Con sus batallas navales al estilo Assassin's Creed Black Flag y toneladas de minijuegos absurdos, el nuevo Like a Dragon es muy divertido pero se olvida de lo más importante

La saga Like a Dragon (o Yakuza) siempre se ha nutrido de spin-offs para seguir expandiendo su universo más allá de las entregas principales. No es, de hecho, la primera vez que vemos alguna propuesta atrevida, pues hemos visto cómo la saga nos llevaba desde ser un detective en Judgment, al periodo Edo en Ishin!, incluso a un apocalipsis zombie con Dead Souls. Pero quizá, de todas las ideas que se le han ocurrido al Ryu Ga Gotoku, la de Pirate Yakuza in Hawaii sea una de las más alocadas.

No por ello menos divertida, sin duda. Ya había ganas de ver a Goro Majima como protagonista absoluto. Sí, ya hemos podido jugar con él en algunas entregas de la franquicia, pero en esta ocasión será el único personaje que controlaremos en toda la aventura... como capitán de su propio barco pirata. Exacto, el título del juego no deja lugar a dudas de que el estudio nipón ha querido embarcarse en una aventura de piratas, pero sin retroceder en el tiempo como en Ishin!, sino hacerlo en plena era actual y decidiendo que no pasa nada si no le encuentras mucho sentido.

Curiosamente, te va a dar igual porque el juego sabe encandilarte como lo suelen hacer los títulos paralelos de la serie, siempre buscando aprovechar los materiales, mapeados y personajes de otros juegos, sí, pero también añadiendo nuevas mecánicas y sistemas. En esta ocasión, la navegación entre islas y las luchas entre barcos y abordajes serán una de las principales novedades.

De yakuza a pirata: una entrega menos centrada en la historia y más en jugar

Pero, ¿cómo termina Majima en esta situación? Con un poco de recurso amnésico y flashbacks de por medio. Así, la historia avanza seis meses tras los acontecimientos de Infinite Wealth, donde Goro termina naufragando en una isla y siendo rescatados por un joven muchacho llamado Noah, sin recordar muy bien cómo ha terminado en esta situación. Las historias se irán hilvanando, tanto la de Noah y su familia como nuestro propio pasado, así como la búsqueda de un legendario tesoro pirata.

Eso sí, Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii tarda bastante en arrancar. En primer lugar, porque sabe que se lo puede permitir; no es el juego de la franquicia más trascendental de la saga y sabe que si has comprado la propuesta, puede permitirse el lujo de centrarse primero en otras cosas. Así, ocupa buena parte de las primeras horas en enseñarte absolutamente todo lo que ofrece de otros Like a Dragon y por sí mismo. Desde las reglas del combate, la cocina, el reclutamiento de piratas, la navegación y pelea de barcos... Son demasiadas cosas que exigen paciencia si buscas una historia.

De entre ellas, la verdad es que el combate me ha convencido bastante. Aunque sigue siendo una herencia de todo lo ya visto en la saga, cada vez se nota un mecanismo más suelto que va virando hacia el hack and slash, con animaciones que se mezclan mejor, la posibilidad de saltar, elevar a los enemigos en el aire y hacer combos más interesantes. Aquí se mezclan en esta ocasión dos estilos: el de Perro Loco del Majima más tradicional con el histriónico Lobo de Mar con sus dos sables piratas y movimientos imposibles. Hay más ataques cargados, un buen uso de barras de habilidades y enemigos que saben posicionarse con ataques a distancia, mientras que la inclusión del gancho regresa tras The Man Who Erased His Name; una buena idea sino porque funciona parecido a ese brazo de Nero en Devil May Cry, con el que acercarse a enemigos para seguir peleando.

Si no te parece suficientemente loco que Majima se transforme en un pirata y vaya dando sablazos por la ciudad, quizá lo consigan sus habilidades especiales. La del estilo Perro Loco hace clones de nosotros mismos que pueden mejorarse e incrementarse a medida que ganamos experiencia, pero también podremos invocar animales como un mono o un tiburón para destrozar a nuestros enemigos.

Como todo Like a Dragon, puedes esperar su buena parte de reciclaje, por supuesto. Aquí se reutiliza la Honolulu de Infinite Wealth como mapa principal, pero con especial atención a las islas colindantes, que añaden nuevos niveles y una mecánica de búsqueda de tesoros interesantes. Algo así como ese Assassin's Creed Valhalla, en el que hacíamos asaltos, aquí podremos conseguir tesoros únicos en islas que se convierten en niveles cerrados donde, si fallamos, tenemos que repetir el nivel desde el principio.

La comparación con Assassin's Creed no es baladí, ya que han mirado bastante a esta franquicia, sobre todo a ese gran clásico del que ahora se rumorea su remake, que es Black Flag. Se aprecia bastante en todo lo que tiene que ver con la pelea de barcos, que aquí se convierte en una especie de versión arcade del juego de Ubisoft bajo los mismos principios: buscar la posición para los poderosos cañones laterales así como ataques frontales y embestidas. En algunas ocasiones, no solo destruiremos el barco, sino que lo abordaremos, con las clásicas peleas de piratas en la cubierta. Like a Dragon hace aquí un trabajo interesante y que poco a poco va ganando en profundidad a medida que los combates son más reñidos y desafiantes, aunque la verdad es que me ha hecho valorar aún más lo que logró Black Flag hace más de diez años, en el que las batallas estaban muy cuidadas y las transiciones entre exploración en islas, navegación y asalto se producían sin ningún tipo de corte.

