Puede que el nombre de Owlcat Games no os suene, pero si sois fans de los RPG, sobre todo aquellos profundísimos, el estudio chipriota es uno de esos que hay que mimar como ninguno. El equipo de desarrollo de Pathfinder: Kingmaker, rival de Dungeons & Dragons, se erigió como uno de los más notables de nuestro medio, pero hace apenas siete meses se lanzó a la piscina de la edición y distribución de juegos bajo una criba exhaustiva donde desecharon 48 proyectos y se quedaron con dos; y ya entiendo por qué Shadow of the Road ha pasado el corte: el primer juego de estrategia y rol de Another Angle Games no solo es imaginativo, es duro y divertido.
Y es que en los juegos de estrategia y rol al estilo XCOM, combinar desafío y diversión es difícil. Como apasionado del género, pocos han conseguido replicar el buen acercamiento de Firaxis Games, y aquellos que lo han conseguido lo han hecho con mucho sudor y muchas lágrimas. Aquí, Shadow of the Road seguirá a pies juntillas el estilo de XCOM, pero también de célebres alumnos de aquella epopeya de ciencia ficción como Miasma: Chronicles o Shadow Gambit: The Cursed Crew. Con estos juegos en la mira y tras poder reunirme con sus autores la pasada semana, Shadow of the Road buscará aunar lo mejor de ambos mundos, y se merecen que como mínimo lo añadas en la lista de seguimiento de Steam.
Un Japón steampunk que lucha con la tradición
El punto de partida de Shadow of the Road es igualmente interesante, casi tanto como los juegos en los que se inspira. El título de Another Angle nos sitúa en el país del sol naciente donde, por azares del destino, el salto social, económico e industrial de Japón no llegó con su apertura a Estados Unidos, sino por medio del vapor y Gran Bretaña. Gracias al auge de la Revolución Industrial al otro lado del globo, Japón se convirtió en una potencia autoritaria con máquinas de metal que chocan con el fuerte folclore y la presencia de yokais en una lucha por tradición y modernidad imparable.

Con esto en mente, nos situamos a finales del siglo XIX, nos uniremos a un grupo de asesinos liderado por el maestro espía Tokugawa en una historia que mira de cerca a The Road, aunque con alma de ciencia ficción, donde deberemos proteger a un joven con poderes mientras viajamos a lo largo y ancho del país. A partir de aquí, Shadow of the Gambit no esconde sus ventajas: será un juego de duración moderada, poco más de 20 horas, y con un enfoque narrativo muy centrado, basado en capítulos, nada de mundo abierto.
La idea es recorrer el país mientras reclutamos a más y más compañeros a nuestra curiosa causa mientras luchamos, a su misma vez, con las motivaciones, miedos e ideologías propias de estos personajes. Shadow of the Road vive y muere para sus personajes. La dinámica de relaciones aún no es muy clara y todavía no puedo poner la mano en el fuego al admitir, o negar, su profundidad. Sin embargo, el proyecto es uno tremendamente narrativo y pausado, lo que se permite que los vínculos entre personajes brillen con luz propia.

Deberemos llevar un buen control de la salud y las relaciones internas de nuestro equipo. Aunque es cierto que el juego nos llevará de la mano de un capítulo a otro, tendremos pequeños momentos para dirigir la historia como queramos en base a decisiones puntuales que aumentarán o harán decrecer al grupo en conjunto, o a los personajes de forma individual. En este caso, y según me confirmó el estudio, el interés no parece cerrar la historia con los clásicos 'final bueno, regular y malo', sino ofrecer un abanico de varios finales y pequeñas conclusiones similar a lo visto con Pathfinder: Wrath of the Righteous.

Sin entrar en spoilers, los personajes podrán morir o incluso marcharse del equipo si ven que esta travesía no satisface sus necesidades o, como añadió el estudio, "no se sienten cómodos con un personaje en particular". Aunque parece que Shadow of the Road no se toma el tiempo necesario para desarrollar a sus personajes, sin las clásicas bases para descansar y socializar, la historia y el vínculo de los héroes se formará a lo largo del camino, sin casi tiempo para sopesar ideas, y con la sensación de estar siempre al filo de la navaja.
Rol táctico de la vieja escuela
Sin embargo, donde Shadow of the Road se la juega es en su componente jugable. "Su apoyo ha sido enormísimo", añadió el estudio cuando se le preguntó por la ayuda y el trabajo cruzado entre este equipo y el de Owlcat Games, y creo que esa es una promesa a la que me aferro como ninguna. La maestría de los chipriotas al dar peso al combate como una extensión de su particular narrativa de rol ha dado juegazos —de hecho, recientemente probé Wrath of the Righteous y no podría sino alabar al estudio—, y que Another Angle Games considere a Owlcat como su fuente de inspiración es increíblemente bueno.

En este caso, Shadow of the Road no deja de lado los turnos, sino que los abraza para dar forma a un combate complicado centrado en el desbalanceo. Apenas somos unos prófugos que escapamos de máquinas enormes, grupos de samuráis o nos enfrentamos a bandidos que nos superan 5 a 1, y por ello la cooperación es clave. Si bien es cierto que en juegos de estrategia táctica, las desventajas de un aliado se deben suplir con las ventajas de otro, en este juego eso se multiplica por dos debido a ese desbalanceo premeditado.
Shadow of the Road no reinventa la rueda. Tenemos mapas acotados de cierto tamaño, con una buena lista de elementos para estorbar o ayudarnos en batalla a modo de ataques del entorno o coberturas, y muerte permanente, al menos durante el combate; pero es en cómo de bien hilado y engrasado está todo más que en sus novedades. Al igual que en Rogue Trader, todo se basa en porcentajes, habilidades de héroes y una buena IA. Aún estando en fase alfa, el juego sabe ser puñetero, colocando lógicamente a los enemigos tras barreras, flanqueándonos o creando situaciones tan locas como un clásico 'duelo a la mexicana' con varias facciones convergiendo en el centro del escenario en una misma pelea.

Todo esto se adereza con cierto grado de exploración entre niveles de combate. De nuevo, el equipo de Another Angle Games no quiere reinventar la rueda, pero sí ofrecer algo pulido e interesante. Explorar el mapa, como en Miasma: Chronicles, ayuda a mejorar nuestro equipo con mejoras o expandir el mundo de juego con enfrentamientos y misiones secundarias adicionales y completamente olvidables si queremos afrontar únicamente su historia.
No quiero que os desanime la falta de innovación de Shadow of the Road porque, de nuevo, la intención de su estudio no es demostrar que son mejores que otros, sino que han llegado para quedarse, y su primer proyecto lo deja claro. Por ahora, eso sí, hay muchas dudas en torno al juego como su falta de localización y traducción al español, algo que me confirmaron "no es una decisión escrita en piedra". Sea como sea, la misma alfa que pude probar la podréis catar vosotros mismos y es que aunque su acceso no es abierto, podéis solicitar un hueco en su primera prueba cerrada a través de Steam. Ahora, solo resta esperar a que llegue el juego.
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