He dedicado más de 100 horas en ver todo lo que trae Metaphor ReFantazio, y tengo claro que es mucho más que uno de los mejores RPG de 2024. Análisis definitivo

Los padres de Persona vuelve más en forma de nunca y firman un título de fantasía medieval potente

Si hay un solo estudio que este 2024 ha demostrado estar en forma, es, sin lugar a dudas, Atlus. Los creadores de Persona se han propuesto lanzar tres de los mejores RPG del año, y el último de ellos es, sin lugar a dudas el más ambicioso. Tras más de 100 horas con Metaphor: ReFantazio, tengo claro que no solo es una de las apuestas más grandes de la historia del estudio nipón, sino que debe ser un fortísimo candidato a GOTY.

Una nueva frontera para los padres de Persona

De un vistazo, puede parecer que Metaphor es simplemente un Persona ambientado en un mundo de fantasía medieval. Si solo fuese esto, a Atlus ya le habría valido para crear un JRPG increíblemente sólido, ya que está claro que la fórmula de su saga de fantasía urbana funciona. Aun así, el primer juego de Studio Zero, el equipo detrás del título, ha querido ir mucho más allá para demostrarnos que no están aquí para ser derivativos. Parte de la clave de este golpe en la mesa es su ambientación.

El título nos transporta al reino de Eucronia, una tierra de fantasía medieval regida no solo por una monarquía en peligro y la amenaza de unas peligrosas criaturas llamadas Humanos, sino por los prejuicios y las desigualdades que separan a sus clanes —o lo que es lo mismo, razas—. En una sociedad que divide rotundamente a los privilegiados y los desfavorecidos sin piedad, la muerte del rey Hythlodaeus V siembra el caos, pero también abre una extraña puerta: un hechizo ha dictaminado que el próximo monarca será elegido por el pueblo, y este podrá ser de cualquiera de las tribus del mundo.

En todo este caos entra nuestro protagonista sin nombre, uno de los últimos miembros de la tribu elda y amigo íntimo del príncipe. A este último se lo supone muerto por el ataque de Louis Guiabern, quien también ha asesinado al rey, y será nuestro cometido evitar que ascienda al trono mientras intentamos rescatar al moribundo príncipe de las manos de una maldición. Por suerte, no estaremos solos, y es que Louis no solo tiene fieles aliados, sino detractores de lo más variopintos.

Su historia tiene un ritmo endiablado desde el comienzo

La historia, tanto en cuanto a su ritmo como en la manera de contarla, está ejecutada de manera magistral. Desmarcándose de una de mis —pocas— quejas con los últimos Persona, tiene un ritmo endiablado prácticamente desde su comienzo que no permite que te aburras ni un segundo. Si a eso le sumas una puesta en escena manejada con gusto, unos giros de guion expertamente planeados y unos personajes tan sólidos como carismáticos, lo que queda es una de las mejores tramas que hemos visto este año.

Cabe decir, eso sí, que no maneja sus temas de desigualdad y opresión de la manera más sesuda y delicada. Si buscas encontrar un comentario profundo y analítico respecto a estos problemas sociales, es posible que su superficialidad te acabe decepcionando.

Personajes marca Atlus, para bien

Ahora bien, un RPG de Atlus no está completo sin un elenco protagonista sólido, y Metaphor no es una excepción. Representando cada cual una tribu diferente, el grupo de personajes principales de Metaphor: ReFantazio no solo es carismático e interesante, sino que te invita a ver el mundo a través de los ojos de personas con estatus sociales y vivencias muy distintas. Eso sí, no es que sea un elenco revolucionario en cuanto a cómo se relacionan entre sí o lo que aportan a la trama, pero funcionan a la perfección dentro del mundo y el contexto de este RPG.

Estos están acompañados por varios secundarios, tus Seguidores, los equivalentes a los Social Links de Persona. En comparación con los RPG estudiantiles, tenemos menos secundarios en Metaphor: ReFantazio, y hay razones de peso para que esto sea una decisión correcta. Mientras que en Persona solemos tener más de 20 Social Links, aquí hay 14, y cuentan con 8 niveles en vez de con 10. ¿El resultado? Interacciones más condensadas, pero no por ello aguadas o venidas a menos. Cada una de estas historias tiene muy claro lo que quiere contarte y cómo hacerlo, y no se pierde en sí misma con tal de llenar un cupo más amplio.

Un viaje tangible en un mundo de fantasía

Ahora bien, no todo son los personajes en un RPG, y es que Atlus ha decidido apostar fuerte por su propio mundo en este título, un punto de inflexión tan interesante como ambicioso. Eucronia es una tierra con toneladas de lore y territorios, y será parte de tu aventura recorrerla de cabo a rabo. La sensación de aventura y descubrimiento es una piedra angular de este juego, motstrándote todos los rincones de este mundo que, a su vez, se ven representados de una manera muy inteligente: utilizando un narrador que detalla no solo los viajes, sino la historia de los lugares que visitas.

