Si lo tuyo son los juegos inexplicables, entonces te encantará PINEAPPLE: A Bittersweet Revenge. Esta aventura va de que tienes que derrotar a una bruja usando una piña, y no, la piña no es en realidad una espada o una bomba, es eso, una piña. Por supuesto, la cosa tiene truco. La bruja es una bully de tu colegio. No puedes derrotarla a puñetazos porque te saca tres cabezas, así que elaboras un enrevesado plan. Vas a volverla loca poniéndole una piña allá donde vaya.
Así que cuando tenga una cita, aparecerá una piña en lugar del chico. Cuando abra su taquilla, ahí aparecerá una piña… PINEAPPLE: A Bittersweet Revenge es muy original en esto. El juego te sabe llevar a un montón de situaciones chifladas para que disfrutes viendo a la bully sufrir mientras se vuelve loca por tu culpa.
PINEAPPLE: A Bittersweet Revenge es un título con un arte estridente y macarra, tiene muchísimo humor y una historia que contar. Lo cierto es que no todo lo narrativo del juego se basa en chistes, ya que quiere que nos preguntemos: ¿sueñan los abusadores en convertirse en abusones?
Como veis es un videojuego muy original, quizás demasiado. De hecho, lo es tanto que sus creadores han reconocido que les está costando mucho explicarlo, porque, ¿cómo se vende un juego que es tan difícil de catalogar? Que PINEAPPLE: A Bittersweet Revenge sea rarísimo es parte de su encanto pero ¿tienen cabida este tipo de propuestas en un mundo basado en algoritmos, etiquetas, géneros cerrados y tendencias?
La piña es tu mejor arma
"Tenemos dificultad para explicar el juego", me explica Dani, director del proyecto y del estudio que lo ha creado, Patrones y Escondites, "al final vino alguien y nos dijo: oye, esto puede ser un pranking simulator, porque la historia va de que llegas a un cole nuevo en el que una bully te hace la vida imposible. Hasta que un día decides ponerle fin, y compras una piña. Con esa piña vas a ir gastándole bromas hasta volverla loca".
La resolución de cada broma se resuelve con un conjunto de mecánicas y dinámicas propias, llevando al jugador a situaciones con mucho humor
Dani se va riendo mientras especifica: "le colocas una piña en la biblioteca, en su casa, en su pupitre. Y vas escalando hasta volverla loca." Aquí está lo divertidísimo del juego de Patrones y Escondites, que es una sucesión de bromas disparatadas que tú participas creando. El jugador cuenta con una libreta en la que están apuntados todos los movimientos de su abusona, sus contraseñas, lo que le gusta y lo que no, pues la abusada se ha dedicado a seguirla durante semanas. Teniendo clarísima su agenda, usamos esta información para colarnos en sitios sin que ella nos vea y ¡PAM! Le ponemos una piña en los lugares más inesperados. Borja Abadía, responsable del marketing y la comunicación del juego lo llama "wario ware con historia", porque la resolución de cada broma se resuelve con un conjunto de mecánicas y dinámicas propias, llevando al jugador a situaciones con mucho humor, muy negro y ácido.
¿Un prank simulator? ¿Un Wario Ware con historia?
"Hemos utilizado las redes sociales orgánicamente, hemos hablado con gente, hemos ido a ferias, participado en concursos para buscar premios, pero cuesta mucho explicar el juego" me comenta Beatriz, productora de Patrones y Escondites. "Steam es una plataforma genial, pero es la dictadura de los wishlists. Si no alcanzas el número de wishlists que toca, no existes", añade Borja.
"Steam es una plataforma genial, pero es la dictadura de los wishlists"
Y aquí viene el gran problema. Es fácil comunicar y explicar un videojuego como el reciente Altered Alma. Es un metroidvania de acción con un píxel art potente, ok, entendido, ya llevan 200.000 mecenas en kickstarter. Sin embargo, no es tan sencillo hacerlo cuando tienes entre manos algo tan nuevo como un prank simulator. Para que el algoritmo de Steam empiece a darte notoriedad "necesitas unas 7000 wishlists", pero PINEAPPLE: A Bittersweet Revenge solo logró llegar a 2000; no porque sea bueno o malo, sino porque no es fácil explicarlo con una imagen o un vídeo, y eso dificulta convertirse en el deseo de alguien. Hay que jugarlo para entenderlo. Esa es la dictadura de los wishlists a la que se refiere Borja.
A este problema se sumó que el mismo día del lanzamiento se lanzaron "otros 60 juegos en Steam", tapando aún más al título de la piña y de la bruja. Lamentablemente, este no es un problema al que solo se haya enfrentado PINEAPPLE: A Bittersweet Revenge. Es una situación que les ocurre a muchísimos estudios independientes. Tras años de desarrollo, un mal día de lanzamiento y no seguir los corsés de los géneros que están de moda, te pueden mandar al hoyo.
El plan para hacer triunfar el juego de la piña y la bruja
Pero Patrones y Escondites no se han quedado de brazos cruzados. Han comenzado a publicar vídeos explicando lo divertidas que son las bromas del juego, reforzando de paso ese concepto tan interesante de prank simulator. También han iniciado el desarrollo de su nuevo videojuego para generar comunidad.
Como PINEAPPLE: A Bittersweet Revenge, su nueva aventura es un videojuego loco en el que se le da mucho peso a lo que se quiere contar. De esa forma, irán generando, poco a poco, una comunidad que sí los entienda. Es decir, confían en lo que se conoce como el long tail, en las ventas paulatinas que se van produciendo tras el lanzamiento durante varios meses. A día de hoy, las estrategias de long tail están cobrando cada vez más fuerza, pues cada vez es más duro destacar en un mundo dominado por la dictadura de las wishlists en el día en el que sales al mercado.
¿Y qué podemos hacer como jugadores? Si como a nosotros os gustan los juegos locos y extraños, lo mejor es siempre añadir a vuestras wishlists los títulos que necesitan apoyo. Ya veis que no lo hacéis solo para que Steam os avise de su lanzamiento, sino para que ganen más visibilidad. Eso les ayudará a vender más, y a que no solo se lancen juegos de los géneros que ya conocemos. Y explicado todo esto, ¿Estás listo para derrotar a la bruja con tu piña?
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