Es innegable que el impacto de la inteligencia artificial está transformando la actualidad tecnológica. Hace unos días, conocimos la existencia de SocialAI, una red social sin humanos pensada para bombardear con interacciones falsas a personas con un círculo de amistades pequeño. Sin embargo, el crecimiento de la IA también ha ido ligado a una idea que, por desgracia, gana cada vez más peso entre un grupo amplio de personas: el temor a perder su trabajo.
Como indica el portal TechSpot en una reciente publicación, en los últimos meses se ha visto un auge del aumento del uso de la IA en restaurantes de ciudades tan masivas como Nueva York, Miami o San Francisco. Así, estos están utilizando sistemas de IA capaces de estar a cargo del sistema de reservas, ya que cuentan con la capacidad de saludar, responder preguntas sobre códigos de vestimenta, informar sobre políticas de alergia y mucho más. De hecho, RestoHost, una empresa que da servicio a 150 restaurantes en Atlanta, afirma que su IA es capaz de manejar el 90% de las consultas telefónicas sin intervención humana.
Un modelo de suscripción con soporte multilingüe
Según se recoge en la noticia original, las empresas especializadas ofrecen modelos de suscripción personalizados a los restaurantes. Así, las opciones premium cuentan con más funcionalidades que los planes más baratos, una opción que les da la posibilidad de comunicarse en varios idiomas. De hecho, los informes indican que, a pesar de los recursos en línea, muchos restaurantes aún reciben llamadas y los más populares aceptan entre 800 y 1.000 reservas al mes a través de este método. Además, para algunos dueños de restaurantes, la aceptación de la Ia implica facilitar el trabajo del personal sin molestar a los clientes.
Sin embargo, también existen algunas desventajas ligadas a este proyecto. Brian Owens, dueño de Crave Fishbar, asegura que inicialmente estaba a favor de la IA, pero dicha situación cambió cuando comenzó a recibir quejas de clientes molestos que deseaban hablar con una persona. Por ello, algunas personas han expresado su frustración al interactuar con chatbots, llegando incluso a insultar si no pueden obtener la atención de un humano. Por ese motivo, la experiencia de los usuarios varía y, para algunos, nada mejor que optar por la vía tradicional para charlar con una persona real.