Como muchos de vosotros, mis últimos días han discurrido casi enteramente por el Reino de la Sombra de Elden Ring. El DLC Shadow of the Erdtree está siendo un auténtico viaje para quienes disfrutamos de la aventura base, descubriendo además por el camino que Miyazaki ha vuelto a "mentir" sobre el tamaño y la duración de los productos de FromSoftware.
Uno de los temas de conversación que lleva sobrevolando el mundo de los videojuegos desde principios de año es la afirmación, medio irónica, medio seria, de que hay posibilidades de que el juego del año para mucha gente acabe siendo un DLC. Evidentemente, lo hacen en referencia a Shadow of the Erdtree.
Esto es así por la falta de lanzamientos de pedigrí en 2024, ya que tanto PlayStation como Nintendo no tienen grandes lanzamientos de sus principales franquicias, y el resto de la industria está absorbiendo aún los golpes de los despidos que llevan azotándola desde hace un año.
Por supuesto, hay juegos potentes este año, como los ya lanzados Final Fantasy VII: Rebirth, Like a Dragon: Infinite Wealth o Dragon's Dogma 2, así como los inminentes Methapor ReFantazio, Star Wars Outlaws o posibles sorpresas por parte de Xbox Studios como Avowed o Indiana Jones. Pero la forma más razonable de poner este tema sobre la mesa es que es más que posible que para muchos, Shadow of the Erdtree acabe siendo la mejor experiencia jugable del año 2024.
Una fortaleza que vale por un Dark Souls
Esta coletilla, la de "la mejor experiencia jugable" a nivel personal, es importante porque hay que dejar claro que la mayoría de premios "oficiales", incluyendo los The Game Awards de Geoff Keighley, no permiten participar en la carrera por el galardón a mejor juego del año a una expansión o DLC de un juego ya existente. Por supuesto que puede ser nominado a categorías satélite, como sucedió con Cyberpunk y su genial Phantom Liberty.
La entrada a la Fortaleza Sombría desde el Altiplano.
Partiendo de esta premisa, y situándonos en ese pretexto que habla de posible preferencia personal frente a reglas de unas votaciones, yo sí puedo vislumbrar que a finales de 2024 Shadow of the Erdtree acabe siendo lo mejor que he jugado. Pero no sólo eso, es que la razón para que suceda se deberá, en gran parte, a una zona concreta del mapeado del Reino de las Sombras: la Fortaleza Sombría
Las Tierras Intermedias son un donut, como bien comentó el compañero Adrián Suárez hace un tiempo, pero el Reino de las Sombras es más bien como el agujero que hay dentro de él (quizás, de forma literal). Y en su centro está esa mazmorra, la segunda de las grandes que hay en la expansión y a la que llegaremos después de el Castillo de Ensis.
Comentaba Víctor Martínez en el último podcast Reload, que su NG+ a Elden Ring previo a jugar al DLC le recordó lo flexible que es el juego a la hora de permitirte acceder a diversas zonas, incluidas algunas obligatorias como Leyndell, de formas radicalmente distintas. Esto se mantiene en Shadow of the Erdtree en cierta medida, pero casi todo está centralizado en la Fortaleza Sombría.
Es Madrid en Shadow of the Erdtree
Porque si Elden Ring base respondía a un sistema de transporte en forma de malla, con caminos atravesando zonas enteras y teletransportes que abren vías de acceso adicionales, la reciente expansión se asimila en gran medida a un sistema radial; como el que tenemos en España con AVE. La Fortaleza Sombría es, si me entendéis la equivalencia, Madrid.
Esquema de entradas y salidas de la Fortaleza Sombría.
Esto no es ni malo ni bueno de por sí, ya que muchos, entre los que me incluyo, estábamos fascinados con esa flexibilidad de Elden Ring. El asunto es que la Fortaleza Sombría me ha impresionado por ser una especie de Dark Souls en miniatura, tanto por contar con una interrelación salvaje entre sí misma, así como por tener una temática de diseño distinta según la zona concreta que abordemos.
La Fortaleza Sombría me ha impresionado por ser una especie de Dark Souls en miniatura
La Fortaleza Sombría es un lugar de paso obligatorio para exprimir al máximo el DLC de Elden Ring. Hay un total de dos entradas distintas, así como cinco salidas; un centro neurálgico del Reino de las Sombras, un nexo de unión entre las distintas zonas de Shadow of the Erdtree.
Lo habitual es llegar desde la zona sur, cabalgando en línea por el Altiplano Sombrío desde el castillo de Ensis, donde derrotaremos a Rellana. Sin embargo, también es posible entrar en él a través de la zona de la Catedral de Manus Metyr, si nos desviamos justo antes de entrar a dicho emplazamiento.
Salida a Vista Sombría.
