Lo describieron como "el juego más difícil que existe" y era tan exigente que sería "impensable" lanzarlo a día de hoy. Recordando Defender

Lo describieron como "el juego más difícil que existe" y era tan exigente que sería "impensable" lanzarlo a día de hoy. Recordando Defender

Aunque se estrenó allá por 1981, su impacto fue tan grande que algunos jugadores todavía recuerdan la complejidad de esta experiencia entre alienígenas

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Defender

Todas las generaciones tienen "ese juego" que deja huella en la memoria de los jugadores por su elevada dificultad. Ahora mismo, este honor lo tiene FromSoftware con Elden Ring y su reciente DLC Shadow of the Erdtree; aunque, evidentemente, este tema puede dar lugar a un debate sobre la complejidad de las Tierras Intermedias a comparación de lo visto en Dark Souls, Demon's Souls, Bloodborne y otros juegos alejados de este estudio nipón. Sea como fuere, la era dorada de las recreativas también tenía títulos en los que sobrevivir durante unos cuantos minutos se observaba como una gran hazaña entre usuarios. Y Defender fue una experiencia arcade tan endiablada que, a día de hoy, sigue estableciéndose como una de las aventuras más difíciles de toda la historia de los videojuegos.

Eugene Jarvis, quien fuera programador de la empresa de máquinas pinball Williams antes de convertirse en una figura clave para el desarrollo de Defender, recuerda en el recopilatorio Williams Arcade's Greatest Hits (vía Game Developer) que su juego arcade no tuvo mucho éxito en su primera presentación en el AMOA (Amusement & Music Operators Association) de 1980. De hecho, pocos se acercaron a esta experiencia de alienígenas, naves espaciales y disparos en scroll lateral: "Tenían miedo de este juego", comentaba el creador. "Supongo que era por todos los botones". Porque, a comparación de otras recreativas de la época, Defender se caracterizaba por tener un joystick y cinco botones; controles necesarios para llevar a cabo todas las acciones de la aventura. Sin embargo, este tipo de extravagancias fue lo que convirtió este juego lanzado en 1981 en una peripecia tremendamente influyente.

Humanos vs. Aliens. Esta vez, en modo hardcore

Al tratarse de una máquina recreativa de la década de los 80, puedes imaginar que el apartado visual de Defender constaba principalmente de figuras simples, líneas y puntos que simulaban ser disparos. No obstante, esta sencillez ocultaba una de las experiencias más complejas que se habían visto en el mercado de los videojuegos; con la clásica trama de 'humanos vs. aliens', el jugador podía controlar una nave espacial arriba, abajo, izquierda y derecha, surcando la superficie de un planeta, para matar oleadas de extraterrestres invasores que intentaban secuestrar astronautas. Ahora suena como una experiencia extremadamente discreta, pero Jarvis y compañía idearon unas cuantas mecánicas extra para aumentar la dificultad de la partida.

Aunque tenía un aspecto simple, propio de 1981, Defender tenía muchas mecánicas que complicaban la experiencia entre extraterrestres.

Porque, por un lado, era fácil que el jugador recibiera el impacto de un alienígena si bajaba mínimamente la guardia. Por ello, el equipo de Williams creó dos objetos bastante útiles para salir de cualquier situación peliaguda: tres 'bombas inteligentes' que hacían desaparecer todos los enemigos en pantalla y un 'salto al hiperespacio' que cambiaba inmediatamente la posición de la nave espacial a un espacio aleatorio de la pantalla. Esta última opción podía complicar todavía más la partida del jugador enviándole a una zona de alto riesgo o, directamente, poniéndolo en el mismo espacio que un extraterrestre.

Y si la experiencia de sobrevivir entre alienígenas ya era difícil de por sí, Defender elevaba todavía más la dificultad añadiendo diferentes tipos de enemigos y abducciones a los humanos que paseaban por la parte inferior del monitor. El jugador podía salvar a estos astronautas, que eran transportados hasta la zona superior de la pantalla, disparando a los extraterrestres secuestradores (con el riesgo de dar al objetivo a rescatar) y recogiendo a sus víctimas en el aire antes de que terminaran hechas papilla en el suelo. En el caso de no conseguirlo, éstas se convertían en Mutantes hostiles que aumentaban todavía más la dificultad del juego. ¿Y qué pasaba si todas las personas terminaban convertidas en Mutantes? ¿Es un Game Over inmediato? Para nada, pues esto provocaba la explosión del planeta que el usuario intentaba proteger y los Mutantes pasaban a ocupar buena parte del escenario. Lo que, en resumidas cuentas, creaba un contexto tan caótico que el usuario sólo podía sobrevivir unos segundos.

Defender 2 Defender (1981). Fuente: RedSevenNine en YouTube.

Una batalla que ha pasado a la historia

Más arriba en este artículo, os decíamos que Defender no captó la atención de muchas personas en el AMOA de 1980. Sin embargo, este comienzo tibio mejoró con el lanzamiento del juego al público; la obra de Williams vendió 55.000 unidades y se convirtió en el producto más vendido de la historia de la compañía. De hecho, su popularidad fue tan grande que ahora se la considera una de las recreativas más exitosas de todos los tiempos. A fin de cuentas, los jugadores disfrutaban compitiendo entre sí formando grupos alrededor de cada máquina de Defender.

Ahora bien, ¿por qué se trata de un juego tan recordado? Además de su endiablada complejidad, a la que Gamasutra hacía alusión diciendo que era "posiblemente, el juego más importante y difícil que existe" y que "parece impensable hoy", Defender también influyó en el desarrollo de videojuegos posteriores. Su peculiar distribución de la pantalla (con un minimapa para controlar la emergencia extraterrestre en cualquier momento), sus mecánicas de salvación de astronautas y su jugabilidad de disparos fueron clave para el nacimiento de otros títulos.

De hecho, Defender fue tan famoso entre los fans de las máquinas recreativas que Williams aprobó varios proyectos tanto para continuar la aventura entre extraterrestres como para recordarla. Por un lado, el juego tuvo una secuela llamada Stargate (que, en algunas versiones, se conocía directamente como Defender II debido a problemas de derechos); por otro lado, la obra de Jarvis y compañía se recuperó con Defender 2000 (para Atari Jaguar) y en un recopilatorio ya mencionado en este texto, Williams Arcade's Greatest Hits. Por último, los jugadores de GameCube, PS2 y Xbox tuvieron la oportunidad de probar una experiencia con gráficos en 3D a través de un remake oficial. Y, a día de hoy, todavía son muchos los jugadores que recuerdan la primera incursión de Defender en el mundo de los videojuegos. Especialmente, cómo no, por su elevada dificultad.

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