Pese a la apariencia de que nos hemos vuelto especialmente caprichosos con los juegos que llegan hasta nuestras manos, lo único que pedíamos los fans del primer Warhammer 40,000: Space Marine era que volviera porque, en realidad, nos conformábamos con otro doble A de acción palomitera frente al que encerrarnos durante una maratón de fin de semana. Lo que me ha demostrado Warhammer 40,000: Space Marine 2 durante su última prueba antes de llegar a las tiendas es, en cambio, que estamos ante uno de los triple A más espectaculares, divertidos y prometedores de toda la generación. Y ya os adelanto que nos va a durar mucho más que un simple fin de semana.
En este segundo encuentro con Warhammer 40,000: Space Marine 2 hemos podido jugar jugar, en total, a tres misiones de lo nuevo de Saber Interactive y Focus Entertainment. Un extenso paso por uno de los tramos de la campaña, por un lado, y otras dos escaramuzas de las muchas que podremos disfrutar en su modo Operaciones, por el otro. Y aunque nuestras impresiones con el juego ya fueron sorprendentemente positivas cuando pudimos probarlo hace un año, creo que el retraso que sufrió poco después consiguió meternos a todos el miedo en el cuerpo.
Para todos aquellos que soñabais con su retorno y terminasteis preocupados tras no poder jugarlo a finales del año pasado, un mensaje: no hay absolutamente nada que temer. Y para los que aún no os habéis subido al tren intergaláctico de los marines espaciales, atentos, porque lo poco probado es más que suficiente para demostrar que estamos ante un melocotonazo de proporciones épicas.
Un despliegue visual que es puro triple A
Entrando por los ojos desde el minuto uno, Warhammer 40,000: Space Marine 2 demuestra que no se ha conformado con darnos nuevos escenarios y enemigos, sino que, conscientes de todos los que demandábamos su retorno, y lo muy bien que debe hacerlo para superar al primero convirtiéndose en algo más que una joya oculta, ha echado toda la carne en el asador con uno de los despliegues gráficos más impresionantes que nos ha dado hasta ahora la actual generación.
No es sólo que el universo de Warhammer 40,000 dé para unos diseños alucinantes a la hora de recrear su mundo, es que todo lo que se muestra en pantalla, desde sus despampanantes panorámicas hasta sus explosiones y derrumbamientos, son uno de esos formidables espectáculos ante los que se hace difícil no correr a hacer una captura para guardar a buen recaudo ese momentazo.
De hecho, creo que nadie que haya pasado por el primer juego podrá negarme que, manteniendo su fórmula original y agarrándose a este despliegue visual con una nueva historia (no vamos a entrar en spoilers, podéis estar tranquilos), ya nos habríamos conformado. El mero hecho de volver a esta acción, en una época en la que precisamente no hay muchos juegos de este estilo, ya era más que suficiente para salir de él con una sonrisa, pero lo que trae Saber bajo el brazo es mucho más que una simple segunda entrega.
Su primera gran baza está en unas hordas de enemigos que, como ya pudimos constatar en la anterior demo, saltan de ser una absoluta maravilla conforme se van acercando desde el horizonte, a una demencial y divertidísima batalla cuando están a nuestros pies. Warhammer 40,000: Space Marine 2 es muy consciente de su poderío en lo visual en esos momentos, pero en absoluto ha querido dejar atrás lo que puede significar también a nivel jugable.
Parry, combos y hordas de enemigos
Valiéndonos del combate a melé, las armas a distancia, y la posibilidad de realizar ejecuciones para recuperar nuestro escudo, los frenéticos encontronazos contra esas hordas de enemigos entre las que te vas abriendo paso a tiros o a espadazo limpio son una auténtica gozada no sólo por la sensación de poder y contundencia que transmiten cada uno de los golpes y disparos que ejecutas, sino por cómo han conseguido darle la vuelta al juego para que, esta vez sí, cada encontronazo suponga un desafío.
Además de poder agarrarnos a distintos combos dependiendo del arma que llevemos, y cómo los especiales de cada clase le dan otra vuelta de tuerca en un modo Operaciones del que también hablaremos largo y tendido, Warhammer 40,000: Space Marine 2 suma aquí dos añadidos valiosísimos no sólo a la hora de elevar el reto, sino también de seguir dotando al juego del mayor espectáculo palomitero que te puedes echar a la cara: el parry y el disparo certero.
Además de la habitual esquiva del primer juego, la posibilidad de protegerte de los ataques enemigos en todo momento añade una capa más de profundidad a un combate poco abierto a darte tregua cuando las cosas se complican. Algo que, por cierto, para gozo de quienes ven en el primer juego un paseo, ocurre más a menudo de lo que parece.
