A medida que crece el interés en el sector tecnológico también lo hace la apuesta de muchas compañías por una opción tan ambiciosa como la robótica. Amazon, por ejemplo, se encuentra a la vanguardia de dicha apuesta, ya que la firma norteamericana está incluyendo a varios robots como parte activa de sus almacenes. Sin embargo, en esta ocasión quién ha hecho historia ha sido Boston Dynamics, la innovadora compañía norteamericana que se encuentra detrás del primer robot autónomo en un reactor de fusión.
Como señala el portal TechSpot en una reciente publicación, la prueba se realizó en la Joint European Torus (JET) de la Autoridad de Energía Atómica del Reino Unido, uno de los reactores de fusión más grandes hasta su cierre. El robot, equipado con soluciones de localización y autonomía de misión por el Instituto de Robótica de Oxford, también cuenta con un equipo de inspección de UKAEA. Así, ello le permitió realizar dos inspecciones diarias al utilizar sus sensores para mapear el entorno, monitorear condiciones, esquivar obstáculos y recolectar datos importantes. Pero, por suerte para los investigadores, su impacto va mucho más allá.
Un aumento de la seguridad que reduce costes
Sin embargo, no todos los sectores pueden salir beneficiados. A pesar de que este tipo de operación aumenta la seguridad, ya que en este tipo de inspecciones se requería la presencia de un humano para controlar al robot de forma remota, en esta ocasión no ha sido necesario al funcionar de manera autónoma. De hecho, el uso de robots de este tipo evita que los humanos trabajen en ambientes peligrosos, pero también implica que se podrían experimentar pérdidas de trabajo ligadas a dicha situación.
Sea como fuere, el objetivo principal es demostrar que la tecnología robótica es lo suficientemente fiable como para llevar a cabo un mantenimiento a largo plazo en plantas de fusión, una zona en la que el acceso humano es limitado por radiación, vacío y altas temperaturas. Así, esta es la primera vez que se realiza una prueba con un robot que no necesita intervención humana. Y, a la vista de los resultados, lo cierto es que el equipo detrás de dicho experimento asegura que los hallazgos son de lo más vitales.
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