Es importante comentar que hay una particularidad en este diseño radial: se divide en dos mitades; siguiendo con la equivalencia con el AVE, es lo que sucede en Madrid con Chamartín y Puerta de Atocha. La primera opción nos llevará a una zona donde se nos permite salir por la izquierda a las Ruinas de Rauh, o abajo a la derecha al Río de los Ermitaños. Sin embargo, el Distrito de la Iglesia sirve para alcanzar las dos mitades de Vista Sombría, así como el Pasaje de la Adoración Arbórea.
De por sí, esto ya tiene valor. Pero no estamos hablando de un Nexo como el de Demon's Souls, en el que simplemente encontramos teletransportes para ir a las distintas zonas. Tenemos frente nosotros una mazmorra de legado, tal y cómo han venido a llamar desde From Software a estos lugares más asimilables a las que conocemos de los Souls con la llegada al mundo abierto que supuso Elden Ring.
Y dicha mazmorra de legado marca el ritmo desde el primer momento. Nada más subir por el ascensor del Altiplano Sombrío, y derrotar al Hipopótamo, acabaremos avanzando y llegando a un atajo que nos devolverá a esa plaza tras un buen rato de exploración. Sí, el clásico "momento guau" que tanto nos cautivó en Dark Souls. Pero esto no deja de ser un calentamiento para lo que viene después.
Porque tras esto llegará el Almacén, una estructura vertical de casi una decena de pisos que os recordará a los Archivos del Duque de Dark Souls o al Gran Archivo de Dark Souls 3: una zona repleta de eruditos, plataformeo y caminos que desbloquear para seguir progresando.
Messmer es el gran jefe de la mazmorra.
En la zona inferior, y tras abrirnos paso a través de un lugar repleto de tarros agresivos, podremos alcanzar las Ruinas de Rauh, mientras que en el lugar más alto está el jefe que pone su cara en la portada del DLC: Messmer. Una enorme cantidad de contenido jugable, medible en horas, pero también en misiones de NPCs, armas, cenizas de guerra o reto a los mandos.
Mención aparte merece el segundo camino que emana de la zona de la Fortaleza Sombría a la que llegamos por el Altiplano. Antes de llegar al Almacén, es posible bajar por una escalera relativamente difícil de atisbar a primera vista, encontrar un pasaje detrás de una catarata, descubrir un muro invisible y posteriormente dar con un ataúd con el que caer a una nueva zona.
Prácticamente es un corolario de cómo encontrar secretos en los juegos de FromSoftware. Y por si esto fuera poco, acaba por llevarnos a una de las zonas más rompedoras de Shadow of the Erdtree como es el Bosque del Abismo y sus peculiares enemigos que acechan en su superficie.
Distrito de la Iglesia en la Fortaleza Sombría.
Por otro lado, si entramos por el Distrito de la Iglesia ahora nos acordaremos de otro lugar archiconocido de Dark Souls, como es Nuevo Londo. Estamos hablando de un lugar completamente inundado que ofrece ahora plataformeo horizontal en vez de vertical, como era el caso del Almacén; por no hablar de la mecánica de drenaje que abre nuevos caminos.
Aunque puede tener menos jugo jugable que la otra mitad de la Fortaleza Sombría, el Distrito de la Iglesia cuenta con más caminos hacia el exterior. Y, de hecho, posiblemente tampoco sean los más potentes a nivel de contenido medible en horas de juego. Pero sí lo son a nivel de lore, y merece mucho la pena acudir a las dos partes de Vista Sombría, así como al Pasaje de la Adoración Arbórea.
Elden Ring tuvo un genial diseño en el Castillo de Velo Tormentoso que la hizo brillar como primera gran mazmorra del juego, y Leyndell era masiva en cuanto a extensión, pero ambas languidecían en términos de relación con el resto del mapeado. Es cierto, eso sí, que el Ascensor de Rold es una sorpresa agradable por su doble salida, pero su desarrollo se lleva fuera de la capital con el medallón secreto.
La Fortaleza Sombría representa Shadow of the Erdtree
Shadow of the Erdtree tiene valor por ser distinta en concepción y concepto a la experiencia base de Elden Ring. Sigue albergando el mismo ADN de descubrimiento, construcción de mundo y gran aventura, por no hablar de que el contenido adicional absurdamente bien trabajado sobresale como sucedía con la entrega original.
Pero esa distinta experiencia a la hora de explorar el Reino de las Sombras con respecto a Elden Ring posiblemente tenga que ver con la Fortaleza Sombría, y más en su emplazamiento central en muchos de los caminos que los jugadores recorrerán durante el DLC.
En 3DJuegos | Guía Completa de Elden Ring y Shadow of the Erdtree con todos los trucos, mapas, jefes y secretos para completarlo al 100%
En 3DJuegos | Elden Ring Shadow of the Erdtree: mejores armas nuevas del DLC y dónde conseguirlas
Ver 23 comentarios