Análisis de NBA 2K25. Hay razones para estar más contentos que otros años, pero no demasiado

Los fans del baloncesto y de los videojuegos tienen un problema que los seguidores de otros deportes mayoritarios no sufren de forma tan evidente. Sólo cuentan con una opción para jugar, la saga NBA 2K. El fútbol es el deporte que más cerca está de compartir esta problemática, pero además de EA Sports FC, puedes jugar a eFootball y en algún momento llegará UFL, aunque haya retrasado su lanzamiento.

En el tenis, que parece haber revivido en la industria, también tienes dónde elegir: Matchpoint - Tennis Championships, TopSpin 2K25 o el reciente Tiebreak. La F1, además de tener su juego oficial, puedes encontrarla en diferentes formas en otros juegos de conducción. Más allá de que esos videojuegos sean mejores o peores, es importante destacar que hay alternativas.

En el básquet la disyuntiva es más sencilla: o compras NBA 2K o no juegas. Partiendo de esa base, es complicado hablar cada temporada de una saga que está estancada y que, aunque sus creadores se empeñen en adornar cada entrega con novedades ligeras, se juega todos los años casi igual. Ya he jugado a NBA 2K25 y te cuento en este análisis por qué puedes estar más contento que otros años, aunque con peros.

El modo MiCarrera sigue lleno de cosas innecesarias

NBA 2K25 es el videojuego oficial de la NBA, la competición de baloncesto de clubes más importante del mundo. El título vuelve, un año más, con multitud de modos de juego, por lo que seguro que hay algo de todo lo que propone que coincide con tus gustos. A mí siempre me ha atrapado e interesado el modo MiCarrera (MyCareer, realmente), ese en el que creas a tu alter ego e intentas alcanzar el Salón de la Fama, así que empiezo por ahí.

No entiendo cómo este modo, después de tantos años, ha derivado en algo tan denso y poco natural. Todo aquello que tenía gracia ha dejado de tenerla. Es cierto que mola el hecho de que la Carrera de tu jugador tenga cinemáticas, conversaciones, historia y momentos fuera de la pista que te hacen sentir como en la NBA, pero todo eso se ha vuelto insufrible en NBA 2K por el planteamiento de base.

Es más, hay detalles que no me gustan lo más mínimo, como esa obsesión porque el mundo llame a tu jugador de una forma concreta. Entiendo que esté todo bastante guionizado, pero hay cosas que sobran. No, no quiero que me llamen MP, por ejemplo. Ese detalle tan sencillo saca de la inmersión al más pintado, por no hablar de que la historia parece a veces el "Drive to Survive" de la NBA, con rivalidades y beefs sin sentido.

El problema es que toda esa parafernalia ha llegado a un punto que satura hasta a aquellos que dedican decenas de horas. 2K parece que acepta esto y ha introducido algunos cambios que suavizan un poco las cosas más tediosas que suceden fuera del parqué, pero quédate con esas palabras: "un poco". Sinceramente, si pones a jugar a alguien que no haya probado NBA 2K nunca, es imposible que sepa cómo iniciar un partido en este modo.

Por ejemplo, la ciudad se ha rediseñado para ser más pequeña y compacta, y aprovechar mejor el espacio. Está mejor organizada, con las zonas más claras. Quizá el añadido más interesante es que regresa la zona Mi Pista, que actúa como lugar de entrenamiento y centro privado. También destaco el Campo de Pruebas, un espacio en el que te enfrentas con otros jugadores en partidos sin indicadores de tiro.

En cuanto a la Carrera de tu jugador en sí, hay algunos detalles que llevan la experiencia más allá, pero que lo único que hacen es engordar menús y ponerte más objetivos. Hay un énfasis en crear Dinastías y dejar un legado en la NBA, así como en señalar los Partidos Clave que pueden cambiar el rumbo de tu carrera, algo que vuelve en esta entrega y que ayuda un poco más a la inmersión.

También puedes jugar partidos a modo de flashback que te enseñan la historia de tu jugador antes de llegar a la NBA. Aquí encontrarás encuentros curiosos, como el de la final del Mundial FIBA Sub-19 contra España o algunos en la época universitaria. Entiendo que se ha hecho así para llegar antes a la competición principal y no obligar a nadie a jugar estos partidos, algo que me parece bien.

