Si un JRPG ya tiene un final perfecto, ¿necesita un DLC que lo amplíe? A eso se atreve Episode Aigis. No os preocupéis, este no será un análisis con spoilers, ni de la trama del juego base, su desenlace o la propia historia de este contenido. Dicho esto, repito. Si hay un JRPG con un desenlace fino, totalmente coherente con el desarrollo de la historia y que te deja como te deja, ese es el de Persona 3 Reload. Es estupendo y de los más memorables del género. Aunque los viajes por la Tártaro se pueden hacer más o menos pesados, o algunos combates especialmente duros, merece la pena descubrir cómo acaba esta historia.
Entendido esto, aquí viene el desafío y el tremendo reto al que se enfrenta este DLC. Persona 3 Episode Aigis, también conocido como The Answer, ocurre poco después de los eventos del juego original, y tiene la difícil tarea de tener algo más que contar tras ese final. Toda su trama sirve para que los compañeros con los que has peleado tanto se reconcilien con esa conclusión, que hallen su propia respuesta (answer) a lo que ha ocurrido, y puedan seguir adelante.
La historia no es tan fina como la del juego base
Esto, sobre el papel, es una idea genial y muy de Persona 3. Es decir, todos los videojuegos de la saga van de profundizar en el corazón, la mente o la cara oculta de sus héroes, así que debería funcionar a las mil maravillas este planteamiento. El problema es que ese trabajo ya está hecho en el juego original, y hemos llegado a esas respuestas a base no solo de charlas y escenas cinemáticas, también con minijuegos de vida social, vínculos y mucho costumbrismo fantástico.
Pero este Episode Aigis prescinde de todas esas florituras. La trama nos encierra en un instante concreto y lo repite en bucle, nos aísla y nos reta a superar una nueva mazmorra para que este bucle se disuelva y la vida avance. Por eso, y aunque me caigan fantásticamente bien todos los personajes del título, sus revelaciones no han acabado de llegarme al corazón, porque no aportan nada verdaderamente nuevo. A veces parece que se regresa a ideas ya conocidas sin avanzar hacia ninguna parte.
No digo que la historia que se cuenta y la búsqueda de estas respuestas sea aburrida, pero sí que te pasas este DLC pidiéndole más, sobre todo porque venimos de un finalón. Ya estaba genial así, y si Atlus se ha puesto a estirarlo, pues esperaríamos que lo hiciera con gusto y bien. Pero no lo hace ni bien ni mal. Simplemente lo hace, y a veces forzando un pelín de más las cosas para que personajes que ya estaban en paz consigo mismos dejen de estarlo tanto.
Sus personajes siguen siendo tan adorables como siempre
Creo que el problema del DLC es que, en los estructural y jugable, solo se queda con la parte de combate y de charleta del juego original para contar lo que quiere contar. Al no aportar tampoco nada especialmente nuevo a estas dos secciones, logra que la trama se haga densa, rocambolesca a veces y un pelín innecesaria.
Como digo, no es que el juego cuente una mala historia, pero sí que te deja todo el tiempo con una sensación de que ya estaba bien antes todo como estaba. Esto responde a una pregunta que te puedes estar haciendo si te encantó el original. ¿Es obligatorio este DLC para entender bien, bien, bien la historia de Persona 3 Reload? Pues la verdad es que no. ¿Añade matices que te hace percibir de forma más profunda alguna cosita concreta? Eso sí, pero yo diría que solo para los muy fans.
Este Episode Aigis la tiene a ella como su protagonista, a Aigis. A efectos prácticos, funciona como el héroe original pero con algunos pequeños cambios. También puede intercambiar entre Personas y lidera a la banda por los laberintos, pero ya no intercepta a sus enemigos con un espadazo, sino con disparos. No, ya no habrá mano dorada que se os escape y os vuelva locos con la cámara mientras la perseguís.
Los combates son más exigentes, sobre todo de cara al final
También aparece un personaje nuevo, Metis. También es un ser tecnológico como Aigis, y tiene un papel crucial en la historia. A mí no me ha caído especialmente bien, la verdad. Es alguien que funciona como comodín en el grupo y su vínculo con Ignis es lo que motiva que avance la historia. Pero la verdad es que mete a calzador, sobre todo por cómo aterriza en la trama.
El remake en sí sigue siendo impecable en el plano técnico y artístico, y también lo es a nivel musical
Por desgracia, y por cuestiones que en el juego se razonan de maneras no demasiado satisfactorias, no empezamos con el nivel que teníamos en el juego original y tampoco se nos recuerdan las debilidades de los enemigos que ya hemos derrotado. Tenemos que superar una nueva mazmorra que, a efectos prácticos, es idéntica a la Tártaro. Hay zonas de diseño nuevas, pero las dinámicas de sus áreas son las mismas.
Todo esto, la trama un tanto forzada, la necesidad de tener que volver a empezar a fichar las debilidades enemigas y a subir de nivel, ha hecho que la primera mitad del juego se me haya hecho bola. Por suerte, el ritmo de crecimiento de nivel es rápido, las cuadrillas enemigas se organizan para que sea divertido derrotarlas, y la cosas se ponen difíciles y más divertidas cuando nos acercamos al final.
Como remake, sigue siendo impecable en lo técnico
Pero ni aún así a mí me ha acabado de satisfacer. El DLC dura algo menos de treinta horas y quiere funcionar como un Persona 3 Reload-lite. En mi opinión, le habría venido bien meter tijera a la longitud de mazmorras, situaciones e historias, porque la sensación de volver a empezar con todo a medio gas la he tenido de principio a fin.
Técnicamente, el remake en sí sigue siendo impecable en el plano técnico y artístico, y también lo es a nivel musical. Te llegas al final del DLC porque el combate funciona tan bien como siempre, y los personajes son tan carismáticos como de costumbre. Sus voces, sus temas, su chulería al usar sus poderes están ahí, y te haces las 30 horas del DLC encantado por volver a verlos a todos y disfrutarlos.
Es una lástima que Atlus no hubiera aprovechando Episode Aigis para calibrar mejor esta aventura. Ya no fue la mejor de las expansiones cuando salió en PlayStation 2 y aquí sigue arrastrando los mismos problemas. El DLC funciona porque el juego base funciona, pero le quita demasiadas cosas que amamos y no añade mucho a cambio. Aquí se viene a pelear, a ver cinemáticas y a charlar, y aunque el combate sea genial y mole ver a los chavales de nuevo, Persona es mucho más que esto. Si eres fan, te gustará seguro aunque te haga arquear la ceja más de una vez.
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