Como gran aficionado al tenis desde hace ya muchos años (como a otros tantos deportes), sigo echando de menos juegos tan divertidos como lo fueron en sus diferentes épocas obras como Tennis de Game Boy, Super Tennis de Super Nintendo o los más "recientes" Virtua Tennis 2 de Dreamcast o Top Spin de Xbox. Y es que los títulos más actuales no han conseguido dar con la tecla y ofrecer un juego de tenis que ofrezca esas mismas dosis de diversión… pero el que más cerca ha estado es Tiebreak, aunque para nada se trata del referente que todos deseamos disfrutar desde hace tiempo.
Creado por Big Ant Studios, los mismos que probaron suerte hace unos años con las sagas AO Tennis y Tennis World Tour, parece que han conseguido evolucionar un tanto lo plasmado en dichos intentos fallidos y nos ofrecen un simulador que, sin ser perfecto en absoluto, por lo menos tiene algunas cualidades bastante llamativas. Un simulador que llega abanderado por la ATP y la WTA, competiciones de las que cuenta con sus respectivas licencias oficiales.
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Nacon - Tiebreak: Juego Oficial de la ATP y WTA - Videojuego para PS5 - [Versión Española]
Tenis muy completo y técnico… pero mejorable
Si por algo despunta este trabajo de Big Ant Studios es por la inmensa cantidad de contenido que presenta para tratarse de un título de estas características. Y es que no recuerdo juego alguno de esta disciplina que se haya permitido el lujo de integrar unos 120 jugadores y jugadoras reales, tanto actuales como viejas glorias de este deporte. Así, es posible disputar partidos con leyendas como Roger Federer o Maria Sharapova o saltar a la pista asumiendo la personalidad de estrellas de la raqueta actuales como Novak Djokovic, Coco Gauff, Carlos Alcaraz, Paula Badosa, Rafa Nadal y muchas otras más.
Si por algo despunta este trabajo de Big Ant Studios es por la inmensa cantidad de contenido que presenta
A esta gran selección de tenistas reales disponibles, una de las más amplias jamás vista en un simulador de este estilo, se suma una considerable cuantía de torneos reales. Unas 90 competiciones oficiales han sido incluidas, campeonatos correspondientes al calendario oficial de la ATP y de la WTA. Eso sí, no esperéis jugar Winbledonni en el resto de los cuatro grand slams, que no se encuentran disponibles. Pero a pesar de eso, en este sentido poco o nada se le puede echar en cara a Tiebreak, siendo un título muy completo en contenidos.
Y siguiendo con esta misma línea, los desarrolladores también se han asegurado de integrar una cantidad más que suficiente de opciones y modos de juego. Como ya es costumbre en casi cualquier simulador deportivo que sale al mercado, puede que la modalidad más atractiva a priori sea el modo Carrera… aunque es de todo menos original. Una opción que nos anima a tratar de llevar a nuestra joven estrella a lo más alto del ranking de la ATP y/o de la WTA.
A esta modalidad se unen otras también muy clásicas como la posibilidad de disputar partidos de exhibición, un modo online con ranking de por medio o competir en un torneo en concreto. Más llamativo resulta el modo Djokovic Slam Challenge, el cual se centra en la figura del gran tenista serbio. En él se nos invita a tomar partido en una serie de desafíos que recrean los logros obtenidos por la estrella serbia, así como una submodalidad que nos invita a cambiar la historia y dar un vuelco a sus derrotas más dolorosas. Y también merece la pena destacar la llamada Academia, una opción que nos da la posibilidad de crear desde jugadores a pistas, logos, etc.
Pero mi consejo es que, de primeras, te dirijas directamente al modo tutorial porque te va a hacer falta. Sí, porque Tiebreak no es un título arcade de esos en los que es posible ponerte a jugar sin más: hasta sacar de manera razonablemente decente requiere de práctica.
Un tenis realista, pero fallido
El tenis siempre se ha considerado como un deporte muy técnico, algo que los desarrolladores han querido reflejar en su obra. Y no me parece mal en absoluto. Lo que pasa es que considero que se les ha ido un poco la mano con eso y, por otro lado, la manera en la que se ha plasmado dicho realismo no ha terminado de ser perfecta. En Tiebreak el timing a la hora de golpear a la pelota lo es todo, así como la posición del cuerpo, la distancia que mantenemos con respecto a la bola, etc. De hecho y para que te hagas una idea, si queremos realizar perfectamente cada golpe, es necesario perfilar a nuestro jugador antes de hacerlo, maniobra que se efectúa pulsando los gatillos correspondientes en función de si estamos a la derecha o a la izquierda de la pelota.
Un control que parece bastante engorroso… ¡y de hecho lo es! Mantener un peloteo de cierta calidad e intensidad cuesta horrores, aunque es cierto que, cuando eso sucede (y más si conseguimos ganar el punto), resulta extrañamente gratificante.
Es un simulador muy técnico y repleto de tenistas y torneos reales, pero al que le falta cierto grado de pulido en lo meramente jugable
Y si el control es ya de por sí complejo, existen ciertos elementos que no ayudan a que este resulte más fluido. Y uno de los más importantes es la inercia con la que se mueven los jugadores. Simple y llanamente, falta precisión en los desplazamientos de los tenistas, los cuales se mueven con demasiada inercia (al menos en mi opinión), y muchas veces cuesta mucho colocarse de manera correcta antes de golpear a la bola, lo cual suele terminar en la ejecución de un golpe forzado totalmente fuera de lugar. Tampoco ayuda mucho la IA de los jugadores rivales, que es de lo más irregular. Y es que pasan de ser auténticos maestros de la raqueta a ser meras comparsas en el mismo partido, un desajuste que supongo que se solucionará en futuros parches.
Por lo tanto, Tiebreak da una de cal y otra de arena en términos globales, dado que es un simulador muy técnico y repleto de tenistas y torneos reales, pero al que le falta cierto grado de pulido en lo meramente jugable. Y algo similar sucede en lo técnico. Existen demasiadas diferencias entre lo bien conseguido que está el modelado de ciertos jugadores (como el tenista "de moda", Jannik Sinner), y otros como el propio Rafa Nadal o Carlos Alcaraz, mucho menos realistas. Eso sí, por lo menos sus animaciones son bastante buenas e incluyen ciertos gestos exclusivos de cada jugador.
Aunque es necesario dejar bien claro de inicio que Tiebreak sigue sin ser el juego de tenis definitivo que todos los entusiastas del tenis deseamos disfrutar, por lo menos es mejor que el resto de títulos actuales… aunque el listón no es que esté muy alto, eso también es cierto. Lo más destacado que presenta este simulador es la inclusión de las licencias oficiales correspondientes de la ATP y de la WTA, pudiendo jugar con más de 100 de los mejores jugadores y jugadoras actuales y vintage. El problema es que es un juego muy técnico y posee luces y sombras a la hora de pelotear: le falta un buen pulido para terminar de convertirse en el simulador que los desarrolladores tenían planeado.
- El simulador posee la licencia oficial de la ATP y de la WTA.
- El control es muy técnico, pero le falta un mayor pulido.
- Es posible jugar en cinco grandes modalidades distintas, incluyendo el modo Carrera.
- Incluye 120 jugadores y jugadoras reales, desde Nadal o Alcaraz a Badosa, Djokovic o Gauff.
- Unos 90 torneos reales están presentes en el juego.
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