El mito del fin del mundo de la mitología nórdica se ha ganado un hueco en la cultura popular de la mano no sólo de las historias como las de Thor y Loki, sino también de cómo los personajes de Marvel y videojuegos como el reciente God Of War Ragnarok han abrazado ese apocalipsis vikingo. Lo más sorprendente no es que haya cautivado nuestra atención, sino el hecho de que puede que no fuese tan mito después de todo.
Recientes investigaciones han descubierto que los pueblos nórdicos europeos vivieron realmente un apocalipsis que, en forma de desastre climático, parece ser el punto de partida que originó la historia del Ragnarok en la mitología nórdica. Para resolver lo que a todas luces parecía un misterio tuvieron que acudir a dos elementos sin aparente correlación: China y los árboles.
El Ragnarok fue mucho más que un mito
Según han desvelado en el último número de Journal of Archaeological Science Reports, hace 1.500 años el continente americano sufrió la agresiva erupción de dos volcanes masivos que terminó afectando a buena parte del hemisferio norte. Cubriendo la atmósfera de una neblina formada por partículas de ceniza, la erupción terminó tapando el Sol durante varios meses, provocando con ello que las temperaturas se redujeran drásticamente y, de rebote, que las plantaciones dejaran de crecer.
El resultado fue una durísima época de hambruna en la que los pueblos del norte de Europa se vieron especialmente afectados, sufriendo multitud de bajas entre su población y provocando, a su vez, que las poblaciones de vikingos recurriesen a sus famosas prácticas de saqueo para intentar salir adelante.
La clave, según los historiadores, fue descubrir que varios escritos de China reflejaban esa misma situación coincidiendo con la época de las primeras manifestaciones artísticas del Ragnarok entre los vikingos. Aquellos documentos demostraban que el Sol se había tornado pálido y frío, que los campos de cultivos se estaban viendo severamente afectados, y que las estrellas estuvieron ocultas durante más de un año sin entenderse el porqué.
Para comprobar la correlación entre aquellos escritos, lo redactado por la mitología nórdica sobre el Ragnarok, y ese aparente desastre climático, los historiadores acudieron a las marcas de los árboles para descubrir si realmente reflejaban lo que presumiblemente había ocurrido en aquella época. Tal y como recoge uno de los investigadores, la dendrocronología demostraba que la teoría era cierta.
Mediante el estudio de los anillos del crecimiento anual de los árboles, evidenciaron que durante un periodo de tres años habían sufrido una notable falta de crecimiento. "En Noruega y Suecia, los investigadores creen que hasta la mitad de la población murió, y no es impensable que lo mismo haya sucedido en Dinamarca. Me estremezco cuando veo estos anillos estrechos, sabiendo cuánta tristeza, muerte y desastre representan".
Pese a que será imposible que alguien encuentre restos de sierpes gigantes o lobos capaces de tapar el Sol para justificar el mito del Ragnarok, lo que desde siempre hemos dado como un simple mito demuestra ahora tener una base histórica que, por la dureza de la situación que debió vivirse en aquel momento, tiene todo el sentido del mundo que terminase convirtiéndose en parte de su folklore y cultura popular.
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