo determinado de la parte frontal de la aeronave y no en cualquier dirección, tal y como sucede en la mayoría de títulos de este estilo tan concreto.
¿Y cómo de complicado es llegar a la pantalla de créditos? Pues depende bastante del nivel de dificultad por el que nos hayamos decantado. En el nivel fácil es una empresa relativamente abordable, pero en los otros dos ya os podéis ir preparando porque hay situaciones verdaderamente complicadas, algo que al fin y al cabo está ligado tanto al género en global como a los bullet hell en particular.
Un título que también conviene destacar que admite modo cooperativo a dobles (una de sus grandes cualidades), pero sólo en modo local. Una opción a la que se añade el citado tutorial, el modo Historia, el clásico Arcade para mejorar nuestras puntuaciones y alguna que otra opción curiosa pero que tampoco aporta demasiado.
Centrándonos ya en su faceta técnica, estamos ante una obra muy bien resuelta y que llama la atención que haya sido confeccionada por un equipo indie. Cygni: All Guns Blazing puede competir de tú a tú contra juegos recientes de estudios más conocidos sin ningún problema (como R-Type Final 2, sin ir más lejos), superando incluso tanto a este como a la mayoría. Ritmo trepidante, grandes efectos especiales, enemigos variados y una estética futurista muy atractiva son sus puntos más destacables.
Y en cuanto a su vertiente sonora, los efectos son magníficos, muy contundentes, y las melodías llaman la atención porque en muchos casos son de estilo orquestal, algo poco común en este tipo de producciones pero que es justo afirmar que terminan por encajar bien.
En una época en la que los shooters de toda la vida no viven sus mejores días precisamente, da gusto comprobar cómo todavía existen equipos y compañías que apuestan seriamente por este género tan veterano. Cygni: All Guns Blazing es, sencillamente, uno de los mejores exponentes del género. Un título que ofrece unos niveles de intensidad impresionantes, valores de producción más propios de otro tipo de títulos de más “enjundia” y unas mecánicas de juego que le otorgan mucha profundidad y personalidad. Un shoot’em up de lo más recomendable para los miles de incondicionales que todavía arrastra esta clase de juegos y un gran estreno para el estudio KeelWorks.
Comprar Cygni: All Guns Blazing- El juego incluye siete fases más un tutorial.
- La historia tiene bastante más peso de lo habitual en el género.
- Es posible elegir entre tres niveles de dificultad.
- Podemos jugar a dobles en cooperativo local.
- Sus valores de producción son realmente fantásticos.
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