Dentro de poco más de una semana, el mundo se parará para ver uno de los momentos más esperados de toda la historia del anime de One Piece. La nueva transformación de Luffy está cerca y ya son muchos los cines que están reservando una sala exclusivamente para el episodio 1071. Sin embargo, no es la primera vez que el mundo se prepara tan bien para un capítulo de esta magnitud.
Allá por el 2018, el final de Dragon Ball Super fue un evento sin precedentes en todo el mundo. La versión final de Goku Ultra Instinto contra el todopoderoso Jiren provocó que muchos países reservaran lugares públicos para ver al guerrero más querido de la galaxia luchar por el universo 7.
Se congregó a una cantidad gigantesca de personas en las plazas de todo el mundo, algo que nunca habíamos visto hasta ese momento y que provocó una imagen inédita para la industria del anime. El hype que había por el capítulo 130 fue legendario, creando incluso carteles para el evento como si fuese una velada de boxeo. Y es que, además de ver a Goku en su momento más álgido, vimos cómo miles de personas gritaban a pleno pulmón cada ataque del Saiyajin.
Como si de un partido de fútbol se tratase, gente de todas las edades se quedó embobada durante 23 minutos delante de una pantalla gigante en la que Kakarot se veía las caras por última vez con uno de los guerreros más formidables de toda la franquicia.
Desde luego, One Piece probablemente haga historia con sus próximos capítulos, pero será difícil igualar lo que hizo Dragon Ball en su momento. Luffy ha atraído poco a poco a millones de fans a su serie, pero Goku es y será leyenda viva de la cultura popular alrededor del mundo.
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