Hace poco, comentaba en X a raíz de las previews de The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom, una reflexión que se me ha quedado grabada, aunque no recuerde el autor de la misma: "si quieres que tu juego sea más creativo, prueba a deshacerte del combate". No sé si es sesgo cognitivo por mi parte, pero cada vez veo más juegos que parecen querer aplicar más o menos esta medida. El propio Zelda busca más la creatividad con los hechizos que el enfrentamiento directo. Animal Well creó un metroidvania sin combates. Y, aunque en El Escudero Valiente (o The Plucky Squire) tenemos algo de pelea con espadas, yo diría que ni de lejos es su principal objetivo, ni tampoco su fuerte.
No necesitarás mucho tiempo para darte cuenta de que los mejores momentos de este encantador juego no vienen de machacar un botón, sino de observar el escenario y usarlo de maneras creativas. Y con creatividad, me refiero a puzles: sí, esta palabra que en muchos genera una especie de pereza instantánea y que, sin embargo, lleva salvando al diseño de nuestro medio desde sus orígenes y sigue siendo la base de los juegos más originales que salen actualmente.
En el caso de El Escudero Valiente, cada vez que te presenta un pequeño puzle creo que es donde más da rienda suelta a su creatividad. Se nota que el estudio ha querido aplicar la idea original (un personaje de cuento capaz de salir de su propio libro) a las propias mecánicas. Así, podemos alterar la historia de múltiples formas. Cambiar las palabras para alterar lo que sucede en el cuento; por ejemplo, cambiar la palabra "cerrada" por "abierta" para cruzar una puerta.
Pero rápidamente también podremos salir del propio cuento en sí mismo, y aquí es donde el juego más sorprende, convirtiendo el fabuloso arte bidimensional en un resultón 3D con el que, como el cuento de planilandia, pasar de una página a otra y de un lugar a otro como si nos teletransportáramos. Poco a poco, el repertorio de mecánicas se va abriendo, aunque quizá llamarlas mecánicas es un tanto aventurado, porque, aunque El Escudero Valiente es un juego encantador, creo también que nunca lleva las cosas al límite de lo que podría conseguir.
Sencillo pero maravilloso. Maravilloso pero sencillo
Dejadme explicarlo con la escena de la carta. En un momento dado, tenemos que conseguir un arco. Para ello, terminaremos saliendo del cuento, escalando unas construcciones creadas por el niño que posee el cuento en la habitación, hasta llegar a una carta de una elfa del bosque. Al llegar, tendremos que luchar con ella en un combate por turnos. En este momento, el juego claramente está deseando que captes la referencia, que te sorprendas por haber encontrado una carta inspirada en Magic: The Gathering y luches con ella. El Escudero Valiente quiere cautivar tu imaginación con estos momentos. Pero todo esto no quita que, bueno, el combate en sí sea bastante flojo. Apenas posee una dinámica real de pelea por turnos. Es, más bien, un minijuego guionizado.
Este es el mayor problema que he visto en El Escudero Valiente. Sus capítulos son un compendio de mecánicas sin explotar, agitadas y metidas en una coctelera. En el capítulo 2 tenemos un sigilo muy tosco y limitado, que usaremos unos minutos y ya está. En otras ocasiones hay un poco de plataformas bidireccional. En un momento dado, lucharemos como en un shoot'em up a lo Forgotten Worlds y en los primeros compases hay un combate a lo Punch Out.
Su mayor problema es que sus capítulos son un compendio de mecánicas sin explotar
Y lamento decir que ninguno es especialmente memorable en cuanto a su dinámica de juego. Son momentos bonitos, porque claramente quieren apelar un poco a tu nostalgia y, sobre todo, porque tienen una presentación increíble, con ese constante cambio entre las tres y las dos dimensiones. Pero, como muchas veces ocurre en juegos que intentan abarcar demasiado, aprieta poco. Incluso su mecánica principal, la que emula un Zelda cenital, es bastante sencilla. Entiendo que siempre pueda haber una actividad más simplona, que no tenga por qué ser espectacular, pero tengo la sensación de que en El Escudero Valiente hay demasiadas así y vive más de su increíble estilo artístico que, eso sí, es impecable.
