Creo que es importante entender cómo y cuándo salió el primer Space Marine. En 2011 los shooters como Gears of War seguían vigentes, claro, pero el pastel del videojuego estaba más repartido. Por ello, creo que esta primera entrega pasó algo desapercibida. Pero es que, además, Space Marine no se parecía tanto a Gears como uno podía imaginarse. No es un shooter de coberturas, sino uno que mezcla con sapiencia las armas de corta y larga distancia, mientras se centra en combates multitudinarios como si fuera un modo horda bien planificado para adecuarse a una campaña.
Con este Warhammer 40:000: Space Marine II lo que ocurre es más bien que estamos deseando juegos así de directos y también espectaculares. De hecho, en lo que más me ha recordado a Gears es más por su concepto de "belleza destruida" que se promocionó tanto con el primer juego. Verás escenarios enormes resquebrajándose a tu paso por la imparable guerra eterna en la que se ven enfrascados estos Ultramarines. Pero en cuanto a mecánica de juego, Space Marine me recuerda más a un par de juegos que, en el momento que salió el primero, no había salido todavía: al Doom de 2016 y Doom Eternal. Arenas llenas de enemigos que despachar mientras haces malabares con la munición, tu equipo y habilidades y el escudo y salud.
Es alucinante ver cómo la pantalla se inunda de cientos y cientos de enemigos
Así que, si no te has acercado a Space Marine nunca, que te quede claro que no tiene nada de descerebrado en las mecánicas, Es un juego bastante táctico. Es más, me encanta que te obligue a no usar demasiado las coberturas para ir alterando constantemente de estrategia. Que aproveches el escenario en su totalidad y te ajustes a las circunstancias. En algunos momentos intentarás contener a distancia a las hordas y otros no te quedará más remedio que abrirte con tu arma de cuerpo a cuerpo. Saber Interactive, de hecho, domina perfectamente el ritmo y sabe cuándo tirarte a un tiránido a la cara, literalmente, para que no te quede más remedio que usar un contraataque y el resto de horda se acerque a ti, de modo que no te refugies demasiado en las armas a distancia.
Así que sí, en cierto modo, este Space Marine II es un ejemplo del clásico más y mejor, pero que se beneficia mucho de ello. Porque "más" significa toda la contundencia que necesitaban las armas, las animaciones, el impacto de las explosiones, las ejecuciones... Y "mejor" significa, directamente, ver cómo la pantalla se inunda de cientos y cientos de enemigos como nunca pudo hacer el primer juego. Es brutal ver como esto no es un simple efecto, sino que puedes disparar a los enemigos de la lejanía y los disparos les afecta. Creo que Saber ha sido muy inteligente al usar en esta ocasión a los tiránidos como enemigos básicos en vez de a los orcos para poder llenar aún más la pantalla, sacarlos de todas partes y, claro está, ser aún más violento si es posible. Creo que no hace falta explayarse mucho en ello: Space Marine II es uno de los juegos más salvajes del año en este aspecto.
La Guerra Eterna
La campaña recupera también esa modalidad cooperativa que ya no es tan común como hace unos años. Puedes jugar solo, pero también hacerlo junto a dos amigos durante todas las misiones. Además, esto no acaba aquí, también ha creado un modo Operaciones que puede ser disfrutado en solitario o cooperativo. A lo largo de la campaña, Titus mandará a otra escuadra ocuparse de algunas misiones, y en cualquier momento podemos jugar estas operaciones con objetivos distintos, que sirven para añadir más horas de juego y retos únicos.
Pero una de las cosas que más me gusta de la campaña es que Saber se ha mojado. Space Marine II tiene cuatro modos de dificultad e incluso llamando "Normal" al segundo de ellos, te recomiendan el tercero, Veterano, que es como el juego está diseñado (a mí personalmente me encanta cuando el desarrollador indica esto). ¿Por qué lo hacen así? Bueno, porque saben que este modo es difícil. Vas a morir, te van a costar algunas escenas muchos intentos y sí, puede haber jugadores que se frustren. Pero es como realmente he disfrutado Space Marine II. Los escenarios que he probado en Normal me han demostrado que es un modo para pasarte la campaña, sin morir mucho, sin que te hagan daño excesivo y, por lo tanto, no te obliguen a pensar en estrategias efectivas, que te hagan mejorar como jugador. Es un tiro al pato, vaya.
