Alejandro Morillas
ColaboradorEs conveniente que empiece el texto resaltando mis nulos conocimientos y experiencia con el golf; más allá de saber que Tiger Woods era el que ponía nombre a los juegos de este deporte hace unos años, y de mi experiencia a los mandos con Mario Golf, soy un total neófito. En parte por eso me llamaba la atención enfrentarme a PGA Tour 2K25, para ver en qué estado estaba este subgénero de los juegos deportivos actualmente y me sorprendió lo que encontré.
Hace unos días estuvimos en las oficinas de Take Two en Londres probando WWE 2K25 y PGA Tour 2K25. Pudimos jugar aproximadamente un par de horas a este título, probando muchas de sus características, salvo la vertiente competitiva online. Y lo que vimos fue un prometedor y completo simulador deportivo capaz de dotar de profundidad a este deporte sin dejar de ser accesible.
Solo un hoyo más
PGA Tour 2K25 pretende dar al golf el mismo tipo de simulación que los de otros ejemplos de las series 2K: completo en su representación del deporte, con mecánicas sencillas pero que recojan bien su esencia y un apartado técnico espectacular. En el título que nos ocupa también podemos encontrar la mayor parte de opciones de juego a las que nos tiene acostumbrados 2K, con un modo MyCareer donde construirnos desde cero una carrera como golfista profesional. Podremos crear a nuestro propio golfista, personalizando su aspecto físico (no es el editor más completo del mercado, pero cumple) y, más adelante, comprándole ropa y complementos. No pudimos ver el funcionamiento de las cajas de cosméticos, más allá de que se obtenían con dinero del propio juego y estaban divididas por marcas de ropa.
Esta personalización va más allá de lo meramente estético y, a medida que juguemos, subiremos de nivel los atributos de nuestro golfista (en un árbol de habilidades dividido en los diferentes tipos de tiros que tendremos disponibles), e incluso los palos y pelotas de nuestro repertorio. También podemos elegir entre cinco arquetipos, cuyas fortalezas se reflejan en las estadísticas iniciales de nuestro golfista, que será más habilidoso en ciertas situaciones.
Todas estas posibilidades a la hora de configurar a nuestro golfista apoyan que persigamos una determinada forma de jugar. Por el contexto de prueba, así como por la dificultad a la que nos enfrentamos, no pudimos comprobar hasta dónde llegaba esta diferencia entre un golfista principiante y uno de los reales de su plantel. Si esa evolución en las estadísticas del deportista tiene un reflejo fuerte en la acción del juego es algo que se verá tras dedicarle muchas más horas, pero por el momento es ilusionante ver la enorme capacidad de progresión que plantea el título. PGA Tour 2K25 no solo da, de esta forma, importancia al propio golfista, sino también a su equipación, favoreciendo que probemos distintos arquetipos de jugador, pero también diferentes sets de palos y bolas que se adapten mejor a cada conjunto de pistas.
El modo carrera de nuestro golfista creado visita muchos lugares que ya conocemos de este tipo de juegos deportivos: podemos gestionar el tiempo entre competición y competición, por ejemplo, entrenando (con curiosos miniuegos de habilidad para subir ciertas estadísticas), chateando con otros golfistas o dando ruedas de prensa para ganar más seguidores según nuestras respuestas. Eso sí, habiendo probado modos similares en otros juegos deportivos, este parece que da menos importancia a una trama global de fondo, o incluso a las pequeñas historias entre los golfistas, en favor de dar esa sensación de simulación a la hora de gestionar el tiempo libre, las colaboraciones, contratos y demás. Esperemos que sea una falsa sensación que en la versión final se arregle, porque sin esos pequeños detalles, este apartado pierde el interés rápidamente y estaremos tentados de dar al botón de "saltar" antes de tiempo.
Más allá de la tendencia hacia el infinito que suelen tener este tipo de dinámicas jugables, PGA Tour 2K25 también tiene un importante enfoque hacia el multijugador y su faceta competitiva (con la ya familiar presencia de desafíos diarios y derivados), con diferentes tipos de partidos y torneos online para alargar la vida útil del título. Como remate final a su conjunto jugable, se incluye un completo editor de pistas, tanto para que las juguemos nosotros, como para compartirlas online y jugar las del resto.