Por último, hay un nuevo sistema de habilidades. Ahora puedes equiparte insignias especiales que puedes activar en medio de los partidos para que tu jugador mejore sus atributos durante un tiempo determinado, como si fueran una magia en un RPG. Debes conseguir una serie de objetivos marcados que te ayudan a activarlas, pero a mí estas cosas no me gustan, la verdad.

De todas formas, no te preocupes: tras liosos menús, cinemáticas que puedes saltarte y un sistema horrible para iniciar el próximo partido, se encuentra un modo Carrera tan chulo como siempre. El problema es que todo lo que hay fuera de la pista da una pereza tremenda y es lioso hasta para los que llevamos jugando muchos años. Y tranquilo, que de la monetización te hablo después.

Creando el equipo de tus sueños

MyTeam, el Ultimate Team de NBA 2K, sigue presente. En este modo abres sobres de cartas para formar el equipo de tus sueños, con jugadores actuales e históricos. La gracia es jugar online contra otros jugadores, aunque también hay posibilidad de hacerlo contra la IA. El modo más interesante para jugar sólo es uno que te presenta tableros de desafíos que debes superar, aunque hay otras opciones para disfrutar en solitario.

Volviendo al apartado online, destaca Enfrentamiento. Si consigues superar los retos semanales, podrás participar cada sábado en el modo Rey de la Pista, un lugar reservado para los mejores. Por cierto, si llegas cierto nivel de Reputación, puedes desbloquear la Casa de Subastas, que ha vuelto. Este espacio te permite vender y comprar jugadores con los puntos MyTeam.

Por último, quiero destacar la inclusión del Parque Triple Amenaza, una recreación del MyPark de NBA 2K16. Este modo une MiCarrera y MyTeam, y es posible jugar partidos online 3 contra 3, pero controlando las estrellas de tu equipo de MyTeam. Es una mezcla un tanto rara. MyTeam esconde mucho más, pero como le pasa a la mayoría de modos de NBA 2K25, tiene demasiadas opciones y usarás sólo algunas de ellas de forma habitual.

Más Pay to Fast que Pay to Win

Ya comentados los dos modos principales que utilizan las monedas virtuales del juego, resuelvo la duda de siempre: ¿es Pay to Win? Bueno, a mí me parece más un Pay to Fast en el modo Mi Carrera y quizá es más cercano al Pay to Win en MyTeam. Más allá del debate de si es Pay to Win o Pay to Fast, lo que está claro es que la monetización es muy agresiva y afecta a la experiencia. Cada vez que inicias el juego, 2K intenta venderte algo.

Un ejemplo en Mi Carrera: subí de media 10 puntos a mi jugador. Cualquiera que haya jugado sabe que esto es una barbaridad, porque además cada mejora es más cara que la anterior. Me tuve que gastar más de 40.000 VC para ello. Si vemos cuánto valen esas monedas en dinero real, veo que tendría que haberme gastado 10 euros. En total, he usado 128.000 VC para llegar a media 78 y eso es una pasta.

Conseguir las VC jugando es totalmente posible, pero es más lento. Por ejemplo, en un partido de rookie haciendo las cosas bien no he ganado ni 1.000 VC. Si le echas muchas horas, puedes tener un jugador de mucho nivel. Creo que si compras NBA y te vicias, llegarás. Desde luego, si pasas del online, ni se te ocurra pagar nada con dinero real, porque para jugar en solitario no hay que acelerar nada.

En el modo MyTeam, los sobres valen como mínimo algo más de 2.000 VC, por no hablar de los packs especiales. Puedes anticipar algo de lo que te tocará, pero estamos en las mismas, aunque hay algunas recompensas gratuitas si haces algunos retos. Por último, hay pases de Temporada enormes y recargados que, por supuesto, cuestan mucho más dinero. De hecho, hay algunos menús que parecen de una web de casino…

Mejor baloncesto, pero pocos cambios

Antes de seguir con más modos, hablemos de la jugabilidad. 2K dice que ha introducido la tecnología ProPlay, que añade 9.000 animaciones extraídas de grabaciones reales de la NBA. Entre ellas, 1.500 animaciones de dribbling, 1.100 de tiro característico, 1.300 animaciones sin balón y mucho número enorme que te nubla la cabeza. ProPlay también incluye un nuevo motor para los dribblings con movimientos más fluidos y naturales.

