A nadie se le escapa que los videojuegos están hoy en día mucho más integrados en la vida familiar y social que hace unos años, gracias en parte a que existen abundantes experiencias interactivas que para personas mayores, por ejemplo, ni siquiera entrarían bajo la consideración de ser videojuegos. No al menos como los de "las maquinitas", como muchos llaman todavía a las videoconsolas. ¿Quién no ha visto a familiares enganchados a Candy Crush? ¿O a Apalabrados? El hecho de que los videojuegos gusten no es una cuestión de edad ni de generaciones, sino de intereses y actividades significativas.
Al igual que pasa en la medicina, el 80% de un buen tratamiento reside en el diagnóstico; si conocemos a la persona, es fácil encontrar un juego que resuene con ella. Porque como ocurre con cine o literatura, hay un videojuego para cada persona. Con esta pequeña muestra de empatía, muchas de las barreras y resistencias frente al medio se diluyen incluso entre esas personas ajenas por completo al ocio electrónico.
El poder terapéutico de los videojuegos
¿Alguna vez habéis jugado a videojuegos con vuestros abuelos? Los videojuegos, más allá de lo lúdico, gracias a la interacción y a la inmensa variedad de experiencias que presentan son un recurso muy poderoso a la hora de permitir un acercamiento entre personas de diferentes generaciones e intereses. Si además lo vemos desde el marco del envejecimiento y el deterioro cognitivo, estamos ante un recurso terapéutico de eficacia más que demostrada. Numerosos estudios avalan la estimulación cognitiva como una de las terapias más efectivas para ralentizar el desarrollo y el avance del deterioro, y los videojuegos son capaces de proveerla.
El hecho de que los videojuegos gusten no es una cuestión de edad ni de generaciones, sino de intereses
Este tipo de dinámicas, que deberían estar más normalizadas, se denominan en el ámbito socio-sanitario como intergeneracionales. Elegir el videojuego adecuado puede introducir a la persona en un mundo hecho a su medida; un mundo que, de otra manera, sería totalmente inaccesible. Y si en ese mundo, además, nos encontramos con un niño o adolescente al que acompañar y de cuya flexibilidad cognitiva nos podemos empapar, convierte a la experiencia en una terapia única. Esta es la base del gaming intergeneracional.
Las personas mayores pueden disfrutar del mismo tipo de experiencias que nosotros. Por supuesto, es posible que necesiten algo de apoyo debido a características intrínsecas de la edad. Más allá de las diversas barreras físicas que su salud pueda poner, la falta de experiencia suele ser el principal obstáculo; concretamente, la mayor barrera de entrada suelen ser los mandos y sus botones. Sin embargo, seguro que habéis visto que ocurre algo similar en personas de todas las edades.
Es fundamental que el gaming intergeneracional esté basado en la empatía, para así poder ofrecer una interacción adaptada
Siempre he pensado que los que manejamos con soltura un mando de videojuegos hacemos algo muy parecido a tocar un instrumento; debemos ser realistas y coherentes con el aprendizaje que esperamos de la persona. Quizás las mejores experiencias para empezar no sean un Call of Duty; quizás incluso la primera toma de contacto deba ser con aventuras narrativas de toma de decisiones, a lo Life is Strange, o usando la función de inmortalidad de los últimos Super Mario. Lo más importante es ofrecer a la persona una interacción adaptada, pues eso es lo que caracteriza a nuestro medio, y lo que provoca esa conexión emocional tan única entre el jugador y la obra.
Para personalizar la interacción con el pad al máximo, los mandos de PlayStation Access o el mando adaptativo de Xbox han resultado ser un aliado indispensable a la hora de acercar los videojuegos a una audiencia más amplia. No solo permiten mapear los botones a voluntad, sino que también nos dejan usarlos de una forma ideal para trabajar la comunicación y el reparto de tareas.
