Cualquier gran imperio necesita unos cimientos sobre los que establecerse. Esta es una norma básica tanto en el mundo de los videojuegos como en cualquier otro ámbito en el que sea posible crear una marca inolvidable, un producto archiconocido o un servicio de uso extendido. Y la mítica saga Grand Theft Auto no se libra de este fenómeno; lo que hoy conocemos como una de las IP más importantes de la industria se forjó inicialmente con un pequeño equipo de desarrolladores que experimentaron con varias propuestas antes de dar con la gallina de los huevos de oro. Y este periodo de lluvia de ideas y proyectos inverosímiles incluyen un colorido juego de Nintendo 64 que asentaría unas bases importantes para la franquicia GTA: Space Station Silicon Valley.
Fuente: Super Adventures in Gaming.
A comparación de los ríos de tinta que se han vertido en artículos, análisis, reportajes y noticias sobre las entregas de Grand Theft Auto, podríamos decir que Space Station Silicon Valley se establece como uno de los proyectos más desconocidos de Rockstar North (en aquel momento, conocida como DMA Design). De hecho, su desarrollo fue posible porque esta colorida experiencia de N64 formaba parte de un acuerdo con BMG Interactive, dueños originales de la marca GTA, que formalizaba la publicación de tres proyectos: el ya mencionado Space Station Silicon Valley (1995), el Grand Theft Auto original (1997) y Tanktics (1999). Y ponerse a prueba en el primero de estos desarrollos fue crucial para el futuro de lo que después se conocería oficialmente como Rockstar North.
Una particular aventura de poseer animales
Aunque se trata de una experiencia de plataformas que buscaba aprovechar las características de Nintendo 64, Space Station Silicon Valley se diferenciaba de otras propuestas del estilo a través de una jugabilidad única. Aquí, los jugadores controlaban a Evo; un robot reducido a un mero chip que debía sobrevivir 'poseyendo' animales y usando sus habilidades más destacadas. De este modo, el título presentaba rompecabezas y obstáculos que debían sortearse usando las aptitudes de aves, mamíferos y otras criaturas peculiares.
"Esa camaradería, pasión y la sensación de que 'todo vale' fue algo que nos llevamos con nosotros a GTA 3" (Obbe Vermeij).
Uno de los aspectos más destacados de Space Station Silicon Valley, al menos en lo relativo a su desarrollo, es que DMA Design tuvo una gran libertad creativa para experimentar con las particularidades de la propuesta. "La jerarquía del equipo era muy plana", recordaba Obbe Vermeij, exdesarrollador de Rockstar, en un reportaje de Game Developer. "Cualquiera del equipo podía presentar ideas, y era escuchado. La gente, yo mismo incluido, iba los fines de semana [a la oficina] para probar nuevas ideas. Había una pasión real por el juego".
"No había gran cosa en cuanto a documentación, así que podíamos probar nuevas ideas rápidamente y descartar las malas sin sufrir muchos gastos generales", seguía Vermeij en la conversación. "También hubo muy poca intromisión por parte de la dirección para sofocar la creatividad". Y esto, a su vez, provocó un fenómeno en el equipo de DMA Design que se mantendría hasta los desarrollos de las exitosas entregas de Grand Theft Auto: "Esa camaradería, pasión y la sensación de que 'todo vale' fue algo que nos llevamos con nosotros a GTA 3 y definitivamente estaba presente cuando dejé [Rockstar] después de GTA 4".
Aunque no es el proyecto más conocido de Rockstar, Space Station Silicon Valley dejó huella en un buen puñado de usuarios de Nintendo 64. A fin de cuentas, su particular propuesta gustó tanto a la prensa como a los jugadores que tuvieron la oportunidad de probar su experiencia: "El juego recibió reviews geniales de críticos y consumidores en su lanzamiento", recordaba el programador Grant Salvona en el mismo reportaje de Game Developer. "Pero, hasta donde sé, fracasó en alcanzar las ventas esperadas".
Fuente: Retro XP.
Space Station Silicon Valley y su inesperado impulso a la saga GTA
El sistema de creación de animales, así como otros aspectos técnicos de Space Station Silicon Valley, acabaron puliéndose e incorporándose en algunas las experiencias de la saga GTA. "Hay una conexión fuerte entre Space Station Silicon Valley y GTA 3", comentaba Vermeij en su charla con Game Developer. "El concepto de una entidad usando vehículos para navegar por el mundo del juego es muy similar".
Sin embargo, fueron las lecciones aprendidas con Space Station Silicon Valley lo que terminó en el ADN de la franquicia Grand Theft Auto. "La mayoría de personas que trabajaron en Space Station Silicon Valley terminaron trabajando en GTA 3 y se llevaron su filosofía con ellos", añadía Vermeij en el artículo. "Con Space Station Silicon Valley, queríamos un mundo en el que se animara al jugador a probar cosas para ver qué sucedía (por ejemplo, en uno de los primeros niveles hay una oveja que come flores y las vuelve a expulsar). Queríamos un mundo que no tratara únicamente de llegar al final, sino que también estuviera vivo y fuera interesante de explorar. Para ser justos, con el tiempo limitado y el tamaño del equipo que teníamos, nos quedamos un poco cortos. Para GTA 3, intentamos lo mismo y triunfamos".
Aunque se trata de un proyecto poco conocido, Space Station Silicon Valley recibió dos ports para extender su aventura a Game Boy Color (1999) y PlayStation (2000). Sin embargo, el juego no volvió a captar la atención de sus responsables; ni siquiera para ser incluido en una Consola Virtual de Nintendo. "Me encantaría ver una actualización de Space Station Silicon Valley para la actual o siguiente generación de consolas", expresaba Salvona. "Desafortunadamente, parece que, mientras la saga GTA está generando millones para Rockstar North, ellos tienen las manos ocupadas". Y esta afirmación no pilla a nadie por sorpresa: el eterno GTA V ha vendido 200 millones de unidades desde su lanzamiento en 2013, el popular GTA Online sigue agrandando las arcas de Rockstar y el futuro GTA 6 apunta a ser una gran revolución en el mundo de los videojuegos. Sin embargo, la filosofía alrededor de la saga nació antes de lo que pensábamos.
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