A partir de Veterano es necesario entender bien las circunstancias de cada situación. Saber cuándo recargar, cuándo cambiar a la pistola, cuándo gastar una de tus preciadas granadas y, por supuesto, cuándo usar tu habilidad especial de Furia. Los momentos para recuperar salud escasean y mucho, por lo que la forma de resistir, es tratar de recuperar los escudos lo más pronto posible y, para ello, no queda otra que ir a por las unidades fuertes que pueden ser ejecutadas. Al hacerlo, recuperaremos escudo y podremos luchar más seguros. Todo esto forma un bucle jugable muy interesante, muy bien diseñado, que sostiene perfectamente las 10-12 horas que te va a durar la campaña. Como máximo, he notado que el parry, una de las herramientas más útiles del juego, ya que abre la oportunidad de disparar un poderoso tiro a quemarropa, no es todo lo preciso que me gustaría. Las animaciones son siempre tirando a lentas, que está bien porque denota el peso de las armaduras de los Ultramarines, pero a veces incide en la ventana de oportunidad del parry.
Space Marine II se divide en tres planetas, con algunos momentos en la base entre misión y misión. Tengo que reconocer que en algunos momentos el ritmo puede llegar a decaer un poco, sobre todo cuando ya estás lidiando contra las mismas clases de tiránidos una y otra vez, por ejemplo. Pero aunque estira un poco cada tercio de juego, después Saber vuelve a tomar el pulso y consigue darle variedad. Añade algunas misiones distintas, como una en la que tenemos que usar el incinerador contra alimañas, o los momentos en los que usar el propulsor aéreo para hacer ataques devastadores y también aumentar la verticalidad del escenario. Pero, sobre todo, se nota el cambio de planeta y también los nuevos enemigos cada vez más duros que, poco a poco, van llegando, con el añadido de algún que otro jefe final.
Además de la campaña, se incluye un modo online jugador contra jugador que, lamentablemente, no he podido probar en profundidad por la ausencia de jugadores durante esta etapa de review. Se le nota trabajado, con tres modos distintos para enfrentarnos en batallas de 6 contra 6 en los modos de Aniquilación, Captura y Control y Conquista. Tanto en el online como el modo operaciones nos permite elegir una clase especial y configurarla al máximo tanto en equipo como estéticamente. Todos los cosméticos que consigamos en el modo operaciones, además, servirán para el online.
La típica trama de marines espaciales algo descerebrada que, eso sí, deja entrever un mundo muy rico en detalles
Por el Emperador
Pero retrocedamos un poco. Siendo un juego de un universo tan grande como Warhammer, y encima una segunda parte de un juego que salió hace trece años, ¿te vas a sentir perdido? No lo creo. Veo este Space Marine II como una media para contentar a ambos públicos. Si eres fan de Warhammer, entenderás conceptos avanzados; y, si jugaste al juego de Relic, también comprenderás mejor el contexto de Titus y algunos sucesos de su pasado. Pero si no estás familiarizado con Warhammer o Space Marine, no hay mucho problema la verdad. Lo primero, porque con tres pinceladas el juego te pone en situación... y lo segundo porque la historia tampoco es lo más importante. Es la típica trama de marines espaciales algo descerebrada que, eso sí, deja entrever un mundo muy rico en detalles y, sobre todo, que visualmente tiene mucho poder. Hay algunos momentos que creo que van a hacer las delicias de los fans, cinemáticas en las que toda la imaginación de los mejores artistas se captura a la perfección. Además, aunque no entiendas algunos términos y eventos que se nombran, creo que lo que el juego deja entrever de este universo, de toda esta teocracia militar totalitaria que siempre se muestra como justa, pero en la que hay mucho de fe ciega y acusación de herejía a la mínima de cambio. Aquí se hace mucha alusión al Codex Astartes, un conjunto de directrices militares creado por su primarca Roboute Guilliman y cómo en ocasiones estos principios más pragmáticos chocan con el fanatismo religioso. Y todo esto, que sucede más alrededor de la trama, creo que es más interesante que la misma que, como digo, es una guerra de bichos y marines espaciales de manual.
