La relación de Elon Musk y X (antes conocida como Twitter) es de las más tormentosas de la actualidad tecnológica. Desde que el multimillonario cerró la adquisición de la plataforma, este ha protagonizado multitud de polémicas y escándalos relacionados con la red social. Así, en los últimos días, no solo hemos conocido que sus descensos en publicidad no paran de descender, sino que Musk está llevando a cabo todas las maniobras posibles para evitar un pago de 183 millones de euros.
Sin embargo, la última noticia que relaciona al multimillonario con la red social es de lo más rocambolesca. Como señala la versión brasileña de IGN en una reciente publicación, Musk decidió agotar el stock de AirTags de una Apple Store para rastrear el traslado de los servidores de Twitter. Sin embargo, olvidó lo más importante: existe un límite de 16 AirTags por cuenta de Apple ID. Por ello, no pudo conectar todos los que compró, ya que el sistema le advierte que no es posible adjuntar más dispositivos si no elimina antes uno (y, así, siempre tendrá un máximo de 16).
La función principal de los AirTags
Según indica la biografía de Musk escrita por Walter Isaacson, el actual dueño de X compró cientos de AirTags para vigilar el traslado de los servidores. Para su desgracia, solo fue capaz de utilizar poco más de una decena de los mismos, ya que es imposible evitar el máximo de 16 unidades que ha otorgado Apple a cada cuenta de la marca. Con ello, la firma se asegura de que los usuarios tengan el control sobre sus dispositivos, pero no lo hagan de forma abusiva.
En los últimos años, los AirTags han ganado popularidad gracias a su capacidad de localización. Por ello, es habitual que se coloquen en llaveros, mochilas, coches e incluso mascotas, ya que representan una gran forma de tener el control sobre determinados dispositivos o seres vivos. Además, los AirTags pueden compartir su ubicación con seis personas diferentes, razón por la que familias o grupos de amigos pueden encontrar objetos en común.
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