Solo con la primera impresión Minami Lane parece el juego cozy perfecto. Su estética de colores pasteles y personajillos cabezones, su interfaz minimalista y su jugabilidad sencilla son un reclamo evidente que ha funcionado en Steam desde su estreno en febrero.
En algún momento de 2024 también llegará a Switch, resultado en gran medida de insistentes peticiones de los fans de lo cozy y en lo que resultará un matrimonio ideal. La premisa es un pequeño giro de los constructores de ciudades donde en lugar de un enorme tablero de juego nos centramos en una única calle y en un número más limitado de edificios y habitantes.
Parques y tiendas de boba
Las bases del género aun así se mantiene. Introducir viviendas y negocios locales como restaurantes o librerías irá resultando en la llegada de nuevos vecinos, y mantener su satisfacción alta es una de las prioridades, con simpáticos bocadillos apareciendo encima de sus cabezas donde ponen sus pensamientos sobre la calle, algo del tipo: "Me gusta este restaurante, pero podría ser un poco más barato".
La personalización es una de las características principales. Hay cambios estéticos que podemos hacer en los locales como personalizar los colores, pero también otros que tienen un impacto en la jugabilidad, como diseñar los platos que venden los restaurantes o cambiar el precio de los productos.
En su paso por Steam los jugadores se mostraron encantados con la propuesta, con reviews "Extremadamente positivas", en parte impulsadas por su generoso precio de apenas 4,99€. La crítica también se mostró favorable, en Hardcore Gamer escribieron: "es un viaje encantador que invita a los jugadores a crear, gestionar y hacer crecer su pequeño pedazo de paraíso."
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