Y es Space Marine II a veces cuenta más por lo que se ve, que por lo que se dice. El diseño de sus personajes, los lugares que se recorre, dejan buena cuenta de cómo funciona este universo y aquí Saber ha creado algo que impacta. Se desenvuelve además muy bien en muchos tipos de entornos distintos, desde junglas, espacios cerrados, ciudades enormes, minas y también planetas tétricos y completamente fantásticos. Seas fan o no, aquí sí creo que todos los jugadores van a ser capaces de ver el grado de detalle que hay en cada esquina, del colosalismo de los escenarios, que es marca de la franquicia, y el trabajo puesto en las armaduras de los ultramarines, desgastadas por los impactos de bala y las garras; y, por supuesto, de las brutales ejecuciones.
Eso sí, todo esto tiene un coste y aquí, aunque no es la primera vez, creo que sí empiezo a ver cada vez más juegos en los que me cuesta perder cierta calidad por priorizar el rendimiento. Yo he jugado en PS5 y, de nuevo, nos encontramos (o nos enfrentamos) a la decisión de elegir entre calidad y rendimiento. Y aquí duelen las dos, porque para mí en un juego tan rápido, no hay otra posibilidad que priorizar los FPS, pero duele perder esa nitidez y ese grado de detalle extra del modo calidad.
Además, incluso en el modo rendimiento he notado bajones en la tasa de refresco frecuentes porque, como decía, la pantalla se llena absolutamente de enemigos. Eso sí, no se me ocurriría pedirle aquí a Saber que quitara ni un solo enemigo para mejorar la estabilidad, porque este es el corazón del juego. En consola es simplemente lo que hay y, la verdad, creo que es un juego que habría preferido jugar en PC (o en una futura revisión de PS5 o Xbox) para no tener que sacrificar nada. Por ejemplo, en las cinemáticas se nota bastante el uso de escalado que, por tener el logo de AMD al inicio y por el uso que he visto en otros juegos, voy a apostar a que un FSR que está un poco a medio camino entre equilibrado y rendimiento, y que a veces resta mucha nitidez, sobre todo en los primeros planos. Se ve un poco borroso en algunos momentos, mientras que en otros luce mejor. Es una pena porque en un juego así, espectacular, que no son muchos esta generación, que se están haciendo de rogar, lo quieres todo y creo que estamos en un punto de la generación en que las consolas base ya no son del todo capaces de ofrecerlo. Aún más en un título que usa mucho la CPU para calcular todo lo que sucede en pantalla.
En resumen, Warhammer 40000: Space Marine II es un juego que se siente de la vieja escuela; pero entendedme: de la vieja escuela de la década de los 2000. De ese tipo de shooter pesado, gore, visceral, táctico también y duro como una motosierra que, eso sí, se olvida de esos filtros marrones de la época para ser un juego mucho más colorido, vistoso. Brutalmente hermoso. Se disfruta mucho de su contundencia porque detrás del sadismo, hay mucho buen diseño y mucha buena planificación en la campaña, mientras que los modos online y de operaciones prometen alargar su vida en el tiempo, hasta un (lo vaticino ya) más que posible Space Marine III. Buen trabajo de Saber que ha traído honor y deber a esta franquicia.
Divertido, brutal y más único de lo que parece
Warhammer 40000: Space Marine II
Por: Alejandro Pascual
Warhammer 40000: Space Marine II consigue recuperar la esencia del juego de 2011, añadiéndole aquello que no era factible conseguir en la época: una espectacularidad y una cantidad de enemigos que parece no tener fin. Saber ha conseguido rescatar ese espíritu de shooter clásico, reavivando una fórmula que es más única y menos heredera de juegos como Gears de lo que parece, salvo en su brutalidad, con una mezcla de combate a distancia y cuerpo a cuerpo muy táctica y bien planificada. Se disfruta perfectamente aunque no sepas nada del universo Warhammer ni tan siquiera hayas jugado al original, pero sabrás apreciar las conexiones si eres aficionado.
Comprar Warhammer 40000: Space Marine II- Uno de los juegos más brutales y violentos del año.
- La mezcla de combate a distancia y cuerpo a cuerpo es más única de lo que parece.
- Campaña en solitario o cooperativo. Operaciones extra. Modo online 6vs6.
- Espectacular en la recreación de sus enormes escenarios.
- Destaca la ingente oleada de enemigos que lanza a la vez en pantalla.
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