Tengo una relación de amor-odio con Steam Deck. En muchos sentidos, es la portátil perfecta; pero en la práctica, cosas como su peso me echan un poco para atrás. Y luego está la resolución de la pantalla, que siempre he visto algo así como una tarea a medio resolver: 1280x800p es una resolución la mar de interesante, pero con poco o ningún soporte por parte de los desarrolladores.
Como te puedes imaginar, Valve no eligió ir con una resolución 1280x800p al azar. El formato 16:10 es relativamente frecuente en el mundillo de las tablets, y el pequeño incremento de píxeles en vertical que obtiene frente al estándar HD de 1280x720p es de bastante buen recibo a la hora de trabajar en tareas de ofimática —esto no deja de ser un PC, recuerda— en una pantalla portátil de 7".
Haciendo cuentas, de hecho, su densidad de píxeles (206 PPI) es comparativamente similar a la que se ofrece en lo que a día de hoy consideraríamos el monitor ideal para jugar en PC de sobremesa: 27" y resolución de 2560x1440p. Dicho de otra manera, es lo que tiene que tener para lo que es en realidad Steam Deck: un ordenador que puedes sacarte de la mochila.
A la hora de jugar, creo que también me quedaría con la resolución de Steam Deck frente a los 1920x1080p de competidores directos como MSI Claw o ASUS ROG Ally porque creo que estos plantean una diferencia de precio muy grande para el impacto que tiene en lo visual en una pantalla de ese tamaño, y porque el consumo energético también va en detrimento de la batería.
Big Picture está diseñado para los 800p, y la interfaz luce genial. En juegos, un poco menos. Imagen: propia.
Por qué las bandas negras son insalvables
Vamos, que esto está más que bien medido. Bien por Valve. Lo que no me gusta tanto es lo que ya hemos visto todos a estas alturas, que es el hecho de que casi todo lo que juegas en Steam Deck tiene bandas negras en los márgenes superior e inferior porque la industria triple-A es perfectamente consciente de que casi todo el mundo juega en una pantalla 16:9 y no merece la pena ir más allá.
Esto no es en absoluto un asunto tan simple como editar tu juego en Unreal Engine, darle a un desplegable de resoluciones y rellenar un casillero con "1800x800"; habría que hacer un esfuerzo considerablemente superior trastocando la cámara, el campo de visión y tal vez solucionar muchos bugs relacionados con el suelo para soportar de forma nativa esa resolución.
Lógicamente, la idea de acomodar cada juego a Steam Deck es desechable cuanto menos; y Valve tampoco tiene mucho que hacer ahí. Recuerdo que cuando era un crío e insertaba los cartuchos de GameBoy Color en mi GameBoy Advance, había una opción para estirar la imagen hasta encajarla en los bordes de la pantalla, pero si aquello ya era horroroso en un RPG pixel-art, imagina en The Witcher 3.
Pura frustración: tienes una pantalla perfecta para tu dispositivo, pero no hay manera de estandarizarla. La única manera de arreglar las bandas negras es que Steam Deck venda lo suficiente como para que sea comercialmente viable hacer juegos diseñados con este hardware en mente (à la Aperture Desk Job) o sobrellevar adaptaciones monstruosas de juegos existentes con ese propósito.
Habrá que ver qué pasa en el futuro, porque Steam Deck es una plataforma bastante joven aún con muchas posibilidades de cara al futuro y de momento Valve solo ha lanzado una única revisión. Sí es verdad que existen terceros vendiendo mejoras, y tal vez en otra semana hablemos acerca de cómo va eso de cambiar el panel por uno con 1920x1200 de resolución. Pero el problema es el que es, y desafortunadamente no parece que vaya a cambiar.
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