Un deporte particular
Hay otros deportes en los que su jugabilidad está repartida en varias acciones, ya sea en la movilidad y los desplazamientos, los posicionamientos sin pelota, ataque y defensa … en el golf tan solo hay una acción básica y fundamental sobre la que actuar y con la que podemos interactuar, que es el propio disparo con el palo. Es cierto que, dependiendo del terreno en el que estemos o de la distancia, el palo y la forma en la que planteamos el tiro puede cambiar, pero no deja de ser una única mecánica nuclear sobre la que construir una simulación.
Esto puede ser uno de los aspectos que alejen a muchos de este deporte, pues puede parecer demasiado sencillo, e incluso monótono. Sin embargo, sí que se percibe un esfuerzo por parte de HB Studios para introducir diferentes variables y aspectos de los que estar pendientes durante los disparos, algo que ayuda a que cada lanzamiento que hacemos se sienta diferente, un desafío único, incluso en una misma pista.
El sistema por el cual realizamos los tiros en PGA Tour 2K25 se llama EvoSwing. Los swings en este juego están representados por varios círculos concéntricos con marcas que nos indican la posición de la pelota y la dirección del lanzamiento. Se realizan mediante el stick derecho, realizando una inclinación del stick hacia atrás y después hacia delante de forma rítmica; debemos hacer ambos movimientos con un timing lo más preciso posible para acertar en un aro circular. Según cómo realicemos esta acción, se asignará automáticamente una puntuación en cuatro apartados en los que el juego divide los tiros y que determinarán la calidad del mismo: contacto, ritmo, transición y el recorrido del swing.
Además, debemos contar con otros factores, como el viento, la superficie, el escenario y la distancia a la que estemos. También podremos hacer parábolas en nuestros lanzamientos, así como cambiar el punto de impacto de la bola para darle ciertos efectos. Según sus responsables, aparte del EvoSwing, las nuevas físicas que le han dado a la pelota, capaz de rebotar y adaptarse a las superficies de una forma mas realista que nunca, también ha supuesto una enorme evolución con respecto a la anterior entrega.
Frente al frenetismo de otras propuestas deportivas, el acercamiento de PGA Tour 2K25 lo convierten en una experiencia relajante
Como veis, aunque en la práctica, a nivel puramente mecánico, la acción parece simple, el juego la rodea de otros elementos para que tengamos que pensar cada tiro. De esta forma es como PGA Tour 2K25 consigue que su principal mecánica no se haga repetitiva, y la dota de cierta profundidad. Es cierto que, durante la prueba, hubo varios momentos en los que dudé de la precisión en la detección del recorrido del joystick, o del efecto real que tenía en el disparo el clavar el lanzamiento en sus círculos. Sin embargo, una vez más, es algo que se comprobará en la versión final, con muchas más horas a nuestras espaldas.
Un apartado que sí me parece mejorable es su tutorial, demasiado directo y parco en detalles; una vez lo completas, y comienzas a aplicar lo aprendido, no tienes la sensación de que hayas comprendido bien realmente cómo funcionan los parámetros de sus disparos, sus arquetipos o las estadísticas. También he echado en falta mas explicaciones para los néofitos en el mundo del golf, como un mayor detenimiento a la hora de explicar las diferencias entre terrenos o descripciones más detalladas sobre cómo usar cada tipo de palo, aunque el juego muchas veces elige por defecto el que mejor considera para la situación. A cambio, el juego nos da muchas opciones diferentes para practicar una vez ya aprendemos las bases: nos permite jugar un campo antes del torneo real para familiarizarnos con él, entrenar diferentes aspectos concretos del EvoSwing o configurar las habilidades del oponente, entre otras, y todo ello nos dará experiencia para seguir progresando en nuestras estadísticas.
Para aquellos que teman enfrentarse por primera vez a un juego de este tipo, HB Studios ha incorporado una modalidad de juego accesible llamada Perfect Swing, que hace que el resto de condicionantes más allá del swing no tengan tanto impacto en el resultado; también hay más opciones que contribuyen, de una forma u otra, a quitar dificultad y capas a la experiencia para adecuarla al gustos el jugador.
De momento, lo mejor que puedo decir de PGA Tour 2K25 es que no esperaba divertirme con él, y me ha resultado, no solo entretenido, sino absorbente. Frente al frenetismo de otras propuestas deportivas, el acercamiento pausado de su jugabilidad y su apartado sonoro lo convierten en una experiencia relajante y muy inmersiva, sin olvidar por ello cierto componente de pique a la hora de progresar y competir. Veremos cómo le sienta al juego el paso de las horas una vez se lance el próximo 28 de febrero.
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