¿Recuerdas el fenómeno Beyblade cuando empezó allá por el 2002? Lo creas o no, el juego más allá del manganime no solo ha permanecido en activo desde entonces a través de de una comunidad competitiva pequeña, pero muy apasionada; sino que de hecho ha alcanzado lo que los entusiastas consideran "una segunda edad de oro" desde hace un par de años. Tanto es así, que si te mueves por círculos del 'hobby' de sobremesa eventualmente verás recomendaciones sobre la escena del metajuego de Beyblade X en YouTube.
Entiendo que para muchos, el mero concepto "metajuego de Beyblade X" ya es todo un ladrillo; pero la realidad es que llevo unos días fascinado descubriendo ese mundo a través del canal de Eddiehh Beyblade o de Beybase, el medio del campeón Blader Kei. Y lo cierto es que una vez dedicas un tiempo a informarte y ver cómo funciona todo eso, descubres que más allá de un juguete de peonzas realmente hay muchos elementos estratégicos y maneras de expresar habilidad personal a través de la elección de piezas o maneras de lanzar el dispositivo.
Beyblade también podía ser serio
Por si no estabas muy familiarizado con el tema, Beyblade es una línea de productos de Hasbro que abarca varios medios; pero el que nos interesa aquí son las peonzas de juguete que dan nombre a la franquicia y que se pueden comprar en tiendas especializadas. Cada uno está compuesto por tres piezas principales, cada una de ellas con una serie de atributos numéricos que se trasladan fielmente a la acción. La idea es enfrentar a dos o más de estos "combatientes" en un estadio de plástico oficial buscando puntuar de distintas maneras.
Los entusiastas dedican muchos esfuerzos a montar el Beyblade más especializado (o balanceado) posible, identificar y reaccionar a la estrategia del contrario, y a estudiar las particularidades del estadio para efectuar lanzamientos concienzudos. De la manera en la que yo lo veo, la gracia del juego no está muy lejos de lo que plantean el billar o incluso el género 'auto-battler': aunque la acción esté fuera de tu control, se trata de pensar y tomar decisiones valiosas en el tiempo y lugar adecuados. Ahí es donde radica la habilidad del jugador.

¿Y qué decisiones son esas, exactamente? Bueno: existen distintos arquetipos de Beyblade que cumplen sus propios roles. Algunos están diseñados para ganar simplemente rotando durante más tiempo que sus rivales, mientras que otros son más agresivos y drenan energía del contrario al chocar; como también se pueden encontrar discos que tratan de golpear tan duro que llegan a desmontar al contrario en impactos súper rotundos. Y por supuesto, otros son equilibrados.
Conocer las propiedades únicas de cada Beyblade es importante, porque en las partidas competitivas solo puedes llevar una cantidad muy reducida de peonzas y tampoco es lo mismo jugar un BO1 que un BO3. El Unicorn Sting 5-60GP, por ejemplo, tiene una punta hecha para que puedas lanzarlo muy estático o muy agresivo. El escenario también le da profundidad al juego porque en las franjas se acoplan ciertos raíles diseñados para interactuar con la geometría de la púa inferior, propulsando drásticamente los dispositivos que entran en contacto con ellos en el ángulo adecuado.
Y luego está el lanzamiento, claro. En internet aparecen muchos trucos y técnicas distintas en función de cómo se relacionan el Beyblade propio con el del contrario, pero la idea general es que el lanzador puede adoptar varias posturas en función de si prefieres que la peonza gire en el centro casi sin moverse, que vaya directamente a los raíles para atacar al centro con fuerza o que se estampe contra el contrario a cambio de sacrificar mucha durabilidad. Como existen varias maneras de puntuar, a medida que la partida avanza es posible que la estrategia de cada uno varíe.

Quizá no sea una afición para ti ni para mí, pero creo que estaremos de acuerdo en que al menos es interesante saber que existe un apasionado mundillo disfrutando de Beyblade en pleno 2025. Si buscas un poco, encontrarás que tiene un mercado propio y bastante grande también: las piezas de Takara Tomy se consideran las más apropiadas para jugar porque están sacadas directamente de la serie de TV (tanto en apariencia como en jugabilidad) y tienen 'stock' a nivel global; pero otras compañías, incluida la propia Hasbro, ofrecen otros modelos.
El asunto es lo suficientemente profundo como para encontrar ediciones limitadas en tiendas que pueden igualar o superar los 150 euros de precio en algunos casos, sin contar con lanzadores y estadios. Pero como te digo, hay tantas alternativas que es fácil empezar por poco más de 10 euros; o gastar unos 50 en un kit completo con todo lo que necesitan dos jugadores. En el plano internacional y a un nivel muy competitivo, eso sí, encontrarás algunas piezas personalizadas o descatalogadas a precios desorbitados como ocurre en todos los 'hobbies'.
Beyblade X, Set de Batalla Xtreme, Peonza de Juguete, Niños y Niñas de 8 Años o Más, Juego de Competición
Como decía más arriba, Beyblade X (2023) ha contribuido enormemente a popularizar la saga en la actualidad; y si echas un vistazo a los canales dedicados verás que no es difícil encontrar comentarios del estilo "no tenía ni idea de que existía un mundo sobre esto, pero lo voy a ver por gusto aunque no lo compre" que en lo personal me parece una acogida muy sana. Si por cualquier razón te interesa o te da curiosidad, en la web de WorldBeyblade —que no es oficial, ojo— recogen todo lo tocante al reglamento y la puntuación. Ahora, la compañía organiza torneos y eventos globales con un alcance más grande que nunca.
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Droker
¿Y esto afecta a los videojuegos en..?