No puedo evitarlo, a pesar de que han pasado tres décadas desde el estreno de Neon Genesis Evangelion, sigo absolutamente cautivado por su compleja mitología, en especial por un concepto que me parece tan desconcertante como fascinante: las Semillas de Vida. La primera vez que vi la serie, me vi envuelto en una narrativa que retaba las fronteras de la ciencia ficción y la filosofía. Y claro, también me quedé con la mirada perdida rascándome la cabeza, como muchos otros aficionados. Con cada revisión y lectura sobre el tema, me doy cuenta de que hay detalles de tanto calado que, o bien son unas genialidades absolutas, o bien nos estamos complicando la vida tratando de encontrar el significado oculto de algo que, en realidad, no lo tiene. Vamos, que no hay más que rascar.
¿Qué son las dichosas Semillas de Vida?
Dentro de la mitología de Neon Genesis Evangelion, las Semillas de Vida son descritas como entidades de origen desconocido que fueron creadas por una raza ancestral conocida como la Primera Raza Progenitora. Tela. Estos seres comenzaron a esparcir sus semillas por el universo, dando lugar a diversas formas de vida, incluidos los humanos y los ángeles, cuya existencia es fundamental para la narrativa de la serie. La historia sugiere que los progenitores enviaron estas semillas a distintos planetas con el propósito de preservar la vida. Si hay además otros motivos, o verdaderas intenciones, permanecen siendo un misterio.
Evangelion invita a reflexionar sobre la posibilidad de seamos solo un eslabón en una vasta cadena de vida cósmica y mucha suerte
A medida que la historia avanza, descubrimos que dos Semillas de Vida muy específicas, Adam y Lilith, se posaron en la Tierra, dando lugar a la creación de los ángeles y de la humanidad misma. Muy bíblico todo. Esta relación entre las Semillas de Vida y la humanidad plantea desde la perspectiva de esta mitología japonesa preguntas muy interesantes sobre el origen de nuestra existencia y nuestra relación con lo divino, lo que se vuelve aún más fascinante cuando consideramos sus implicaciones científicas, filosóficas y religiosas.
La panspermia: una idea científica y pop
El concepto de las Semillas de Vida en Evangelion se relaciona directamente con la teoría de la panspermia, que sugiere que la vida en la Tierra podría haber sido sembrada por microorganismos traídos por meteoritos o cometas. Este planteamiento ha ganado tracción en la comunidad científica desde que Jöns Jacob Berzelius lo mencionó por primera vez en 1834, y en esencia plantea que la vida no es un fenómeno único de la Tierra, sino que podría existir en otras partes del universo, un concepto que también se refleja en la premisa de Evangelion. La conexión entre estas ideas nos invita a reflexionar sobre la posibilidad de que la humanidad sea solo un eslabón en una vasta cadena de vida cósmica y mucha suerte.
Evangelion no es la única obra en el ámbito de la cultura pop que explora esta idea. Por ejemplo, el legendario Jack Kirby lo hizo en los años los Celestiales de Marvel a finales de los años 60, seres antiguos y poderosos responsables de la creación de la vida en la Tierra, presentan un paralelismo interesante. Estos seres, al igual que los progenitores de Evangelion, actúan como catalizadores de la vida, aunque sus motivaciones y acciones son muy diferentes.
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Además, la fascinación por los extraterrestres ha llevado al surgimiento de numerosas teorías pseudo-científicas y pseudo-históricas llenas anunnaki, reptilianos y demás criaturas celestiales de origen extraterrestre que supuestamente influyeron en la civilización humana. Gracias Erich von Däniken por los buenos ratos.
Implicaciones filosóficas y religiosas
El caso es que a medida que he ido dándole vueltas a la mitología de Evangelion y su representación de las Semillas de Vida, no puedo evitar sentirme fascinado por la manera en que estas ideas aparecen este manga y anime, tanto desde un punto de vista narrativo como estético. Pero más allá de eso, y de su base científica, las implicaciones de la existencia de las Semillas de Vida tienen otras lecturas más personales.
Vienes a ver robots gigantes que se pegan con monstruos del espacio y te vas con una duda existencial
Desde una perspectiva filosófica, esto plantea preguntas sobre la naturaleza de la divinidad y el papel del ser humano en el gran esquema de las cosas. ¿Somos simplemente un experimento cósmico de seres que nos precedieron? ¿Somos un plan-b, un descarte? ¿existe una intencionalidad real? ¿Somos hijos e hijas de la casualidad o de la causalidad? ¿O hay un propósito más profundo detrás de nuestra existencia? No sé, vosotros, ¿vosotros en qué pensáis en la cama por las noches hasta que os dormís? Estos interrogantes han sido discutidos a lo largo de la historia por filósofos y teólogos, y Evangelion aporta su granito de arena a estos debates.
La relevancia cultural de Evangelion
A lo largo de los años, Neon Genesis Evangelion ha dejado una huella indeleble en la cultura popular. Desde su compleja narrativa y personajes hasta su impresionante imaginería visual, la serie ha influido en una generación de creadores y fans. Las Semillas de Vida, en particular, han resonado con aquellos que buscan entender las raíces de la vida y su significado en el vasto universo. Vienes a ver robots gigantes que se pegan con monstruos del espacio y te vas con una duda existencial. Como las buenas obras del género, Evangelion estrecha el lazo entre la ciencia ficción y la filosofía, invitando a los espectadores a cuestionar sus propias creencias y la naturaleza de su existencia. Este tipo de narrativa es lo que hace que Evangelion sea una obra todavía muy vigente.
Si aún no has visto Neon Genesis Evangelion, o es que te animas a volver a comerte el tarro, te animo a veas la serie de anime en Netflix o las nuevas versiones cinematográficas en Prime Video. Pero tampoco le des muchas vueltas al asunto, que mira cómo estaba de los nervios el intensito de Shinji.
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