El reino ficticio de Eucronia es una gozada de explorar

Ya sean ciudades, pueblos, vistas o mazmorras, vas a tener información sobre todos los lugares que estás visitando, y esa jugada convierte al reino ficticio en una gozada de explorar. Incluso cuando no te están enseñando una localización, te están hablando de ella, de su historia y de su importancia, y esto es clave para dar vida a una ambientación que, al contrario que el Japón urbanita de Persona, solo existe a través de las imaginaciones colectivas de sus creadores.

Este viaje se ve íntimamente entrelazado con uno de los sistemas centrales que Metaphor ha heredado de Persona: la gestión del tiempo. La manera en la que funciona la ventura está completamente cuadriculada: el elenco protagonista viaja a una nueva localización donde suceden eventos que avanzan la trama, estos revelan la necesidad de ir a una mazmorra de historia y, desde ese momento, tendrás una cantidad de días determinada para poder entrar en esta y terminarla. Cada vez que entres a la mazmorra, pasará un día, y en tu mano estará decidir si completas la mazmorra ese mismo día o si sales para descansar, recuperarte y abastecerte.

Con el resto de días que te hayan otorgado, vas a poder quedar con tus Seguidores para profundizar en sus historias, aceptar montones de misiones secundarias y viajar por el mundo para explorar sus localidades opcionales y mazmorras. El hecho de que el propio viaje sea una inversión de días te obliga a plantear cómo vas a manejar tu tiempo e introduce una nueva dinámica: la de planificar tu itinerario. Puedes gastar 3 días en ir una mazmorra, volver a la base y usar otros 2 para ir a la siguiente, sí, pero también aprovechar el primer viaje para acortar el segundo y plantear un tercero. Es un sistema sin demasiada profundidad, pero no la necesita para ser satisfactorio, y, de hecho, es su simpleza la que ayuda a que no se convierta en algo anodino.

Si buscas el 100%, seguramente necesites pasarte el juego más de una vez

Por otro lado, a nivel de tiempo, generalmente vas a tener todo el que necesitas para hacer los encargos de los NPC y aplacar la historia, aunque es posible que te tengas que dejar algunas quedadas con tus Seguidores en el tintero. Si quieres ver absolutamente todo lo que tiene que ofrecerte el juego, a no ser que lo planees a la perfección desde el principio —y puede que incluso ni con esas—, es bastante probable que necesites pasártelo más de una vez.

Mazmorras y sistema de combate, la perfección jugable

Un RPG —y más uno de Atlus— no es nada sin sus mazmorras, y en este caso concreto el juego aprueba con notaza. Vas a tener dos tipos: las de historia y las opcionales. Las primeras son más largas y únicas —contando no solo con decorados originales, sino con sus propios eventos especiales—, mientras que las secundarias son más genéricas y, aunque tienen su propio girito, este suele ser más sutil y menos ambicioso.

Por suerte, ninguna de ellas está hecha de manera procedimental, aunque vas a empezar a notar patrones repetidos entre las opcionales una vez lleves unas cuantas. Esto poco va a importarle a los amantes del mazmorreo más puro, pero sí que he de decir que se vuelve algo predecible. Aun así, estos no dejan de ser niveles sólidos, y los de historia tienen tanta personalidad y variedad marca de la casa que no puedo si no alabar el trabajo de Atlus.

Ahora bien, ¿qué pasa con el sistema de combate? Si hay una sola cosa en la que el estudio nipón nunca falla es en la jugabilidad y la mecánica, y aquí es donde Metaphor: ReFantazio más se parece a sus antecesores, pero también donde más se diferencia de ellos. Me explico.

Si hablamos únicamente de las peleas, vuelve el sistema Press Turn que nos lleva acompañando desde Shin Megami Tensei III: Nocturne. Vas a tener que buscar las debilidades de tus enemigos para ganar turnos extra y blindarte contra los elementos y tipos de ataques que estos utilicen. Hasta aquí no se rompen los moldes, y es que no hay que intentar arreglar algo que no está roto. Es en conjunción con el sistema de arquetipos donde este sistema brilla.

Sustituyendo a los Personas y demonios, los arquetipos son las clases del juego. Parecido a Shin Megami Tensei: Digital Devil Saga —aunque salvando las distancias—, estos cuentan con habilidades, debilidades y resistencias propias, y pueden ser desbloqueados (y equipados) por todos los miembros del grupo principal. Lo que esto significa para tu flujo de jugabilidad es que vas a tener que crear potentes combinaciones aprovechando todos los miembros del grupo para ello. Es un sistema sólido, que da lugar a mucha imaginación por la cantidad de clases disponibles, y que encima se eleva a la hora de introducir las herencias: una función para poder usar habilidades de un arquetipo en otro, aunque no tengan nada que ver.

