La mayoría de los Santuarios de Zelda: Breath of the Wild tienen un componente de puzle que, algunas veces puede requerir más sesera y otras más pericia a los mandos. Este del que os venimos a hablar en esta guía para el juego de Nintendo entraría dentro de la segunda categoría; así es cómo podéis resolver el Santuario de Moratt y haceros con sus tres tesoros.
Ubicación del Santuario de Moratt
El santuario de Moratt se encuentra en la cara sur del Monte Satoli, en la región de las Colinas de Hyrule. No es uno de los más difíciles de llegar y está a la vista, con lo que el acceso no es un problema; no así la prueba que nos espera dentro si sois de pulso débil.
Solución al Santuario de Moratt y sus tesoros
La prueba que nos plantea este santuario se basa en el uso intenso del poder magnético o del imán de la piedra Sheikah. Nada más entrar vemos una plataforma metálica que se balancea suavemente. Tenemos que saltar sobre ella para alcanzar la siguiente sección flotante del suelo del santuario.
Poco después, hay otra, pero esta no se mueve. Deberemos cogerla con el poder del imán de la piedra para hacer que se balancee y sincronizar nuestro salto con su llegada y su salida de la oscilación para poder continuar con este santuario no apto para los que tienen vértigo.
Lo siguiente es bastante simple en realidad. Hay una pasarela sujeta por un par de cuerdas. Tenemos que cortar las dos con flechas para que caiga y podamos seguir avanzando. Cuando lo hagáis, aprovechad para recoger el tesoro que queda a mano derecha cuando crucemos por ella.
Viene ahora la parte más delicada. Hay unas bolas metálicas con pinchos que si nos impactan nos empujarán, y con lo estrecho del lugar no nos interesa para no caer al vacío. Con mucho cuidado cogemos primero la pequeña y pasamos. Esta no es muy difícil, pero sí las más grandes que hay después.
Vamos hasta el final para recoger el tesoro que hay, y de paso asir el bloque metálico que hay sobre una guía que queda a nuestra derecha al otro lado de la sima. Lo ponemos a la altura de la plataforma que hay antes de la bola de pinchos que hemos movido para llegar al cofre y la plataforma y usamos el poder paralizador antes de que se vuelva a ir para abajo.
Ahora ya sólo restaría dejarnos llevar por el bloque metálico hasta su tope, y con el imán, manipular los otros bloques que hay para formar una escalera que lleve hasta el altar. Aún así, recomiendo que juguéis un poco con ellos hasta poder llegar al último de los tres tesoros que hay ocultos en este santuario.
Volvemos al recorrido principal y manipulando los bloques a modo de escalera llegaremos a la última puerta, que esta cerrada por un enorme tablón de madera que rodean varias hojas secas.
Lo que hay que hacer es golpear el pilón que queda a mano derecha para que caigan dos candiles con fuego. Hay que balancear con el imán a uno de los dos para que, cuando oscile hacia el centro, le disparemos una flecha y caiga al suelo sobre la hojarasca.
El fuego las quemará, y también al enorme tablón que nos impedía abrir la puerta con el imán de metal. Con todo esto ya hecho, recogemos el símbolo de valía que hay ahí y ya podemos dar por zanjado este estresante santuario.
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