Abelardo González
Editor - TechEl mundo del PC Gaming suele dar lugar a historias de lo más rocambolescas. Entre ellas, por ejemplo, tenemos la protagonizada por un usuario que volvió a las GPU de AMD tras 20 años centrado en las de NVIDIA, una situación a la que podemos sumar la decisión de un jugador de optar por un PC Gaming en lugar de una PS5 Pro a raíz del precio de esta última. Sin embargo, ninguna se acerca a la de hoy, ya que está protagonizada por un basurero que encontró un PC Gaming de más de 2.000 euros en la basura.
Como indica él mismo en una publicación de Reddit, se sorprendió cuando encontró "una auténtica bestia" en la basura. Así, señala que durante su turno de trabajo se topó con un PC Gaming con una RTX 2080 Ti, un AMD Ryzen Threadripper 3970X y 32 GB de DDR4, tres componentes que demuestran la potencia del equipo. Y, para sorpresa del protagonista de la historia, lo único que tuvo que modificar fue la fuente de alimentación, ya que no confía en la que venía con el ordenador al encontrarse mojada.
El 1% de las veces se encuentra algo útil
En los comentarios, muchos usuarios alabaron su decisión de adquirir una nueva fuente de alimentación, pero muchos mostraron interés en un aspecto concreto: cuántas cosas útiles encuentra en la basura. Según indicó el usuario, el 99% de las veces solo es basura (valga la redundancia), pero el otro 1% se topa con objetos de lo más útiles: "casi todas las herramientas de mi coche son de la basura". No obstante, el debate se centró en las posibilidades del PC Gaming que encontró, ya que hablamos de una configuración que supera los 2.000 euros.
Gracias a sus virtudes, la RTX 2080 Ti sigue siendo una GPU de lo más competente para disfrutar de títulos en 4K y, además, sacar partido a herramientas relacionadas con el renderizado o el aprendizaje automático. A su vez, la CPU de AMD es un monstruo de 32 núcleos y 64 hilos, diseñados para cargas de trabajo extremas como edición de vídeo 8K, razón por la que se convierte en la estrella del hallazgo del PC Gaming. Y ello, sumado a la memoria RAM, provoca que el PC Gaming cuente con un coste de más de 2.000 euros, razón por la que el protagonista de la historia tuvo un golpe de suerte tremendo.
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