Si te gustó Final Fantasy V, te vas a sentir como en casa

Para desbloquear nuevos arquetipos, vas a necesitar subir de nivel otros —algo que también te servirá para aprender más técnicas—, además de estrechar los vínculos con tus Seguidores, creando una telaraña de sistemas tremendamente satisfactoria y bastante más intuitiva de lo que suena. La variedad de arquetipos ayuda a que este sistema brille, dándote no solo las típicas clases ofensivas, de apoyo y defensivas, sino también montones de variedad. Algunas usan tus puntos de vida para golpear, en vez de los PM; otras se centran en causar estados alterados; y otras hasta utilizan tu propio dinero para golpear y saltarse las defensas de los enemigos. Salvando las distancias, si te gustó Final Fantasy V, te vas a sentir como en casa.

A esto hay que sumarle que vas a poder decidir las estadísticas que potenciar a tu protagonista en cada nivel, dejándote un sistema de progresión tan granular como variado y satisfactorio. Con montones de posibilidades y jefes que te van a obligar a ser analítico e inteligente, los arquetipos y el combate de Metaphor: ReFantazio nos recuerdan por qué Atlus están en la cima del género. Por otro lado, si todo esto te suena a mucha complicación, puedes estar tranquilo: el juego tiene una curva de aprendizaje más que apta, incluso para quienes no han pasado por Persona u otros juegos de Atlus antes.

Un rendimiento inesperadamente decepcionante

En el apartado gráfico y el rendimiento es donde afloran los problemas del título. Está claro que el estilo artístico del juego es maravilloso —y esto se refleja hasta en los menús, pantallas de carga y cualquier uso de la interfaz en general—, pero es indudable que el título es algo pobre a nivel de tecnología pura y dura. Normalmente, no tendría ningún problema con esto, el estilo artístico siempre va a primar por encima de la tecnología punta y el fotorrealismo, pero el rendimiento del juego no se corresponde con sus capacidades técnicas.

En PlayStation 5, una máquina que debería ser perfectamente capaz de correr el título a 4K 60 FPS, he visto bajones hasta los 40, y no me refiero a situaciones anecdóticas y puntuales. Evidentemente, no es el fin del mundo, pues no deja de ser un JRPG por turnos, y no estamos hablando de tasas de frames injugables, pero, en mis 100 horas de juego, no ha habido ni uno solo de estos valles de FPS que no me haya sacado un poco de la experiencia por lo injustificado que me parecía.

Antes de cerrar este análisis, me gustaría hacer una mención especial a Shoji Meguro, el compositor principal de Atlus y todo un maestro de las melodías. La banda sonora de Metaphor: ReFantazio es casi una fusión de todos los temazos con los que nos ha agraciado el músico nipón, contando con influencias de Persona, los Shin Megami Tensei de la época de la PlayStation 2, y hasta ciertas reminiscencias de Strange Journey. Todo esto sin perder el enfoque único que separa a este título del resto. Francamente, no puedo evitar quitarme el sombrero.

Con todo esto en mente, ¿estamos ante el GOTY de 2024? ¡Pues probablemente! Pese a sus carencias técnicas, Metaphor: ReFantazio triunfa en prácticamente todo lo que se propone. Sí, no es el juego más políticamente sesudo del mundo, pero tiene un elenco de personajes más que sólido, una trama que te va a mantener pegado a él durante toda su duración —algo a alabar en un título tan largo—, y un esqueleto mecánico impresionante. Sin duda alguna es uno de los mejores títulos de todo el año, y marca un comienzo inmejorable para Studio Zero, la nueva división de Atlus.

Claro candidato a GOTY 2024

Metaphor: ReFantazio análisis

Metaphor: ReFantazio

Por: Iván Lerner
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Studio Zero, la nueva rama de Atlus, comienza su viaje con un videojuego sobresaliente. Creando un mundo de fantasía que funciona como un espejo del nuestro, los nipones cuentan una historia sobre opresiones y cómo estas pueden afectar de maneras diametralmente opuestas a quienes las reciben. Con un combate monumental, una trama llena de giros, y unos personajes genuinamente bien matizados, estamos ante no solo uno de los mejores juegos del año, sino un título sobresaliente incluso en el catálogo de una empresa que nunca suele decepcionar. Sin lugar a dudas, es un título para recordar que puede marcar un antes y un después para el equipo japonés.

Comprar Metaphor: ReFantazio
5 cosas que debes saber:
  • Su director es Katsura Hashino, el hombre detrás de Persona 3, 4 y 5, y se nota.
  • Si eres amante del contenido opcional, tienes decenas de misiones secundarias.
  • El sistema de combate por turnos es fluido y satisfactorio.
  • Posiblemente necesites darle más de una pasada al juego si buscas ver el 100% de su contenido.
  • Pese a que tiene varios finales malos, su final bueno solo es uno.
Jugadores: 1
Idioma: Textos en español, voces en inglés o japonés.
Duración: 80-110 horas
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