De las decenas de miles de videojuegos disponibles en plataformas digitales, hay un puñado de ellos que merecen el calificativo de "especiales". Ese es el caso de Dwarf Fortress, un simulador de colonias de enanos en mundos de fantasía cuya mayor virtud es un nivel de profundidad que deja en pañales a la amplia mayoría de títulos que incluyen el apelativo "sandbox". Y es así por lo peculiar de su desarrollo y equipo creativo.
Los hermanos Tarn y Zach Adams llevan más de 20 años trabajando en Dwarf Fortress, aunque lo que ahora tenemos en Steam es una versión refinada y mejorada de un original creado con gráficos ASCII; además de actualizarse hace poco para añadir el esperado modo aventura. Lo que comenzó como un proyecto en su tiempo libre, ha vendido cientos de miles de copias en la plataforma de Valve.
Su nivel de simulación es tan grande que la cerveza se puede derramar, ser consumida por los gatos de la colonia, morirse y acabar trayendo enfermedades a los enanos de tu partida. Yo mismo, que tengo cientos y miles de horas a juegos de estrategia que creía complejos, sufrí una cura de humildad en mis primeras horas a Dwarf Fortress.
Eso sí, uno se siente mejor cuando hasta los propios Tarn y Zach afirman que sufren con uno de los enemigos más temidos de las colonias de enanos: el agua. Así se lo han comentado a Lincoln Carpenter en una pieza para PCGamer, reconociendo que a pesar de sus más de 20 años de experiencia desarrollando el título, lo pasan mal con los acuíferos.

La base de Dwarf Fortress es picar la piedra para conseguir recursos, pero también para ir ampliando la base de nuestros enanos y poder albergar una colonia cada vez más poblada. Entre las paredes de las cuevas hay todo tipo de problemas acechando, desde hombres lagarto a enemigos de todo tipo, pero también el peligroso agua de los acuíferos que puede inundar tu base. Un agujero donde no debes y todo se te puede ir al traste.
"Puedo con los acuíferos pequeños, pero el grande...", explica Tarn Adams después de afirmar categóricamente que tiene miedo de este segundo tipo de acuífero. Tarn cuenta que cuando los añadieron, de forma posterior a los pequeños o "light" en su terminología original, no estaba seguro de que los jugadores tuvieran la forma de jugar en torno a ellos.
La razón final de este miedo es una confesión directa: "Parte del problema es que no somos muy buenos jugando. Zach y yo apestamos. Quiero decir, soy malísimo a cada juego que pruebo. Así que no puedo dar con estrategias avanzadas hasta que las veo realizadas por otro jugador primero".
Entrar y enviar un comentario