Abelardo González
Editor - TechLa actualidad del sector tecnológico está marcada por el impacto de DeepSeek, la startup china que consiguió provocar una caída histórica del valor de NVIDIA a raíz de las virtudes de su modelo de lenguaje. Sin embargo, ello no ha provocado que los debates en torno a esta tecnología cesen, sino todo lo contrario. Por ello, tras conocer un experimento que ha intentado descubrir si una IA es capaz de sentir dolor o placer, le ha vuelto a llegar el turno a una cuestión que trae cola desde hace años: los derechos de autor en las obras creadas por IA.
Como señala Ars Technica, la Oficina de Derechos de Autor de EE.UU. afirmó que no se necesitan cambios en la ley para abordar la autoría de obras asistidas por Ia. Así, hicieron hincapié en que este debate sobre el copyright y la tecnología ya se resolvió en 1965, fecha en la que se discutió por primera vez la autoría en obras creadas con ordenadores. Por ello, insistió una vez más en una filosofía que no han modificado en los últimos 60 años: la falta de control humano evita que estas obras puedan ser protegidas por derechos de autor.
Solo hay una excepción a la regla
Aunque Estados Unidos señaló que las obras generadas completamente por IA no pueden ser protegidas por derechos de autor, afirmó que aquellas en las que la tecnología actúa como asistente sí pueden recibir esta categoría. De esta forma, siempre que haya una contribución humana perceptible el creador podrá reclamar esta condición, dado que los prompts por sí mismos no constituyen autoría al no brindar suficiente control sobre el resultado generado. Como consecuencia directa de ello, la Oficina de Derechos de Autor ya ha aprobado cientos de obras con elementos creados con IA al considerar que existe una contribución humana.
Con esta decisión, buscan evitar que una avalancha de contenido generado por IA consiga desplazar a artistas humanos en el mercado. No obstante, se espera la llegada de un futuro informe en torno al uso de obras protegidas por derechos de autor, así como del impacto de las mismas en el entrenamiento de modelos de IA. Sea como fuere, la Oficina de Derechos de Autor reafirma que el valor de la creatividad sigue estando en la contribución humana y, por ello, no importa qué herramientas se utilicen para llegar a este fin.
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Imagen principal de James Allen (Midjourney)
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