Para alguien que suele jugar todos los juegos deportivos que salen al mercado de forma anual, o al menos probarlos, es complicado encontrar sorpresas agradables o cambios importantes cuando son sagas que salen sí o sí cada año. Los desarrollos cada vez llevan más tiempo a toda la industria, pero los principales simuladores deportivos (con la excepción de mi querido Football Manager) no fallan a su cita.
Eso, sumado a un supuesto techo gráfico alcanzado en los 4K y en animaciones que prácticamente calcan lo que sucede en el terreno de juego, nos deja con pocas esperanzas de ver novedades de calado en estas entregas. Quizás puedas añadirlas a lo largo del año como pasó con NHL y sus modos extra, o aún tengas espacio para la mejora como demostró WWE 2K25 frente a su edición pasada, pero lo cierto es que la experiencia en partido no suele cambiar demasiado de una entrega a otra.
Por eso es paradójico que la experiencia que más repetitiva y poco variada es sobre el papel, como la del béisbol de MLB The Show, es la que suele servirme como experiencia de confort cada año. Porque al final el béisbol no es más que, más allá de las jugadas defensivas más complejas, un juego simple que se basa en lanzar y batear una pelota. Y aún así, la saga deportiva de Sony San Diego me tiene conquistado cada primavera.
Durante los últimos días he estado probando las novedades de una entrega de MLB The Show que tenía la presión de ser una celebración, ya que conmemora el 20 aniversario de la franquicia. Os cuento cómo ha ido mi experiencia con la que considero que es la saga que simuladores deportivos que mejor capta la esencia de su deporte.
El juego de Estados Unidos
Cuando se dice que el béisbol es el juego de América y el fútbol americano su deporte, es porque aunque el segundo tiene el mayor evento con la Superbowl y las aficiones más fervientes en el mundo universitario, al primero se juega con padres y hermanos en el patio de atrás de casa desde que te puedes poner de pie. Está introducido en la médula de la cultura de Estados Unidos y MLB The Show lo comprende a la perfección.

Lo entendió hace años, metiendo segmentos largos de videopodcast entre partidos y en las últimas tres entregas con el modo desafío basado en las Negro Leagues, ejemplo del avance de los derechos afroamericanos en el país cuando más dura era la segregación racial. En MLB The Show esto sigue su curso, con unas presentaciones reales durante Road to the Show (Mi jugador, para quienes no lo conozcan) que tienen lugar en el estado del Combine o en platós con presentadores conocidos y exjugadores legendarios.
Precisamente en Road to the Show he encontrado varias novedades importantes. La primera es que ahora jugaremos todo el proceso desde ser jugador de instituto a jugar en las grandes ligas. Desde un torneo de high school viviremos la experiencia de ser captado y cortejado por universidades importantes, pero también podremos tomar la decisión de irnos directamente a las granjas de la MLB si somos elegidos en el Draft tras un buen Combine.

No es más que un extra de partidos para ir pillando la forma, pero tiene un envoltorio interesante para el arranque de tu aventura. Lo más relevante posiblemente sea que esto sirve para mostrar un nuevo sistema de progresión mucho más ambicioso que el anterior disponible en Road to the Show. Si antes teníamos que jugar y según nuestro desempeño, moldeábamos a nuestro avatar hasta el punto de perder puntos de habilidad si jugábamos mal, ahora vamos consiguiendo tokens con los que subir aptitudes concretas.
De igual forma, se cambia el impacto de los objetos equipables. Antes era posible "doparse" equipándose objetos potentes que podíamos conseguir en sobres o en el mercado online, accediendo a bonificadores directos de potencia, velocidad o robo de bases. Esto sigue presente, pero ahora activan bonificadores únicamente de ventajas, y no dan bonus numéricos. De esta forma, el equipamiento sigue siendo importante, pero ya no son definitivos en el juego temprano.
Unas novedades con éxito diverso
Y, de nuevo, la experiencia en el campo es muy similar a títulos anteriores, con la salvedad de que ahora el bateo cuenta con una mecánica de "ambush", la cual nos permite intentar predecir hacia qué mitad de la caja irá el pitcheo de rival y aumentar nuestra posibilidades de impactarle si eso es así. Está bien para quien quiera jugar a los mind games con el pitcher, pero tampoco algo obligatorio.

Diamond Dinasty, el "ultimate team" de MLB The Show, recibe la otra gran parte de los cambios en esta edición. Los flashes se los lleva Diamond Quest, una especie de roguelike basada en un tablero con eventos aleatorios y recompensas jugosas que añade horas de juego. Pero quizás más importante sea que se eliminan los sets y las temporadas, favoreciendo que las recompensas estén detrás de partidos y eventos concretos.
Diamond Quest, la gran novedad de Diamond Dynasty, no te cambiará la vida
Aunque no se trata de mi modo favorito, le di una oportunidad a este Diamond Quest y os puedo decir que no me parece gran cosa. Sobre el papel es una buena idea, pero la ejecución es muy pobre desde el punto de vista de la presentación y tampoco es que añada un componente de diversión extra a lo que no deja de ser jugar desafíos clásicos pero saltando por un tablero.
Aunque donde suelo acabar dejándome las horas, algo que incluso ha sucedido en estos días de acceso anticipado, es con el modo Franquicia. La satisfacción de ir construyendo a través de traspasos, agencia libre y draft un equipo digno de jugar las World Series es algo muy potente y lo sigue siendo aquí.
La agencia libre ahora tiene riesgo y recompensa
El cambio más relevante posiblemente sea el que sufre la agencia libre, que antes estaba bastante simplificada y basada en números (si puedes ofrecer más a ese campocorto, seguramente te lo quedes), para ahora tener mecánicas de riesgo-recompensa. En esencia lo que han hecho desde San Diego es aplicar lo que conocíamos de la firma de novatos y su ojeo, basado en esas tres casillas de influencia descendiente, a la agencia libre.

De esta forma, tendremos que centrarnos en tres objetivos concretos, llegar a un convencimiento por encima del 50% y entonces ofrecer un contrato. El asunto es que se han añadido eventos dinámicos como la posibilidad de que un rival se te adelante y te obligue a sobrepagar para cerrar un acuerdo, o incluso que seas tú el que tenga esa oportunidad.
Se han añadido eventos dinámicos a la agencia libre
En mi caso me he encontrado con 70 millones libres de los que apenas he podido gastar 30 en agentes libres de primer nivel, algo que tiene que ver con que aún no domino este nuevo sistema, pero también con algo que no me acaba de convencer. Y es que necesitas gastar una semana de agencia libre en descubrir el porcentaje básico de interés de un agente libre por firmar por tu equipo.
Eso puede llegar a ser considerado como un problema, porque no dispones de tanto tiempo como con los rookies, y puedes perder días valiosísimos en un primera base que de primeras ya no quería ir a tu franquicia. En resumen, tiene buenas intenciones, pero es demasiado aleatorio para mi gusto y posiblemente necesite una iteración más para ser genial en el siguiente juego.
Aunque creo que MLB The Show 25 no acaba de acertar con todas sus novedades, o al menos no tienen la magnitud de gran celebración por el 20 aniversario de la franquicia, sí que considero que es una de las experiencias deportivas más satisfactorias, acertadas y más fieles a su deporte que existen. Capta a la perfección el tono y la historia del béisbol, aunque puede que lleve un tiempo tocando techo y agitando el avispero con cambios que pueden no ir a ningún sitio.
En 3DJuegos | Nunca he sido fan del golf y tenía muchos prejuicios sobre este deporte hasta que he probado el nuevo PGA Tour 2K25
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