Desde que Elon Musk consiguió cerrar la adquisición de Twitter, la red social se ha visto inmersa en el foco de la polémica en numerosas ocasiones. Ya sea por los despidos masivos, esos que se llevaron por delante a una empleada que durmió en las oficinas, o por maniobras como el lanzamiento de Twitter Blue, la membresía de pago que aporta distintas ventajas, la realidad es que la plataforma siempre está entre las tendencias más comentadas. Y, pese a ello, en el último año ha experimentado un importante descenso en lo que a ingresos publicitarios se refiere.
Aunque Musk haya intentado atraer a anunciantes de todo tipo, una condición que le llevó a aceptar la publicación de publicidad relacionada con marihuana, lo cierto es que esta jugada no ha salido tan bien como esperaba. Como señala Techspot en una reciente publicación, los ingresos que consiguió Twitter entre el 1 de abril y la primera semana de mayo (en lo relativo a la publicidad) fueron de 88 millones de dólares. Y, aunque esta cifra pueda parecer muy alta, en realidad es un 59% menos que el mismo periodo de 2022, razón por la que la plataforma debe revisar qué está fallando en su política de anuncios.
La presencia de pornografía es uno de los principales culpables
Según indica el mismo medio, el descenso de ingresos relacionados con publicidad en Twitter es un asunto muy grave. En la actualidad, el 90% del dinero que recibe la plataforma es a través de publicidad, razón por la que no pueden permitirse un descenso tan pronunciado. Sin embargo, la presencia de contenido relacionado con drogas, juegos de azar e incluso la pornografía juega en contra de Twitter. Como ejemplo, mencionan que muchas empresas descubrieron que términos como #MomLife, en lugar de arrojar resultados relacionados con el Día de la Madre, mostraban vídeos de índole sexual. Además, también hacen hincapié en que cada vez menos compañías están interesadas en los grandes banners publicitarios de tendencias, una opción que cuesta 500.000 dólares al día.
Por ello, Linda Yaccarino, la nueva responsable de Twitter al haber sustituido a Elon Musk como CEO, tendrá que pensar distintas estrategias para revertir la situación. Empresas como Disney, Apple o Amazon, antaño grandes aliados de la red social y principales anunciantes de la misma, han reducido su inversión en esta a raíz de todo lo que ha generado la compra de Elon Musk. De hecho, el propio Musk se ha mostrado tajante en lo que respecta a su postura con la libertad de expresión, una condición que podría prohibir el funcionamiento de Twitter en Europa. Sea como fuere, los miembros de la red social del pájaro azul tienen trabajo por delante.
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