Imaginaos la inmensidad de experiencias single player que, de esta forma, permiten una interacción divertida para dos jugadores. Este formato permite incluso que uno de los jugadores ejerza un papel de guía mientras que el otro simplemente tiene que estar pendiente de una o dos acciones. Es una forma de jugar que, en mi trabajo diario como fisioterapeuta, me está permitiendo utilizar de una forma prácticamente inmediata títulos que jamás pensé que podrían resultar divertidos para esta población. Limitando en un principio la interacción a uno o dos botones, pero con funciones muy evidentes y necesarias en pantalla, no solo se establece una dinámica divertida, sino que reduces de una forma importante esa barrera inicial de entrada.
Un videojuego para cada persona
Una de las mejores experiencias al respecto la encontramos con la pasión de los ancianos por Red Dead Redemption 2. El motivo es evidente: hay una gran cantidad de personas mayores para las que las películas del oeste han formado una parte fundamental de su ocio y su cultura cinéfila. Gracias a la jugabilidad emergente del juego de Rockstar, tenemos una fuente casi infinita de aventuras diferentes cada vez que conectemos la consola, simplemente paseando por su mundo. Además, es un juego que permite de una forma muy natural que un jugador asuma la mayor parte de funciones, y que pueda apoyar al otro en otras mas sencillas, como montar a caballo. Podríamos probar con GTA, pero es probable que, más pronto que tarde, adquiriera unos tintes de Carmageddon muy difíciles de justificar desde mi posición de terapeuta, así que por el momento lo dejaremos en el baúl de los "quizás".
Últimamente hemos abierto el abanico de aventuras para ver hasta dónde podía llegar esta manera de presentar los videojuegos a las personas mayores. Por lo visto hasta el momento, el límite únicamente reside en nuestra creatividad y el interés de la persona. Jugamos a Hogwarts Legacy manejando una escoba o una montura voladora entre dos personas; no solo es una marca muy afín con la población más joven, sino que al mayor le suele llamar mucho la atención el hecho de manejar algo que vuela. Para su generación puede que Harry Potter no sea mas popular que Manolo Escobar, pero sí que están familiarizados con el concepto de brujo o mago.
De esta manera, no solo sirve para crear una dinámica de conducción colaborativa atípica y divertida, muy fácilmente guiable gracias al impresionante mundo abierto que regala el juego, sino que mayor y joven pueden hablar sobre sus propios bagajes culturales de una forma natural. Conviene destacar que es una actividad que también ha funcionado excepcionalmente bien compartiendo el control de la escoba únicamente entre dos personas mayores.
Hogwarts Legacy es un buen juego para compartir entre jóvenes y ancianos.
En la misma línea, Astro’s Playroom nos ha regalado muy buenos ratos de risas gracias a su colorida presentación, y sus niveles repletos de detalles por descubrir. Aparte de ser un fabuloso plataformas 3D, también es uno tremendamente accesible y disfrutón, haciendo muy fácil la navegación por sus niveles y el reparto de funciones. El encanto de Astro y sus amigos hace el resto, dando momentos genuinos de risas y fascinación para aquellos que lo descubren por primera vez.
Conducir es una actividad muy importante para mucha gente, y una de las que más duele que nos quiten
Hablando de actividades significativas, conducir es una actividad muy importante para mucha gente, y una de las que más duele que nos quiten cuando ya no podemos seguir poniéndonos al volante. También, por cuestiones culturales, hubo muchas mujeres que se quedaron con las ganas de aprender a conducir, ya fuera porque no les dejaron o porque jamás se lo fomentaron. Para ambos tipos de perfiles, los videojuegos de conducción ejercen una labor impagable a la hora de regalar una experiencia lo más cercana posible a la realidad. Se puede usar mando tradicional, pero donde de verdad consigues emocionar a la persona es con un volante y pedales; esa barrera que supone un pad la borras de un plumazo, y generas una sensación de excitación e inmersión que ni los mejores gráficos del mundo pueden igualar.
En estos juegos en particular es más fácil entregar desde el principio el control completo del coche al jugador inexperto, pero también se puede hacer dividiendo funciones, cogiendo un jugador el volante y otro los pedales; esta manera concreta funciona especialmente bien con niños pequeños y mayores, pues el mayor suele ejercer un papel de maestro de una forma muy orgánica y empoderante para la persona, mientras que el niño tiene la sensación de estar realmente, de primera mano, aprendiendo a conducir. Por mi experiencia, Gran Turismo 7 funciona muy bien al inicio gracias a sus circuitos guiados (y para dar una inmersión total con PS VR2), pero Forza Horizon 4, con su mundo abierto para recorrer y su siempre prometedor horizonte, suele ser la opción predilecta.