Porque visualmente es una virguería. Las primeras veces que empiezas a saltar de las páginas del libro a la realidad son verdaderamente especiales y el trabajo de All Possible Futures no se ha limitado a crear este efecto, sino prestar atención a todos los detalles. Es genial ver cómo una caja de texto se ve afectada por el pliegue del libro si pasa por el canal del libro. O cómo los objetos que llevas contigo en el cuento adaptan su forma tridimensional cuando los sacas contigo. Lo mismo ocurre con los enemigos. Las altas resoluciones, de hecho, te permiten incluso apreciar la textura de las hojas del cuento y el reflejo de la luz del sol sobre el papel, dándole un aspecto increíblemente logrado. A todo ello se le suma un buenísimo trabajo de localización a nuestro idioma, no solo de los textos sino de las voces, que ayuda mucho a meterse en la historia y que ha tenido en cuenta las diferencias en los puzles de palabras para adaptar correctamente las estructuras de las frases.
Creo que El Escudero Valiente es un juego muy especial
De la historia en sí, me temo que no puedo hablar tan bien. Sí, es cierto que en un juego que trata sobre un cuento infantil tampoco hay que esperar a Shakespeare ni nada parecido. Pero es que es realmente infantil en su planteamiento, con unos diálogos a veces algo chirriantes. Si el público fuera realmente niños lo vería correcto, pero sospecho que este juego va a ser más jugado por personas de más de veinte años, y hay una diferencia entre ser una historia que captura el tono infantil o ser directamente infantil. Además, es especialmente insistente; hay demasiados momentos en El Escudero Valiente en que el estudio te coge de la mano y no quiere soltarla, interrumpiendo la acción. Nunca está más de cinco minutos sin añadir un diálogo que, en muchas ocasiones, tampoco aporta gran cosa.
Creo que El Escudero Valiente es un juego muy especial. Dudo mucho que, al verlo, no te cautive instantáneamente. All Possible Futures ha hecho un trabajo artístico inmenso que va a atraer las miradas gracias a un planteamiento tan único como esto. Pero no puedo evitar ver bajo esta portada un juego más sencillo de lo que parecía. Nunca profundiza demasiado en nada y prefiere pasar a la siguiente mecánica para que no te aburras. Los puzles son encantadores y, sin duda lo mejor del juego, aunque tampoco quiere complicar nunca demasiado las cosas. La mecánica de pasar páginas hacia delante o atrás, o incluso inclinarlas, es verdaderamente alucinante, pero si esperas que llegue un momento en que la explote al máximo, quizá te llevarás una pequeña decepción. Si no te importa esta apuesta por la sencillez, es verdaderamente fácil que pases unas 8-10 horas encandilado por lo que ves en pantalla.
El Escudero Valiente es uno de esos juegos verdaderamente especiales en los artístico, gracias a combinar momentos que pasamos dentro de un libro en dos dimensiones con poder salir de él a un mundo tridimensional. Jugablemente, lo mejor son las partes de puzle, con momentos muy creativos. Pero también es uno de esos juegos que intenta abarcar mucho y apretar poco, añadiendo un montón de mecánicas y minijuegos en los que profundiza poco o nada. He echado de menos más profundidad y también una historia algo más motivadora o que interrumpiera menos. Pero, en líneas generales, estoy seguro de que cautivará a muchos jugadores, porque artísticamente es de lo más atractivo que vas a ver este año.
Comprar El Escudero Valiente- Uno de los juegos más encantadores del año.
- El paso constante de las dos a las tres dimensiones es muy atractivo.
- Contiene muchas mecánicas y minijuegos, aunque no profundiza demasiado en ellas.
- La historia es muy sencilla, propia de un cuento infantil.
- Tiene una gran localización al español tanto de voces como textos.
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