El juego de hockey hielo se aprovecha de sus hermanos mayores para ser un título más interesante sobre la pista helada
Los juegos deportivos se encuentran en un momento complejo. Mientras son unos beneficiados de las tendencias actuales, ya que se adaptan perfectamente al modelo de juego como servicio que buscan tener en su catálogo todas las editoras, también son los mayores damnificados por el aumento del tiempo y coste de los desarrollos. Esto es así por, lo habéis adivinado, su tendencia a ser sagas anuales.
Es una espada de doble filo la que portan sagas como EA Sports FC, NBA 2K o MLB The Show. Son una gran puerta de entrada para el deporte en sí para millones de jugadores, un negocio rentable, y a la vez una bomba de relojería. Aunque los equipos de desarrollo han ido creciendo, y las herramientas que usan se han optimizado, cada vez es más necesario elegir bien qué quieres mejorar de cara a la nueva entrega anual. No es factible perder el tiempo en una funcionalidad que se aprovechará poco, o un modo que no jugará casi nadie.
Ahí es donde 2K redobla su apuesta anual por el modo carrera, replicándola en sus otros títulos deportivos, y Sony San Diego nos regaló modos de desafíos documentales en los dos últimos años sobre las Negro Leagues. EA Sports ha optado por otra receta para optimizar sus desarrollos, centrándolo en la tecnología.
De EA Sports se aprovecha (casi) todo
Esto lo he estado comprobando con NHL 25, la última de las sagas deportivas de Electronic Arts que llega este año, tras las tradicionales WRC, F1, FC y Madden, así como la sorpresiva reaparición tras tantos años de College Football. Si descartamos las entregas centradas en el motor, que tienen sus particularidades entendibles, lo cierto es que la compañía está buscando reaprovechar el trabajo de unas sagas en otras.
Esto ya sucedió en el pasado con aspectos como los modos (Ultimate Team de FC ahora tiene su réplica en todos los demás), y ahora se replica a nivel de herramientas. Si Madden ya usaba en sus últimas ediciones FieldSense, una especie de Hypermotion que los europeos conocemos de EA Sports FC, ahora es NHL 25 el que se aprovecha de Sapien, la tecnología que une animaciones entre sí y aporta realismo a los jugadores mostrados en pantalla.
Y aunque el hockey hielo es posiblemente el videojuego deportivo al que menos horas le dedico anualmente, sí que se nota incluso para el ojo no tan experimentado que el foco en este año se ha puesto en la presentación de los partidos y en las animaciones de los jugadores. Bastan unos pocos encuentros para apreciar una subida de nivel en estos aspectos.
Aunque tiene un innegable carácter arcade, fruto de la velocidad real de los partidos de este deporte, NHL 25 se abre a cierta finura en acciones concretas. Todo este esfuerzo por el realismo desde las animaciones y el control también afecta a la IA, bautizándose como ICE-Q. Los rivales pueden tener poca habilidad según la dificultad usada, pero no tontos y trabajan bien los espacios o juegan de acorde al plan.
Eso sí, también puede interpretarse de otra forma esta tendencia de EA Sports de reusar tecnologías en otras franquicias deportivas propias. Y es que cualquier jugador de Madden vería razonable la aplicación de BOOM Tech, el motor de colisiones renovado de la edición de fútbol americano de este año, en un deporte tan de contacto como el hockey hielo. Cosa que no pasa y que hace que el contacto sea mejorable por lo previsible de sus resultados.
Y en los modos, una de cal y otra de arena. Mientras la presentación de los menús recibe un remozado de primer orden, especialmente en el modo Franquicia, el modo carrera con un jugador (Be a Pro) es prácticamente idéntico al del año pasado; hasta el punto de mantener la escena introductoria del pickup en las montañas.
Acierto total el combo menús nuevos y banda sonora
Es una verdadera pena este hecho, porque lo que sucede sobre el hielo es bastante divertido. Y es que Franquicia es la joya de la corona; con las posibilidades de crear un draft de fantasía y demás aspectos, es posiblemente donde todos vamos a echar más horas (una vez te haces a los nuevos menús, tienes mucha más información a la vista).
Además, la banda sonora tiene un tono muy bien elegido para el deporte en cuestión, con mucho rock y bandas que descubrir durante tu paso por los menús. Como con todos los juegos deportivos de EA Sports, podéis echarle una escucha a su lista de reproducción en Spotify.
Ultimate Team recibe un nuevo modo comodín y una progresión equiparable a lo visto en otros juegos como servicio con "un pase de batalla" con recompensas desbloqueables. Por su parte, también tenemos los clásicos modos temporales más rápidos y desenfadados que funcionan como forma de desengrasar las largas partidas a otros modos más demandantes.
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