Si alguna vez habéis hecho el experimento de volver a ese videojuego que os dejó fascinados hace años, habréis llegado a una conclusión inevitable: no es ni de broma tan bueno como lo recordáis. Es una premisa que tenía clara antes de experimentarlo en mis propias carnes. Aun así, lo comprobé en primera persona cuando volví al que fue mi primer juego de Pokémon. Un regreso a la segunda generación que, hay cierto consenso entre los fans, es una de las mejores de la saga. Sin embargo, esta opinión difícilmente puede sostenerse cuando han pasado más de dos décadas del lanzamiento original y ya 14 años desde el estreno del remake.
El regreso más decepcionante a un juego de Pokémon
Hay un motivo por el que los juegos de la región de Johto están considerados por muchos fans como los mejores de toda la saga Pokémon y es bastante simple. En este título se implementaron algunas de las mejores ideas que han marcado la franquicia. Mejoras de calidad de vida significativas para facilitar la exploración, criaturas variocolor, legendarios errantes, el 'postgame' en Kanto o una batalla final contra Red que seguimos recordando como una de las más cargadas de emoción de todas las que hemos tenido en esta historia de monstruos coleccionables. Incluso la idea de los objetos equipables, la crianza o el ciclo día noche nació en esta secuela directa de Rojo y Azul.
Sin embargo y con todas estas fortalezas, el regreso a Johto ha sido el peor de todos los que he experimentado volviendo a jugar los viejos títulos de Pokémon. Es ciertamente injusto valorarlo con los estándares actuales, pero ni siquiera los grandes momentos son capaces de compensar lo que ya en su día fue un desastre de diseño. Probablemente no reparamos mucho en ello cuando salieron los originales en 1999 y ni siquiera se criticó demasiado cuando el remake llegó exactamente diez años después sin hacer grandes cambios. Sin embargo, hoy en día se hace difícil disfrutar del viaje por la región.

Hay dos errores fundamentales en Pokémon Oro, Plata, Cristal y sus remakes. El más evidente es su equilibrio de niveles. Una vez llevamos unas cuantas medallas y tenemos nuestro equipo a nivel 30, no dejaremos de enfrentar a criaturas que se encuentran unos 10 o 15 niveles por debajo del de nuestro equipo. Tanto los rivales, a excepción de los líderes de gimnasio, como los pokémon salvajes sufren de esto. Debido a esta circunstancia, nos pasaremos el grueso de la aventura utilizando ataques sin pensar demasiado hasta que hayamos derrotado lo que sea que tengamos enfrente.
Es curioso lo inadvertido que pasa este hecho cuando la sexta generación ha sido criticada hasta la saciedad por culpa de un Repartidor de Experiencia mal equilibrado que nos hacía caer en una situación similar. Nadie espera que los juegos de Pokémon sean complicados, pero sí que cumplan con ciertos estándares. Hacer demasiado fácil un juego por turnos arruina toda la experiencia de combate y, en este caso, no solo eso. Como las criaturas salvajes también aparecen a un nivel ridículamente bajo, es normal terminar con cierta aversión a la consecución de nuevas especies. No se trata de que sea demasiado fácil, si no de cómo esta dificultad hace el juego más aburrido.

A todo esto aún podríamos sumarle una mala gestión con los Pokémon. Solo 4 de las 25 criaturas utilizadas por los líderes de gimnasio de la segunda generación son originarias de Johto. Con el Alto Mando la cosa no mejora, con solo 13 de 51 especies. Algunas de las que se han convertido en pokémon memorables como Scizor, Skarmory o Heracross no aparecen en casi ningún momento de la aventura. También es importante el hecho de que no podremos hacernos con Tyranitar (o sus evoluciones anteriores) hasta que ya hayamos completado el videojuego pese a que es uno de los grandes baluartes de la generación.
Estos dos errores lastraron toda mi experiencia con el regreso a una segunda generación que tenía prácticamente idealizada. Entiendo por qué todos la recuerdan con tanto cariño. Parte de mi niñez también se basó en sorprenderme al llegar al Lago de la Furia y encontrar al famoso Gyarados Rojo. Sin embargo, resulta difícil quedarse hoy en día con las partes positivas. Ni siquiera los remakes arreglan estos dos gigantescos puntos negativos que arruinan el muchísimo potencial que tenían estos videojuegos de la saga.
Todo sea dicho, el regreso ha sido más revelador que traumático. Aunque ya no pueda decir que estos son mis juegos de Pokémon favoritos y piense que el buen recuerdo tiene más de nostalgia que de realidad, hay algo meritorio en la segunda generación. Johto puso los verdaderos pilares de la saga, dando pie a las grandes mejoras de la tercera generación y a una perfección de la fórmula con las entregas Diamante y Perla. Si la analizamos de forma individual, no fue perfecta en ningún sentido, pero viéndola en contexto era lo que el videojuego necesitaba.
