Mal juego sería Zelda: Tears of the Kingdom si las soluciones a los más de 150 santuarios que hay por el juego estuvieran a la vista o fueran obvias. Vale, algunas lo son, pero incluso esas tienen su propósito, como el de ayudarnos a entender mejor el uso de las habilidades de Link. Pero luego hay otros que son auténticas pruebas de deducción y de observar ell entorno interactuando con los artilugios zonnan, como el de Soriotan; en esta guía os explico cómo resolverlo y de paso haceros con su tesoro.
Santuario de Soriotan: Una Luz enterrada
El santuario de Soriotan no tiene perdida en el sentido de que es perfectamente visible y que por motivos de la trama principal tendremos que pasar cerca -si no ir directamente- a la ubicación en la que se encuentra, justo en la cima del palacio de la Ciudadela Gerudo. La prueba a la que nos debemos enfrentar, acordemente nombrada con la ubicación del mismo santuario, es una Luz Enterrada.
En este santuario abundan los montículos de arena, pero no están ahí por decoración. Podemos emplear alguna de las turbinas que hay por la primera estancia para despejar esos montículos. En uno de ellos, el que está más al fondo a la derecha, encontramos un cofre que contiene una llave para pasar a la siguiente sección.
Si seguimos desenterrando los montículos, en uno encontraremos un curioso artefacto pero que no parece que podamos interactuar con él más allá de asirlo con la ultra mano. En la siguiente estancia ya podemos ver el altar del santuario que contiene el orbe de luz, pero la puerta está cerrada; sobre ella hay una forma hexagonal que parece algún tipo de pulsador o diana sobre la que lanzar un objeto. No vamos desencaminados pero no es un objeto sólido al menos lo que hay que usar.
A la izquierda hay otra estancia pero no parece que haya un acceso a ella. Si usamos la habilidad Infiltración con un saliente cercano, podemos emerger en una plataforma elevada desde la que lanzarnos en paravela a ella. Tras disponer del guardián que hay en ella, como lo hemos hecho con los anteriores en las otras, podemos seguir quitando la arena. Bajo el montículo de la celosía hay una fuente de luz, y en la zona un objeto parecido al que encontramos antes.
Es un espejo reflector, y hasta cierto punto este santuario se revela como un homenaje al Palacio del Desierto de Zelda Ocarina of Time de Nintendo 64. Lo que debemos hacer es ponerlo sobre la celosía de manera que rebote la luz en dirección a la estancia que conduce a la del altar. Volvemos a ella usando la Infiltración por donde entramos, y ahora sólo resta recoger con la Ultra mano el otro reflector que encontramos, y orientarlo de manera que rebote el haz de luz en la estructura hexagonal que hay sobre la puerta. Lo mantenemos unos pocos segundos hasta que la figura se ilumine del todo y ya podemos acudir al altar para recoger el orbe de luz y completar el Santuario.
Dónde está el tesoro de Soriotan
En la estancia adyacente a donde está el altar, a mano derecha según entramos, veremos un montículo de arena en una esquina que debemos despejar. En la estancia a la que conduce hay un guardián que previamente debemos eliminar para poder interactuar con comodidad con la turbina.
Es muy importante que no despejéis los montículos que hay aquí. Dejad al menos uno y poned la turbina sobre él. La activamos, y usamos la paravela para ascender al nivel superior. En él hay un engranaje trabado por otro montículo de arena. Si lo despejamos, el engranaje girará, y abrirá la puerta que hay cerca que nos conduce al tesoro del santuario de Soroitan
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