Competir con los grandes exponentes japoneses del anime no es sencillo, y menos si eres un anime surgido de tierras chinas y te llamas Ultramarine Magmell. Hace pocos días, buscaba por Netflix una nueva serie que ver, una que no me requiriera grandes maratones; estaba un poco cansada de propuestas interminables que tardan en arrancar. Para largos animes ya tengo a One Piece. Tampoco buscaba algo que me hiciera pensar como Evangelion. Solo algo que me distrajera y así encontré esta serie. ¡Qué sorpresa terminar su primera temporada, buscar contenido sobre la segunda y encontrar que se trataba de una de las peores propuestas de la década!
Así es Ultramarine Magmell
Ultramarine Magmell nos presenta un nuevo continente, Magmell, surgido de la nada entre Asia y América. Su aparición es un misterio, pero está repleto de nueva fauna y flora de lo más exótica y peligrosa. Movidos por su misterio y la promesa de encontrar riquezas, tanto empresas como exploradores se embarcan en la nueva tierra para encontrar los premios. También hay científicos que instalan bases para hacer investigaciones capaces de revolucionar el mundo entero. Sin embargo, ninguna de estas tareas es algo sencillo.
"Magmell es un basto lugar lleno de peligros donde las muertes no dejan de suceder"
Magmell es un basto lugar lleno de peligros donde las muertes no dejan de suceder. Ya sea a manos de los extravagantes animales, la magia que habita en el lugar o la traición humana. Casi 1 millón de personas muere al año allí. Por lo tanto, la existencia de un cuerpo que encuentre a los desaparecidos parece urgente y aquí es cuando entra en juego el protagonista de la historia.
Inyo pertenece a este grupo encargado de rescatar personas. Es un joven agente que cuenta con la ayuda de Zero, encargada de llevar el dron que lo guía en Magmell. Trabaja recibiendo encargos de rescate con más o menos éxito y así, en cada capítulo podemos ver sus incursiones por el nuevo continente. Pero Inyo es algo más que un simple explorador y su poder es algo único.
Con esta premisa, a cualquiera que le guste los mundos desconocidos puede adherirse a la propuesta. Es un anime de aventuras que destaca por crear un imaginario nuevo, poco visto y algo fantasioso. Las peleas también están servidas, aunque distan mucho de llegar al nivel de los grandes shonen. Con ello, todavía me pregunto: "¿por qué está tan mal considerado?".
Es cierto que la animación no es gran cosa, por mucho que Pierrot+, una filial del estudio principal, se encuentre detrás. Acostumbrados a los niveles de Kimetsu no Yaiba, podemos decir que se queda atrás. Tampoco es una historia llena de sobresaltos, profundizaciones o misterios latentes. Pero entretiene. Es algo así como una propuesta ocasional para los que, al igual que yo, buscan algo poco denso, que termine pronto y que presente algo nuevo. Lamentablemente, solo hay una temporada disponible.
Sin embargo, como defensora de las causas perdidas, animo a aquellos que se lo encuentren a darle una oportunidad cuando quieran descansar de grandes sagas. En cierto modo, me recuerda a algunos de los animes que veía por la televisión cuando era niña, los cuales contaban historietas y entretenían. Pero estoy segura de haber visto animes mucho peores.
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