Si después de Aeterna Noctis, el estudio de Aeternum ya se había granjeado una pequeña reputación en hacer juegos exigentes al mando, después de lo que acaban de hacer con Eden Genesis se han convertido en uno de los referentes. Qué locura. Me duelen todavía los dedos, y agradecido estoy de ello. Su nueva obra es más pura, más directa y más perfilada hacia lo que sabe hacer el estudio, llevándolo al máximo que se han podido permitir en un plataformas que demanda rapidez, precisión y reflejos.
Y sí, Eden Genesis tiene historia. Se ha querido hilar todo bajo una capa de cyberpunk clásico, con una protagonista llamada Leah que tiene que lidiar con una enfermedad ocasionada por los implantes de su cuerpo. Para ello, accede a un nuevo experimento que promete reducir los síntomas, pero en el que comprenderá que nada es lo que parece. Y, con todo, una vez puestos a desbloquear puertas y mundos, distribuidos en un gran mapa, todo se puede reducir a la más pura esencia arcade con menús y reintentos rápidos. Porque una vez que entres en su juego, todo trata de la rapidez, de conseguir S+ y reventar récords.
Créeme, Eden Genesis no perdona. Y hace bien.
Eden Genesis propone algo relativamente sencillo. Llegar al final de un nivel en el menor tiempo posible, con la mayor cantidad de elementos destruidos y la mejor sincronía disponible. Para ello, debemos evitar el daño y que pase demasiado tiempo sin destruir los nodos o los enemigos del escenario. Es una propuesta interesante, porque muchas veces me he dado cuenta de que no merece la pena llegar más rápido si te dejas algunos de estos objetos sin destruir, lo que convierte la experiencia en una especie de puzle acrobático en el que lo más importante es detectar la mejor ruta y practicar, y practicar... hasta que domines el nivel y tu ejecución sea (casi) perfecta.
Corre, Leah, corre. Un plataformas muy exigente
Créeme, Eden Genesis no perdona. Y hace bien. Te va a terminar pidiendo que completes casi todo con una clasificación S o S+ si quieres desbloquear las puertas más avanzadas, y tú, en vez de verlo como un castigo, lo vas a agradecer porque es así como aprender realmente a jugar. El diseño de los niveles se va retorciendo y aquí es donde te das cuenta de que Aeternum no solo ha construido una buena mecánica para el personaje, sino que ha sabido sacarle todo el partido en pruebas cada vez más desafiantes.
El truco de Eden es llevarlo todo siempre un poco más allá. ¿Porqué doble salto si puedes saltar tres veces? ¿Por qué un dash en el aire si puedes hacer dos? ¿Por qué un wallrunning limitado a las paredes verticales si puedes encadernarlo también por el techo? El secreto está en olvidarse del realismo y en el correcto equilibrio de sus mecánicas, por supuesto. Va más allá, sí, pero lo limita con la posibilidad de hacer tres acrobacias seguidas, nada más. Bueno, a no ser que destruyas a un enemigo o elemento del nivel, lo cual resetea este contador. Es como tratar de "rizar el rizo" de la propuesta de Celeste. Una acrobacia de la que sale muy bien parado. Se nota que el estudio ha estudiado los plataformas más exigentes para responder con algo original e incluso un poco más desafiante.
Ha habido momentos en que me he quedado enganchado, tratando de sortear un segmento de un nivel. Intentándolo varias veces y pensando cómo pretenden que lo supere a la primera, desde el principio y manteniendo el ritmo. Pero cuando superas esta barrera mental, te das cuenta de que, en efecto, es posible. El juego incluso dispone de una tabla de rankings y fantasmas de otros jugadores que puedes descargar para practicar su ruta y movimientos y mejorar tu propio tiempo.
Quizá se le puede echar en falta algo más de variedad en las pruebas, ya que apenas hay dos modalidades disponibles a las que se podría unir alguna más centrada exclusivamente en la velocidad, por ejemplo. Pero para ello tienes los desafíos extra. Y es que si eres capaz de conseguir los tickets morados que solo dan las puntuaciones de S+, se desbloquearán nuevos niveles que son aún más complejos. Pero, con todo, es un juego tan concentrado en hacer una cosa, y hacerla genial, que hasta me sobra ese minijuego de Quick-Time Events para hackear terminarles.
Es más, la propia historia, aunque como decía intenta hilar todo este mapa lleno de niveles separados, es quizá lo que menos me ha llamado la atención del conjunto. Quiere ser una historia clásica de cyberpunk con algo de intención en los conflictos y dilemas que presenta, pero no tiene tiempo de desarrollarlos bien porque sabe que su espíritu es el de la jugabilidad pura. Las referencias además a la cultura popular son frecuentes, quizá hasta demasiado frecuentes, con alusiones a Matrix, Ghost in the Shell, Deus Ex y demás obras de ficción. Hasta hay una localización donde puedes ver claramente a personajes como Tifa, el protagonista de Edgerunners, Vi de Arcane, Spike de Cowboy Bebop... todos reunidos. Que está bien para jugar a pillar las referencias, pero creo que también limitan tu propia historia y mitología original, incluso aunque este mundo sea un poco una especie de realidad virtual a lo Ready Player One.
Técnicamente, Eden Genesis tiene lo necesario para disfrutarse, que son dos cosas: identidad visual y suavidad. Identidad visual para detectar rápidamente todos los elementos, saber qué te daña, que tienes que matar y qué elemento te permite mantener tu ritmo. Suavidad para que la respuesta al mando sea perfecta. Yo he jugado en PC a chorrocientos fps porque no es un juego muy demandante, por lo que no dudo que el resto de las versiones sean igual de fluidas... con la excepción de Switch que no sé si se habrá retrasado un poco por pulir cualquier aspereza para que el resultado sea igual de fluido, ya que es obligatoria esta suavidad.
En resumen: estoy encantado con Eden Genesis. No me extrañaba habiendo probado Noctis, pero creo que han hecho bien en lanzar la capa al viento y quedarse con la velocidad, el ritmo y los reflejos de Leah. Su control es prácticamente perfecto. Solo me ha costado ajustarme a algunas inercias cuando se pega a las paredes, hasta que aprendes a dominarlas. Con obras así de interesantes, uno no puede más que prestar atención a cualquier cosa que haga Aeternum a partir de ahora.
Eden Genesis es uno de esos juegos centrados en hacer una sola cosa, y hacerla muy bien. En su caso, ser un plataformas muy exigente que pide al jugador dominar todos los niveles para seguir avanzando, con una mecánica que lleva un paso (o un salto) más allá a las propuestas más desafiantes del mercado. Como Leah, tendremos que atravesar los niveles en tiempo récord sin olvidarnos de cumplir los objetivos y mantener el nivel de sincronización, son una filosofía de combinaciones de saltos y wall-runnings que valora la precisión, el ritmo y la ejecución perfecta. Aeternum se está especializando en un tipo de juego cada vez más puro y exigente, y le sienta fenomenal.
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- Una ambientación e historia cyberpunk clásica.
- Controles precisos, pero con mucha combinación de botones durante los saltos.
- Desafíos extra para los que consigan las mejores puntuaciones.
- Tablas de rankings mundiales y fantasmas de otros jugadores para mejorar.
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