Además, hay una última lección que es todavía más poderosa. Pokémon es una saga centrada en sus mejores momentos. En el Charizard Gigamax de Lionel y la pelea contra Eternatus, en derrotar a N y hacerle entrar en razón o en el sentimiento al atravesar ultraumbrales para encontrarse con poderosas criaturas de otro mundo. La mayoría de generaciones se basan en estas situaciones especiales que se graban a fuego en nuestra memoria haciendo que dejemos de lado sus puntos más flojos. Entiendo las críticas a Game Freak por los fallos de las últimas entregas o por no crecer con nosotros, pero a la vez no puedo dejar de pensar en lo bonito que es el recuerdo idealizado que, como hice yo con Johto, los nuevos jugadores han creado mientras exploraban Paldea.
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chemitaa
Yo completé Cristal hace unos dos años por primera vez , incluso habiendo completado Heart Gold bastantes veces desde que salió, y no me pareció malo ni tedioso. En cambio Espada y Purpura me parecen soporíferos.
mullenkamp_1
Acuéstate
Wilk
Pues yo estoy ahora en proceso de rejugar las tres primeras generaciones pero en sus versiones remake. Voy por la mitad de rojo fuego y me está flipando, la progresión es buenísima y los combates tal y como los recordaba.
En cuanto lo complete iré a por soul silver y si me ocurre lo que comentas pues cambiare el equipo durante unos niveles y problema de niveles solucionado.
El problema con el remake de diamante Perla es que en 4 combates se pone cualquier Pokemon a +5 niveles de la zona actual ya que mete un bost de experiencia fuera de toda lógica. Esto no pasaba de esta manera en las primeras generaciones, en las que se buscaba que fueras probando diferentes Pokémon’s.
Arcal
Y así con tantísimos juegos antiguos. Algunos supusieron un antes y un después en la industria pero a día de hoy son infumables, los primeros Pokémon entre ellos. Tipos desbalanceados, algunos ataques que no servían de casi nada, y algunos que incluso estaban bug.
Si alguien quiere jugar las primeras generaciones... Que tire de los remakes o directamente salte de la cuarta en adelante
Sornbur
Yo es que prefuero jugar al crystal clear. Una versión que es mundo abierto, puedes empezar donde quieras, hacer los gimnasios en el orden que quieras, y todos los entrenadores tienen 16 equipos distintos y te sacan uno u otro en función de tu número de medallas. Tiene tantísimos detalles que hace que los juegos originales parezcan basura
selesao
Pues yo vuelvo a jugarlos cada X tiempo y me sigue pareciendo el mejor juego de Pokémon que hay, si quieres compararlo con uno de la década actual, pierde en mucha cosas obviamente, pero es que eso es una comparación inapropiada y oportunista. Fueron el culmen de la saga, sigo esperando ese juegazo que Pokémon es incapaz de sacar.
htmartin
Por esa regla ningún juego de pokemon merece la pena, porque en todos pasa lo mismo (en algunos mas que otros), los niveles y dificultad no son los adecuados al progreso.
Mira que me gusta Pokemon desde niño, desde el primer juego, y a dia de hoy podria seguir jugandolos (de hecho compré el ultimo y lo jugué un poco) pero me parece que es tan facil y los diseños tan infantiles... no puede ser que con un solo pokemon puedas vencer a cualquier rival del juego, si acaso tengas que usar un segundo pokemon, pero los otros 4 sin ver la luz del sol porque de 1 o 2 golpes derribas a cualquiera...
Y lo dicho, los diseños cada vez mas infantiles y mas "delicados", y esto ya pasa desde varias gen atras, por no hablar de las evoluciones estas gigantes de cristal que les ponen florecitas, estrellitas y demas m... una absurdez que no he querido ni usar por verguenza que da.
Pokemon necesita modos de dificultad de forma urgente.
Pd: me encantaría ver un pokemon oro/plata actual, dificil.
cvmr
A mí siempre me gustaron más la primera y la tercera. Pero es que en la segunda tenías Johto y Kanto y eso era un puntazo.
Witizo
Debes de ser gilipo11as
Radek19
Peor que espasa/escudo no será.
KJKo
Para mi el mejor juego es el Pokemon Oro HeartGold y Plata SoulSilver, tienes tanto Kanto como Jhoto, te dan los iniciales de las tres primeras generaciones, así como todos los legendarios que hay...