Elon Musk obligó a millones de empleados a demostrar su productividad o perderían su empleo. Ahora el FBI le ha puesto freno

Elon Musk se ha convertido en uno de los activos más importantes del actual gobierno de Donald Trump. A raíz del regreso de este a la Casa Blanca, Musk ha tenido la oportunidad de colocarse al frente de DOGE, un departamento centrado en controlar el gasto económico de distintas divisiones gubernamentales. Por ello, en línea con algunas de las tácticas que ya empleó tras adquirir Twitter, Musk ha instado a los empleados federales a enumerar qué hicieron la semana pasada si no quieren ser despedidos.

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Como señala TechSpot, Musk exigió a los empleados federales que enumeren cinco cosas que hicieron la semana pasada, ya que de lo contrario interpretaría su silencio como una renuncia laboral. No obstante, la iniciativa de Musk no llegará a buen puerto, dado que agencias federales como el FBI y el Pentágono dijeron a sus empleados que tenían que ignorar la solicitud. Además, les recordaron que cualquier revisión de desempeño se haría bajo sus procedimientos, razón por la que este correo electrónico podrá ser ignorado por cientos de miles de empleados de campos como Defensa, Seguridad Nacional, Educación y el Servicio de Impuestos Internos.

Elon Musk afirmó que muchos empleados no revisan su correo

Kash Patel, actual director del FBI, ordenó a su personal que no respondiera y afirmó que la oficina manejaría sus propias evaluaciones internas. Musk, por su parte, alegó que su solicitud se trataba de "un control de pulso básico", ya que responder no debería tomar más de cinco minutos. Además, afirmó que algunos empleados no revisan sus correos y que podrían existir fraudes con pagos a personas inexistentes o ya fallecidas. Por ello, dijo que todos los que no se tomen su correo en serio "pronto avanzarán en sus carreras hacia otro lugar", dando pie a despidos o renuncias forzadas.

En relación a dicha situación, el sindicato AFGE que representa a 800.000 empleados federales señaló que la medida no solo era cruel, sino que también se trataba de "una falta de respeto". Desde que Trump regresó a la Casa Blanca, cientos de miles de empleados federales han dejado sus cargos por renuncias o despidos. Por su parte, Musk vuelve a repetir una de sus jugadas más polémicas, ya que llevó a cabo una iniciativa similar en Twitter y en otras empresas como Tesla o SpaceX. Y, como era de esperar, este movimiento ha generado una fuerte reacción tanto dentro como fuera del gobierno estadounidense.

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