El nuevo juego de KT Racing y Nacon nos lleva a Hong Kong, en una entrega por debajo de la calidad de la saga
Test Drive Unlimited 2 fue un juego especial. El nivel de detalle de cada uno de sus apartados es lo que le hizo grande. Cada concesionario estaba tematizado con la marca de turno, el control del coche era casi total (con "chorraditas" como bajar los cristales o poner los intermitentes), hacer el cabra en las carreteras se veía recompensado y penalizado al mismo tiempo, y podías emular una vida de lujo fuera de las carreras.
Puedes pensar que habla la nostalgia (sí, que "solo" tiene 13 años, pero ha llovido) si te digo que es uno de los juegos de conducción más únicos y queridos de la historia, pero no. Hace unas semanas decidí reinstalarlo y jugarlo de nuevo para prepararme para el lanzamiento de Test Drive Unlimited Solar Crown. Me lo estoy pasando muy bien rejugando TDU 2, pero el nuevo título de KT Racing y Nacon sale peor parado de la comparación.
Homenaje descafeinado
Es evidente que KT Racing ha estudiado las entregas anteriores, especialmente TDU 2. Que se llame Solar Crown no es casualidad, ya que también era la competición principal que daba sentido a toda la trama del anterior videojuego. Tampoco es casual que vuelva el sistema FRIM y otros elementos que, sin duda, reflejan que se ha mirado con lupa qué hizo tan especial a la saga en sus últimas iteraciones.
Pero, aún así, no se ha sabido recrear correctamente esa magia en el nuevo videojuego. Se queda corto en el intento. Han desaparecido las tiendas, los concesionarios son todos iguales (cambian un par de detalles), la vida fuera de la pista casi no existe (olvídate de tener una casa), no hay motos, el HUB no cambia para cada vehículo (sí, eso pasaba) y, para más inri, tiene una conexión permanente que no tiene sentido.
El gran problema de Test Drive Unlimited Solar Crown es que es un juego decente, pero no es un buen TDU. Y eso no es lo que ningún fan de la saga esperaba. Esta franquicia es mucho más que buenos juegos de conducción y, en su momento, aportó conceptos diferentes que influenciaron a sagas como Forza Horizon o The Crew. De hecho, creo que ninguna de esas ha conseguido hacer algunas que TDU sí logró, sea por el motivo que sea.
Aunque es cierto que en la industria nos hemos acostumbrado a que nos hablen de DLCs antes de que salga el propio juego, vi un sentimiento de urgencia en KT Racing y Nacon al anunciar, incluso antes del lanzamiento del título, el contenido que llegará en el futuro. Lo más llamativo es que Ibiza, mapa de TDU 2, estará presente en esta entrega. Parece que quieren convencer con lo que llegará, porque saben que faltan cosas.
De hecho, en esos planes están muchos de los elementos que aquí no están: llegará el Casino (un clásico de TDU) y están valorando el incorporar el sistema de casas, así como las motocicletas. Vamos, que son perfectamente conscientes de todo lo que falta pero, simplemente, no está. Esto parece más un early access que otra cosa y me parece un error enmascararlo en que se quiere mantener el juego vivo (algo que está genial, claro).
Porque, te lo digo en serio, más allá de los graves problemas de optimización que tiene en PC, de una IA extraña (aunque rápida), de la innecesaria e invasiva conexión permanente (opcional en TDU 2 y en juegos de la competencia como Forza Horizon 5), su mayor problema es no cumplir con lo que es esta saga. Algunos elementos están ahí, pero son una sombra de lo que fueron. Debería ser una evolución, de momento es un retroceso.
Abrazo el caos de TDU Solar Crown
De todas formas, quiero romper una lanza a favor de Test Drive Unlimited Solar Crown, porque he seguido jugando después de darle caña lo suficiente como para hacer este artículo. Y eso, más allá de las carencias, es por algo. No todo es malo. De hecho, cuenta con algunos elementos que me encantan, empezando por el escenario. La obra nos lleva a Hong Kong para ser el mejor piloto callejero de la ciudad.
No tengo ni la menor idea de si la recreación es fiel o no, pero tampoco me importa, sinceramente. El mapa es una pasada. Enormes autovías con kilómetros y kilómetros de extensión se mezclan con callejuelas pequeñísimas y estrechas que se convierten en increíbles escenarios de carreras callejeras, con curvas cerradas y trazados que te quitan el hipo. Por no hablar de las zonas de montaña o de los lugares secretos que no salen en el mapa.
Es una gozada ir de un punto a otro, aunque sea únicamente por disfrutar de las vistas y la conducción. Porque, sí, el manejo tampoco me ha disgustado. Es muy arcade y los coches son demasiado subviradores (especialmente los más rápidos), pero es una experiencia actualizada de lo que siempre ha sido TDU. A los mandos de los vehículos he conseguido olvidar en muchos momentos todos los problemas que tiene.
Y, fíjate, algo que está muy bien en TDU Solar Crown es la progresión, algo que la saga Forza Horizon ejecuta de la peor forma posible. Aquí te puedes olvidar de conseguir cochazos de primeras: los vehículos son muy caros, y las mejoras de rendimiento de cada uno de ellos te obligarán a rascarte el bolsillo. Tendrás que pensar muy bien en qué gastas tu dinero y eso me parece mucho más entretenido y motivador.
Dicho todo esto, con Test Drive Unlimited Solar Crown me pasa una cosa curiosa, pero que a veces sucede: está lejos de ser memorable, pero me divierte. Y lo voy a seguir jugando. Abrazo su caos, su desorden y sus errores, y no me avergüenzo por ello. Si eres capaz de sobrellevar sus fallos, creo que lo disfrutarás como yo. Ojalá mejore en el futuro porque, como he comentado, perfectamente podría ser un acceso anticipado con mucho potencial.
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