Los tiros tampoco se quedan atrás en novedades, con el Pro Stick Rhythm Shooting (acuérdate tú del nombre luego), que añade personalización a los tiros, con indicadores visuales personalizados. Por último, se ha retocado el sistema de control de la defensa, para que sea posible mover a los jugadores de forma más precisa usando el stick derecho. Hay un apartado de tutorial para probar todas las novedades y aprender a jugar.

Tras hacer de vocero de 2K, os cuento lo que yo he visto: casi nada. El juego se sigue controlando prácticamente como siempre. Parecen muchas las novedades, pero en el propio modo de aprendizaje son pocos los movimientos que aparecen como nuevos. De hecho, me da la sensación de que son las jugadoras las que tienen unas animaciones más realistas y naturales. Las de los deportistas de la NBA son muy similares a las de siempre.

Aunque hay algún cambio, sólo los jugadores que más "tryhardeen" van a notar las novedades, que son muy ligeras. Creo que la experiencia global a nivel jugable sí que ha avanzado un poco y es el mejor título de los últimos años, pero ten claro que es lo de siempre, los cambios son mínimos e inapreciables en muchos casos, así que no te creas que esto es la revolución que necesita la saga.

Ahora, dicho esto, al César lo que es del César: NBA 2K25 brilla en pista, con un baloncesto más físico, más duro, más pausado y, en definitiva, más realista. Es cierto que es difícil llevar más allá la jugabilidad, pero hay un esfuerzo inusitado por hacer que los cambios parezcan más relevantes de lo que son. Pero vaya, sinceramente, tampoco tengo con qué compararlo, más que consigo mismo. ¿Es mejor que 2K24? Pues sí, un poco.

Por modos de juego no es

Si no quieres meterte en modos tan complejos, tienes donde elegir. Puedes rememorar eras clave de la NBA, como la Era Steph, que te invita a revivir la historia de los Golden State Warriors que sorprendieron al mundo hace unos años. O la historia de Kobe Bryant en la era de los 2000, una que es muy emotiva, por razones obvias. Por supuesto, también puedes jugar Temporadas sin muchos rollos y elegir la configuración de las mismas.

De todas formas, el modo offline más querido es el de MyGM, que en esta ocasión tiene un toque de RPG: puedes elegir el trasfondo del manager, algo que influye en la franquicia. Además, tu directivo tiene diferentes atributos que te ayudan en tu labor. Todo lo demás está más o menos igual, con una cantidad de opciones de gestión casi inabarcable para un ser humano, como el draft, los traspasos o los fichajes de personal.

También quiero destacar que el modo WNBA sigue su avance. Digamos que puedes hacer casi lo mismo con las chicas que con los equipos de la NBA, pero en un grado mucho menor. Por ejemplo, hay MiCarrera con mujeres, sí. Hay novedades, como las ruedas de prensa o unos desafíos que te miden con las mejores jugadoras, pero es una versión simplificada del modo (algo que a estas alturas es casi mejor, sinceramente).

También puedes jugar en línea con las jugadoras, en el modo W Online. Son partidos de 3 contra 3, con objetivos comunes para toda la comunidad de jugadores, pero te soy sincero: me ha costado muchísimo encontrar partida en esta modalidad, así que no sé si será muy relevante.  Eso sí, los partidos con las chicas son muy divertidos y son más ágiles, por su complexión física más contenida.

Mejores modelos y una versión de PC igual a la de consolas

He jugado a la versión de PlayStation 5 y tengo que decir que se ve genial en 4K, con mejores modelos de los jugadores. Me ha parecido la experiencia más fluida en años y hay varios bugs que se venían arrastrando desde hace mucho tiempo que, por suerte, ya no los he visto. Por cierto, algo absurdo es que hay algunos modos en los que los comentarios en español no están implementados.

Por cierto, la versión de PC por fin es igual a la de PS5 y Xbox Series. ¡Ya era hora! Aunque llega con el polémico Denuvo. La he podido probar y, sinceramente, en un PC de gama alta con una RTX 4080 funciona perfectamente. Con gráficos en la configuración más alta, ray tracing y DLSS activo he alcanzado 4K y 60 FPS. Sólo he observado alguna caída menor, nada importante. Va de lujo, al menos en mi experiencia.