Seguimos con más de los Santuarios de Zelda: Breath of the Wild, y en este caso vamos a repasar otro de los que son de la categoría de Prueba de Fuerza, el Santuario de Kensha. En este caso, es uno que también tiene su dificultad por lo escondido que está, aunque como el tipo de combate que nos espera en su interior, afortunadamente no es de los más difíciles de descubrir y resolver, pero igualmente os contamos cómo hacerlo.
Ubicación del Santuario de Kensha
El Santuario de Kensha se encuentra en la zona más al sureste de Akkala, en el valle de Ulra. Concretamente estamos hablando de un Santuario que aunque se detecte con el sensor de la piedra Sheikah oculto tras una pared de rocas en la cara norte del valle.
La forma más eficiente de despejar la entrada es, contando que tenemos una buena porción de resistencia, descender en paravela desde la ladera de las tierras que rodean la zona de la capital de los Zora, y disparar una flecha bomba para quitar de en medio esas rocas y poder ver el Santuario de Kensha.
Prueba de Fuerza Media del Santuario de Kensha
En el interior del santuario nos aguarda un combate contra un mini guardián 2.0, un desafío de combate de tipo intermedio. Para el caso que nos ocupa, estamos hablando de un tipo de guardián que lleva dos armas (un hacha y una espada, con lo que podemos ser agresivos), y cuenta con una cantidad de vida que, si llevamos alguna de las armas más avanzadas del juego, no debería ser un combate de los más duros pero tampoco un paseo.
Como siempre, os dejamos las pautas generales con la estrategia y las tácticas para enfrentaros a este tipo de enemigos en los santuarios que contienen una prueba de fuerza:
- Pelead de cerca para evitar los ataques a distancia del mini guardián
- Cuando le hayáis quitado 1/3 de vida, si veis que retrocede, poneos detrás de una columna para que se estampe y quede aturdido.
- Cuando le hayáis quitado la mitad de la vida, puede esconder sus armas y con su ojo laser crear una zona de exclusión; usad la corriente de aire que genera y la paravela para poneros sobre el y golpearlo para que pare y podáis seguir con el combate.
- Cuando le quede menos de 1/3 de vida, cargara varios disparos letales que si no devolvéis con el escudo, os lo destruirá y os infligirá mucho daño. Será vulnerable mientras lo carga, así que aprovechad y eliminadlo antes de que dispare.
Cuando nos hayamos librado de él, podremos acceder a la estancia en la que está el altar que contiene el símbolo de valía de este santuario y también recoger el tesoro que hay a modo de recompensa adicional por superarlo. En este caso, es una piedra preciosa, un zafiro.
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