Desde la irrupción de DeepSeek, Estados Unidos ha tenido clara cuál es la hoja de ruta: evitar que la IA de China crezca entre su población. Un ejemplo de ello es la normativa que estudió implementar, ya que la misma conllevaba penas de prisión o multas millonarias a quienes utilizasen la app de la startup asiática. Sin embargo, Estados Unidos no se rinde y, por ello, está estudiando la prohibición de DeepSeek en dispositivos gubernamentales, dado que considera que su uso en este tipo de terminales podría ser perjudicial para la seguridad nacional.
Como señala Reuters, los funcionarios temen por el manejo de los datos de los usuarios por un motivo: DeepSeek almacena la información en servidores ubicados en China. Por ese motivo, están evaluando la posibilidad de implementar restricciones adicionales. Así, se ha puesto sobre la mesa prohibir la aplicación en tiendas digitales o limitar el acceso de proveedores de nube estadounidenses a modelos de IA de DeepSeek, pero aún no se ha tomado una determinación al respecto. A pesar de ello, un grupo de 21 fiscales estatales instó al Congreso a aprobar una ley que prohíba el uso de DeepSeek en dispositivos gubernamentales.
Estados Unidos vigila de cerca a China
No obstante, esta no es la única cuestión relacionada con China que preocupa a Estados Unidos. Como también indica la propia Reuters en otra publicación, la Oficina del Representante de Comercio del país norteamericano busca celebrar una audiencia sobre los semiconductores chinos, un aspecto al que debemos sumar la intención de imponer más aranceles a los productos provenientes de este país asiático. En esencia, el objetivo es proteger a los fabricantes estadounidenses frente a la expansión estatal de la industria de chips en China y, por ello, los norteamericanos están vigilando de cerca los pasos de sus rivales asiáticos.
Desde el 1 de enero, Estados Unidos aplica un arancel del 50% a los semiconductores chinos, pero esto también juega en contra de los intereses nacionales del país. En la actualidad, el 66% de los productos estadounidenses que usan chips contienen semiconductores chinos y, a pesar de dicha condición, muchas empresas desconocen su origen. No obstante, China defiende que su industria de chips no emplea prácticas anticompetitivas, pero Estados Unidos afirma que el país subsidia y distorsiona el mercado. Por ello, mientras la atención pública se centra en DeepSeek, EE.UU. sigue estudiando qué hacer con los chips de China.
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