El efecto Wii sigue siendo imbatible
Dentro de los juegos deportivos, sería muy fácil caer en el fútbol y FC 24; aunque aún no lo he probado de primera mano, me inclino a pensar en que el tamaño de los jugadores y la velocidad de su juego pueden afectar bastante a la diversión, pero igualmente lo intentaremos. Sin embargo, si queréis acercar los deportes de una forma divertida y multijugador, la Wii, con su Wii Sports Resort y su Wii Fit Plus siguen siendo imbatibles, incluso con la presencia de Nintendo Switch Sports. Por supuesto, no dejéis de probar Just Dance; la música y el baile alegran a cualquiera, y nuestros abuelos no son una excepción. Incluso podéis solapar canciones de su época con las coreografías del juego para hacer una mezcla de lo más ecléctica.
Si igualmente queréis intentar alguna opción de fútbol multijugador para una práctica intergeneracional, y tenéis dos Meta Quest disponibles, CleanSheet es una opción fabulosa. Es un título diseñado para el entrenamiento de un guardameta, con una experiencia de juego muy personalizable y modalidad multijugador tanto local como online. Sin salirnos del entorno de la realidad virtual, Wander y Wooorld son dos alternativas maravillosas para compartir una tarde de viajes intergeneracionales; no solo cuentan con mapeado de pueblos extremadamente recónditos de España, sino que también ofrecen colecciones especiales, como viajar a la estación espacial o a un festival internacional de globos aerostáticos. Una forma perfecta de que mayor y joven viajen juntos, salvando las posibles dificultades del transporte, y sin salir de casa.
El impacto de Wii Sports entre los jugadores menos habituales fue tremendo.
Por último, siempre viene bien para partidas rápidas contar con un juego de lucha de referencia, y nosotros lo hemos encontrado en Tekken 8 por varios motivos: su variado plantel de luchadores, su editor de personajes y su aspecto más realista lo han hecho destacar por encima de otras propuestas como Street Fighter VI, al menos con las personas mayores con las que lo he probado. Además, su barrera de entrada es extremadamente baja; ¿nunca habéis conocido a ese amigo que, pulsando todos los botones con tanta aleatoriedad como furia, consigue ganar a tu mejor luchador? Es un tipo de juego muy disfrutable, incluso si no sabes manejar adecuadamente al luchador, y por ello puede dar muy buenos ratos de risas mientras que se aprende el auténtico manejo. Gang Beasts, por su aspecto afable y la presencia de precipicios, también suele dar muy buenos ratos, aunque la adaptación de sus controles resulta más complicada.
Si aún tenéis dudas de la eficacia del gaming intergeneracional, os invito a que busquéis información acerca de las I Jornadas Intergeneracionales Gaming. Es un evento que se celebró en Madrid hace unas semanas, organizado por el CEIP Jose Hierro y los Centros de Día Florencia, donde 75 niños y 20 personas mayores participaron durante toda una mañana en varias de las experiencias colaborativas que hemos descrito. Se ha podido llevar a cabo gracias a la colaboración de ambas instituciones, pero también gracias al aporte de material de INCISIV (creadores del juego de fútbol de VR CleanSheet) y de Fundación ONCE y Ga11y- Videojuegos Accesibles, que nos prestaron una PS5 totalmente equipada y dos mandos PlayStation Access para la ocasión. El gran éxito entre los asistentes ha hecho que se convierta en un evento anual, así como en una dinámica que se replicará en el futuro en otros centros educativos.
A partir de aquí, no dejéis de probar todos aquellos juegos que se os ocurran. Si lo pensáis con empatía hacia la otra persona, y teniendo en cuenta sus gustos e intereses, tenéis asegurado el éxito. Y es que los videojuegos son capaces de emocionar y conectar, tanto con nosotros como con el resto de fascinantes vidas que tenemos a nuestro alrededor.
En 3DJuegos | El potencial de los videojuegos como herramienta educativa del siglo XXI
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