Me acerqué a Thank Goodness You're Here! con la mirada limpia, dispuesto a dejarme sorprender. Aunque esta misma expresión ya previene de que estamos ante algo distinto. Así que ahora mismo estoy levantando el cristal para acceder al botón rojo que pone "no es un juego para todo el mundo" y lo pulso. Lo mismo incluso se podría añadir otro botón que diga que no es un juego para aquel que no sea británico, pues hay mucho de la idiosincrasia inglesa, de sus episodios cotidianos pasados aquí por un filtro visual que recuerda al de una de estas nuevas animaciones al estilo Rick & Morty o Solar Opposites o Gravity Falls. No siempre por los temas o por la violencia gratuita, pero sí por la estridencia.
A Thank Goodness You're Here! te acercas extrañado y sales más aún. No necesariamente descontento, porque notas el mimo del desarrollador en cada objeto al que te permite golpear gratuitamente y generar una pequeña reacción. Pero, por más que lo intento, no puedo dejar de pensar en el juego del ganso: Untitled Goose Game. Esa mezcla de perspectiva isométrica, situaciones excéntricas y puzle escondido funciona de forma parecida aquí. Pero creo que, aunque Thank Goodness derrocha mucha personalidad, tiene un ritmo más acelerado incluso, ofrece menos estímulos al jugador de lo que conseguía el cruel ganso. Había en este último una mayor personalización de las acciones, y los puzles se resolvían de una forma extrañamente natural.
Mientras, en Thank Goodness he visto más interés por lo audiovisual que por el diseño. Cada nuevo escenario busca más la cinemática y relega la interacción a movimientos sencillos por parte del jugador. La dificultad, en el fondo, es encontrar la secuencia que activa lo siguiente que tienes que hacer sin tener, en el fondo, un objetivo claro. Ves un hombre que tiene el brazo enganchado en una alcantarilla y supones que debes ayudarle, pero nunca vas a saber exactamente la loca idea que se les va a ocurrir a los desarrolladores para resolverlo.
¿Aventura? ¿Plataformas? Inclasificable
En otros géneros aventureros, la incorrecta señalización de puzles es casi una bandera roja. No hay nada más peligroso que atreverte a atascar al jugador con un puzle sin las suficientes pistas de qué debe hacer o a dónde debe ir. Pero, aunque a veces molesta el vagabundeo innecesario, no lo veo como un defecto real de Thank Goodness. Está claro que el estudio quiere que su obra sea absurdamente inconexa. Que des paseos por las distintas áreas de la ciudad hasta saber exactamente dónde meterte para activar el siguiente puzle en cuestión y entonces poder… poder… ¿qué? ¿Ver al alcalde? Difícil de decir, pues, aunque el juego te plantea tener una cita con él al principio, su puerta permanece bien cerrada para convertir su planteamiento en otra cosa hasta su final.
Esa historia no es en el fondo tan importante como los derroteros que la siguen. Sin quererlo del todo, ayudas a un montón de personas, normalmente de clase trabajadora, en la mundanía de sus vidas, llegando a conocer a algunas de un modo estrafalario, pero interesante. Aquí entronca ese humor que también es británico, pero también, en el fondo, internacional. Que caigas a un pozo y te salude un gusano diciendo que, efectivamente, es un gusano. Que entrar en la verdulería abra la caja de pandora de su dueño por reconocer que, efectivamente, tiene una cabeza muy grande, mientras se nos revela una pequeña película sobre su triste existencia.
Me podría llegar a plantear si todo esta conjunción de cartoon irreverente interactivo y con algo de slapstick hubiera funcionado aún mejor si hubiera apuntado sus dardos envenenados contra algún dilema social, en vez de representar, simplemente, el teatro de lo absurdo que son las grandes urbes. Que lo son. Grandes, absurdas y muy urbes. Muy suyas, hasta el punto de que fascine que haya un cierto orden en ellas, en vez del caos que se desata en este pequeño videojuego.
¿Es Thank Goodness You're Here! más de lo que parece? Sí y no. Detrás de su envoltorio de cartoon de caramelo relamido hay un título que no estás acostumbrado a ver en forma de videojuego. Se asoma también una cierta irreverencia. Pero sea quizá porque yo no soy inglés, o que me ha fascinado más su concepto de lo que me he reído realmente con él, que no se lo recomiendo a todo el mundo (uf, menos mal que pulsé a tiempo ese botón). Ya está, ya podemos relajarnos, y decir también que mira, que me alegro de que existan producciones así. Tontorrones a un nivel solo equiparable con lo acertado que es su estilo visual y las estupendas animaciones que destila el juego en movimiento. Quizá me hubiera gustado sentirme algo más participativo de la experiencia. Como ese ganso que solo quiere todas las campanas del pueblo; algo así. Una pequeña señal de que incluso en el caos de estos mundos hay un poco de sentido común que lo justifica todo.
Thank Goodness You're Here! es un juego muy irreverente y, como diría ese gran poeta, muy inglés y mucho inglés. Un repaso por la sociedad británica, o más bien su fauna, mediante un pequeño vendedor que vender, no vende nada, pero al que todo el mundo agradece el poquito de caos que deja tras su paso. Se parece, en cierto modo, a Untitled Goose Game, pero sigue su propio camino; uno lleno de tareas absurdas pero que arreglan a su vez la absurda vida de los ciudadanos. Supongo que hay que jugarlo para entenderlo.
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- Se parece un poco a Untitled Goose Game.
- Pero tus travesuras ayudan, de hecho, a la gente.
- Un apartado visual de dibujo animado muy trabajado, pero que te tiene que gustar.
- Acompaña con el humor absurdo y británico por bandera, pero te ríes por momentos.
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