Como decía, a medida que progresamos iremos encontrando batallas contra barcos más difíciles que harán que tengamos que aprovechar al máximo las herramientas y las mecánicas de estas peleas. Desde mejorar el barco con materiales, mantener la moral alta de la tripulación y elegir los miembros correctos para cada tarea, así como mejorar los cañones o sustituirlos por poderosos lanzallamas, por no mencionar otras locuras que podemos lanzar y que es mejor que descubras por ti mismo. Es en este momento cuando el juego se siente más único, con momentos en los que no valdrá con disparar los cañones desde la cámara de navegación, sino que tendremos que soltar el timón y afinar la puntería.

Un parque de atracciones naval

De todos los lugares a los que navegaremos, el más importante es Madlantis, una especie de caverna con un cementerio de barcos que se ha convertido en un lugar de depravación. No es la primera vez que vemos un sitio así en la saga, ya que recuerda a ese Castillo de The Man Who Erased His Name, por ejemplo. Pero en esta ocasión, y dada la ambientación de piratas, se desarrollan buena parte de sus tramas, introduciendo además a algunos personajes peculiares como los señores de Madlantis, entre los que destaca la Reina Michelle y otros personajes importantes como Naomi. Aquí es donde poco a poco, nos vamos dando cuenta de que parte de esta historia gira menos en torno al propio Majima y más en torno a la familia de nuestro grumete Noah y su padre Jason Rich, así como su turbulento pasado.

Madlantis también acogerá algunos minijuegos nuevos, como las peleas de barcos en el coliseo, que es una de las grandes novedades de esta entrega. Aquí podemos enfrentarnos a batallas navales en el interior de Madlantis contra piratas que cada vez nos pondrán las cosas más difíciles, con barcos más fuertes y equipados para que tengamos que poner a prueba todas las mejoras que hemos hecho en el buque, así como a la propia tripulación. Son pruebas que pueden llegar a ser duras si queremos conseguir los mejores rangos y recompensas.

Por supuesto, puedes esperar la plétora de actividades que son ya marca de la casa: videojuegos arcade o de Master System, así como el karaoke, el billar, el bateo, las cartas, el Dragon Kart de Yakuza Like a Dragon y el Crazy Delivery de Infinite Wealth. También vuelven las actividades sociales, con la red social de amigos (es gracioso ver a Majima saludando a la gente por la calle como Tobey McGuire en Spider-Man 3) y el reto de fotografía. Sumando las opciones de personalización de ropa, cocinar y cultivar alimentos, queda claro que sigue siendo uno de los aspectos fuertes también en este Pirate Yakuza in Hawaii.

Técnicamente, el resultado es similar al que ya viste con Infinite Wealth, pero quizá con un mejor rendimiento en los momentos más exigentes de Hawaii. Jugando además en una PS5 Pro, el juego se desquita con opciones gráficas, uniendo el modo Calidad y el Rendimiento y ofreciendo buena suavidad y calidad de imagen.

Con todo, no se puede decir que la nueva obra del Ryu Ga Gotoku no sea divertida y de las más alocadas, pero creo que también deja claro que va dirigida a los aficionados más acérrimos de la franquicia. Hay más espacio para las actividades y los minijuegos, pero menos para la narrativa y la exploración de grandes entornos, como otros grandes spin-offs de la serie. Se echa de menos esa apuesta por los lugares nuevos de Ishin! o esas grandes historias que tenían los dos Judgment. El añadido del barco y su gestión, reclutando a NPCs para que se unan a nuestra tripulación, es una gran idea, aunque al juego le cuesta un poco más de la cuenta ponerse interesante. Si estás aquí más por el parque de atracciones que resulta la saga que por sus momentos narrativos más intensos, no hay duda de que seguirás disfrutando de ella como el primer día.

Un parque temático en el universo Like A Dragon

Like A Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii!

Por: Alejandro Pascual

Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii es una apuesta desenfadada que encaja perfectamente en el catálogo de spin-offs excéntricos de la saga. Con Goro Majima como capitán pirata, el concepto es tan absurdo como divertido y se centra más en las mecánicas nuevas como la navegación, los abordajes y la gestión de tripulaciones que en una narrativa más profunda, que tarda en arrancar. Eso sí, no se olvida de ofrecer lo que mejor sabe: un mundo repleto de minijuegos y actividades secundarias. No es un título que busque revolucionar la franquicia, sino saciar el hambre de los fans.

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5 cosas que debes saber:

• Es un spin-off que convierte el mundo de Like A Dragon en una aventura moderna de piratas.
• Hay mecánicas nuevas como la navegación, peleas de barcos y abordaje.
• Goro Majima es el protagonista absoluto de la historia, aunque se centra en muchos personajes nuevos secundarios.
• La historia tarda en arrancar mientras trata de presentar todo lo que tiene que ofrecer.
• Recupera una gran cantidad de actividades y minijuegos

Jugadores: 1

Idioma: Textos en español. Voces en Japonés/Inglés

Duración: 25 horas

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