Cuando un enemigo prepara un ataque más poderoso de lo normal, se encenderá un círculo azul que te invitará a apretar con todas tus fuerzas el botón de defensa para realizar un parry que podrá activar una ejecución automática en el caso de los más pequeños, o una apertura en la que dejar atontado levemente al enemigo para seguir castigándolo con tu arma favorita hasta abrir la puerta a su ejecución.
De la mano de esos parries, pero también de otros ataques contundentes como las cargas que podemos realizar tras llegar corriendo mientras el suelo tiembla a nuestro paso, el juego nos abre las puertas también a un aturdimiento que, avisándonos con una diana sobre la cabeza del rival, nos dejará apretar el gatillo para realizar un disparo certero con un movimiento tan cinematográfico como satisfactorio mediante el que, además de poder volarle la cabeza al enemigo, recuperaremos energía de escudo tal y como hacemos con las ejecuciones convencionales.
Mételo todo en una misma coctelera y verás cómo pasas de los espadazos a los disparos de tu bolter, de coger a un enemigo en pleno vuelo para partirlo por la mitad evitando que se te eche encima a, si se tercia, ver a Titus convertido en el maldito John Wick pegando disparos a diestro y siniestro mientras la cámara se mueve desde su hombro para ofrecerte el mejor ángulo posible para tu hazaña.
Warhammer 40,000: Space Marine 2 no quiere cometer los errores del primero
Y entre batalla y batalla, frente a lo flojos que resultaban aquellos paseos del primer juego a la espera de otro bicho al que aniquilar, unos escenarios que quitan el hipo y situaciones que, constantemente, te mantienen con la boca abierta mientras un ataque aéreo revienta el campo de enemigos a base de napalm o un edificio se derrumba tras ser pasto de las hordas enemigas a las que estás deseando enfrentarte. Decir que Warhammer 40,000: Space Marine 2 va a ser épico es, para alegría de todos los que lo esperamos como agua de mayo, quedarse muy corto.
Precisamente por querer huir todo lo posible de ese miedo, el de quedarse corto que muchos utilizaron para menospreciar el fantástico ritmo del primer juego, esta segunda entrega suma dos modos adicionales: un multijugador competitivo al que aún no hemos podido echarle el guante y el modo Operaciones.
A este último sí hemos podido meterle varias pasadas en dos de las misiones que estaban disponibles, unas pequeñas contiendas que puedes jugar en cooperativo con otros dos colegas (exactamente igual que la campaña), y que lejos de ser una mera colección de hordas incluye algo más de chicha para ir explorando escenarios y completando objetivos como si fuese una sección más de la historia principal.
Lejos de seguir la clásica fórmula de hacerte fuerte en una sección o moverte del punto A al punto B, Warhammer 40,000: Space Marine 2 une esas dos ideas para que exploréis escenarios en compañía en busca de llaves, que luchéis contra jefes, o que defendáis varias posiciones de los constantes ataques del enemigo.
La posibilidad de rejugar misiones y apuntar a puntuaciones más altas ya sería más que suficiente para estirar un poco más el chicle, pero lo que hace el juego es plantarte ante un nuevo sistema de progreso mediante el que subir de nivel y desbloquear perks, tanto de las armas que tienes a tu disposición como de las seis clases que podréis combinar para hacer de la batalla un desafío más dinámico.
Con habilidades y sets de armas específicos que podréis ir mejorando e intercambiando a placer tanto antes de iniciar la partida como en ciertos puntos de cada misión, sus ventajas incluyen opciones como el ya mítico jetpack de la saga, un gancho con el que acercarte a enemigos para darles cera mientras evitas que llamen a hordas de refuerzo, un sistema para marcar enemigos y poder hacerles más daño, u otros como la clásica capa de invisibilidad del francotirador o la cúpula para evitar los disparos.
El premio gordo, más allá del hecho de superar las misiones, está en la posibilidad de desbloquear nuevos accesorios y cosméticos con los que dejar a tu marine espacial hecho un pincel o un mamarracho, dependiendo de hasta qué punto quieres cargarlo con colgajos y cascos de lo más estridentes.
Apoyado en la posibilidad de adquirir nuevos trajes especiales mediante micropagos, parece que será aquí y en el multijugador donde Warhammer 40,000: Space Marine 2 planea seguir creciendo a base de nuevas misiones y novedades cosméticas para alargar la vida del juego. Pero ocurra lo que ocurra con él en el futuro, el modo Operaciones parece la excusa perfecta para seguir exprimiendo lo que más nos gusta de esta saga, la demencial fantasía de poder que supone ponerte el traje de un marine espacial.
Con el 9 de septiembre a la vuelta de la esquina, la verdad es que no necesitábamos mucho más para esperar Warhammer 40,000: Space Marine 2 como uno de los grandes bombazos del año, pero si había alguna duda del trabajazo que hay detrás del enorme reto de revivir esta saga, creo que ya han terminado por desvelarlas casi todas. Se viene un juegazo de los de antes, pero cargado de todas las mejoras y novedades que podrías pedirle a día de hoy.
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