Aunque ahora lo recordamos como una época muy distante, los 90 fueron la cuna de iniciativas realmente curiosas en lo referente a la promoción de videojuegos. Las revistas de la época, que muchos recordarán con cariño, solían presentar publicidad extravagante, secciones que ya no se ven a día de hoy y hasta concursos que podían ir más allá de la simple entrega de una consola/videojuego a un lector afortunado. Porque, en relación a este último punto, Nintendo llevó a cabo una estrategia de marketing realmente particular que consistía en llevar a un jugador a Japón con todos los gastos pagados.
"¿CON GANAS DE VISITAR JAPÓN? ¡PUEDES IR COMO INVITADO DE NINTENDO!". Así, con esa efusividad, se promocionaba esta acción de la Gran N en las revistas inglesas Super Play, Game Zone y Total! allá por 1993; una estrategia única que, como recuerdan desde Time Extension, permitía al ganador no solamente viajar al país del sol naciente, sino también conocer a figuras míticas como Gunpei Yokoi o el mismísimo Shigeru Miyamoto. Y, para tener la oportunidad de salir como ganador de esta particular iniciativa, los lectores sólo debían contestar tres preguntas sencillas de un cuestionario y enviar las respuestas en carta.
Una estrategia para extenderse en Europa
Aunque algunos de estos concursos solían caer en un terreno gris y quedaban sin resultados claros, Time Extension ha podido comprobar quiénes fueron los afortunados que viajaron a Japón gracias a la iniciativa de Nintendo: Gareth Bailey, que entonces sólo tenía 13 años, y Frank O'Connor, editor de Total! (y quien, como se especificaba en el sorteo, viajaba principalmente para garantizar la seguridad del menor de edad). ¿Te suena este último nombre? No nos sorprende, pues este periodista abandonó su oficio en 2004 para meterse de lleno en el mundo de los videojuegos; actualmente, ejerce de director creativo en la saga Halo y fue el productor ejecutivo de su reciente serie de TV.
"La competición surgió como resultado de Nintendo UK intentando impulsar su visibilidad" (Frank O'Connor).
Ahora bien, ¿qué razones tenía Nintendo para llevar a cabo esta curiosa maniobra? Pues hacerse notar en el mercado europeo. Aunque la Gran N conquistó sobremanera al público japonés y estadounidense, tuvo algunas dificultades para extenderse entre los jugadores del Viejo Continente. "La competición surgió como resultado de Nintendo UK intentando impulsar su visibilidad", confirmaba O'Connor en una entrevista concedida a Time Extension. "Estábamos tan sorprendidos como todos de que sucediera. Era un impulso para hacer algo destacado, centrado en el cliente, y único. Es una iteración obvia del 'Billete Dorado' de Charlie y la Fábrica de Chocolate".
Concretamente, el viaje consistía en un periplo soñado por muchos: "Viajé con Frank [O'Connor] y estuvimos tres noches en Hong Kong y tres noches en Tokio antes de tomar un tren bala para pasar otras tres noches en Kioto", recuerda Bailey en otra entrevista. Esto, además, incluyó una visita por las oficinas de Konami, las de Nintendo y, como decíamos anteriormente, la posibilidad de conocer en persona a dos de las personas más importantes en la historia de la Gran N. Además, O'Connor añade que tuvo la oportunidad de conocer a Hiroshi Yamauchi, el tercer presidente de la compañía nipona.
Fotografías del viaje. Fuente: Total! (número 28, abril de 1994).
Un viaje con sorpresa
Como puedes imaginar, esta oportunidad de caminar por las calles de Japón permitió a Bailey y O'Connor no sólo visitar puntos clave de la industria de los videojuegos, sino que también pudieron descubrir una cultura poco conocida allá por la década de los 90 (al menos, a comparación de lo que sabemos en la actualidad gracias a Internet y otros avances tecnológicos/sociales). Y esto dio lugar a un choque cultural que dejó algunas anécdotas curiosas; Bailey, por ejemplo, odió el sushi de inmediato y escondió estos platos con cautela para no ofender a los miembros de Nintendo con los que estaba comiendo. Además, el joven recuerda "a Shigeru Miyamoto y Gunpei Yokoi presentándose con sus tarjetas de visita, las cuales metí inmediatamente en mi bolsillo trasero, solamente para enterarme después de que eso era un insulto en Japón. Aparentemente, se supone que debes tomar la tarjeta con dos manos y estudiarla".
Pero el momento más brillante del viaje fue, sin duda, el que vivió O'Connor: "El punto más destacado, para mí, fue cuando me preguntaron si quería ver un nuevo juego en desarrollo que todavía no se había enseñado a la prensa", recuerda en la charla. "Nintendo todavía estaba intentando encontrar su lugar en Europa desde la posición de que mucha gente no estaba súper familiarizada con algunas de sus franquicias, pero, ¿sobre la demo sorpresa? Era Super Metroid en SNES. Casi me desmayo. ¡Y nos dejaron jugarlo!".
En resumidas cuentas, Bailey y O'Connor pudieron disfrutar de un viaje con el que la mayoría sólo podemos soñar. Y, con esto, ambos se han quedado con recuerdos para toda la vida. Así que, aunque este tipo de iniciativas ya no se llevan a cabo con tanta frecuencia, esta historia demuestra que vale la pena participar en los concursos que organizan las grandes marcas de videojuegos. Quién sabe, quizás algún día uno de nosotros pueda vivir una experiencia similar a la que ofreció Nintendo en su momento.
Imagen de cabecera | David Edelstein (Unsplash)
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