No hay duda de que uno de los juegos más esperados de lo que queda de año es Dragon Age: The Veilguard. La nueva entrega del RPG de fantasía de Bioware está al caer, aunque aún no tenemos fecha definitiva de lanzamiento. Sea como sea, tras diez años de silencio en la franquicia, cualquier pieza de información sobre el inminente título es celebrada por su comunidad de fans.
Nosotros mismos pudimos ver un gameplay extendido en el Summer Game Fest, y os contamos todo sobre él hace unas fechas. Pero si buscáis la información más reciente, merece mucho la pena el reportaje de Wesley LeBlanc en Game Informer, realizado tras acudir a las oficinas de Bioware en Edmonton para la portada de la revista.
Dado que estamos hablando de una saga que apela a un grupo muy dispar de jugadores, con algunos seducidos simplemente por la historia y otros con ganas de tener un reto interesante desde el punto de vista mecánico y de gestión del personaje propia de un RPG, el cómo aborda Bioware las diferentes opciones de dificultad es muy relevante.
La clave está en la dificultad Unbound
Por eso, es muy relevante lo que cuenta Wesley tras su charla con los desarrolladores del estudio perteneciente a Electronic Arts: "Antes de comenzar, una pantalla permite a los jugadores personalizar varias opciones que afectan a la forma de jugar a Veilguard. Puedes seleccionar la dificultad, o estilo de juego como lo llama BioWare, con opciones como "Narrador" para los que se interesan más por la historia que por el combate, "Aventurero" para una experiencia que aparentemente equilibra historia y combate, y una dificultad llamada Pesadilla".
Es una fórmula clásica de tres dificultades, con opciones para todos los usuarios, así como una vertiente más compleja y que es la única que no permite ser cambiada a mitad de partida después de ser seleccionada. Sin embargo, no se queda aquí la personalización de la dificultad en Dragon Age: The Veilguard.
Existe una cuarta opción llamada Unbound que permite retocar a mano diversas opciones relativas a la dificultad de la partida. Son cuestiones como los marcadores que tenemos en el mapa, ayuda en el apuntado cuando usamos habilidades y magias, el tiempo para hacer desvíos o incluso cuestiones que implican a los enemigos como la "presión" que aplican o cuanto daño hacen/reciben. De hecho, se llega al extremo de ofrecer una opción para eliminar la posibilidad de que tu personaje muera.
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