Aunque el entusiasmo por Mario Kart World como primera gran estrella de Nintendo Switch 2 está ahí, puede que el juego que me haya ganado aún más de los propuestos por Nintendo sea ese nuevo Donkey Kong Bananza. Sí, estaba claro que aquí muchos habrían deseado un nuevo Mario, pero hay razones más que suficientes para que esto sea capaz de ilusionarnos a un nivel similar.
Pese a lo mal que le quede el concepto “demo técnica” a un juego con cara y ojos como Donkey Kong Bananza, ponerte a destruir escenarios a base de puñetazos con el gorila de Nintendo se siente a menudo de esa forma. La fiesta de partículas y pedazos de tierra volando por el escenario son más que suficientes para ver que, lo que buscan aquí sus creadores, es sacar pecho de las posibilidades de la nueva consola.
Exploración a guantazo limpio
Esa es, a grandes rasgos, la idea de un juego que desde fuera se ve como pura acción pero que, a los mandos, en realidad tiene un enfoque completamente distinto. Donkey Kong Bananza apuesta por la exploración de unos escenarios que terminan demostrando esconder muchas más sorpresas de las que esperas de primeras.

Lástima no haber podido hincarle el diente a una de sus fases 2D para ver hasta qué punto echaba aquí de menos esa genialidad que fue Tropical Freeze, probablemente mi plataformas favorito, pero la toma de contacto con su mundo 3D ha sido de lo más ilusionante por varias razones, y no necesariamente relacionadas con lo técnico de esta Nintendo Switch 2.
Durante una fase inicial que nos sirve de tutorial el juego, el título nos enseña no sólo cómo recuperar acciones básicas de Donkey Kong como saltar, rodar o soltar puñetazos, sino también cómo funciona exactamente esa nueva mecánica de excavar que es su principal seña de identidad. Si el botón A nos sirve para saltar y el Y para golpear hacia adelante, la X y la B nos servirán para cavar hacia arriba o hacia abajo respectivamente.
La idea no es sólo que puedas atravesar una montaña a puñetazo limpio hasta que llegues al otro lado de la misma mientras vas dando forma a un túnel, también que puedas ascender o descender durante ese trayecto para buscar los muchos secretos que se esconden en cada rincón del mapa.
Es alucinante cómo, lo que a primera vista parece un sencillo pasillo en el que el objetivo se encuentra al final del recorrido, en realidad esconde todo un mundo oculto esperando a ser explorado y destrozado para que vayas encontrando más plátanos dorados, objetos coleccionables o incluso fases de desafío secretas.
Donkey Kong Bananza no es un nuevo Mario, pero se agradece el cambio
Pudiendo realizar palmadas que actúen como sónar para ver si te estás dejando algo atrás entre todos esos montones de tierra, y limitándote con paredes, suelos y techos que no te dejan ir más allá, el juego te ayuda a que no te pierdas en exceso y que la acción no se limite a "rómpelo todo para conseguir el siguiente premio".

Sin embargo, ver cómo es capaz de romper sus propios límites ya desde el principio, presentándote unas bombas que podrás tirar a voluntad igual que haces con los trozos de tierra que puedes arrancar de suelo y paredes, es una buena muestra de que promete tener un buen puñado de sorpresas guardadas bajo la manga para irte sorprendiendo poco a poco. Siendo lo que mejor se le da a Nintendo con este tipo de juegos, es de agradecer que ya desde el principio su carta de presentación quiera destacar cierta profundidad.
Donkey Kong Bananza pide a gritos que explores al máximo
En cualquier caso queda claro que la joya de la corona de Donkey Kong Bananza es la de ser un juego que pide a gritos que explores al máximo, que disfrutes destrozando todo lo que te venga en gana experimentando todo lo posible y, por supuesto, que vuelvas a enamorarte de un personaje que con su nuevo diseño y animaciones es una fascinante película de dibujos animados esperando a ser reproducida.
Felicidades a los encargados de ese lavado de cara al mítico gorila, pero también a quienes se hayan encargado de que, entre todos esos túneles creados y montañas reventadas en mil pedazos, el juego funcione a las mil maravillas pese a estar lidiando constantemente con una considerable carga de partículas y efectos.
No es casualidad que hayan optado por este juego para intentar ponernos sobre la pista de la fuerza bruta de Switch 2. Eso sí, esperemos que, de aquí a su lanzamiento, hayan conseguido retocar unos problemas de cámara que, sin ser nada escandalosos, sí rompen un poco esa innegable magia. En definitiva, ganas de más Donkey Kong Bananza. La espera hasta julio se hará larga.
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3 comentarios
Krilinmortal
A ver...Pero sabes de que va el juego a parte de romper y farmear??
AL menos para que sirven los objetos que farmeas? Tras ver el vídeo del Direct solo se que es bonito, pero del juego en sí no sabemos NADA
davidlopez20
Madre mía!!! Todo el dinero q nos quieren cobrar de más para la prensa y que les laman el ojete de cualquier cosa...