Salvo que vivas aislado del resto del planeta, lo más probable es que sepas qué es una etiqueta de precio. En esencia, estas unidades están presentes en comercios de todo tipo para cumplir su función principal: indicar el valor de los productos. Desde hace décadas, multitud de usuarios las utilizan para saber cuánto cuesta aquello que quieren llevarse a casa siempre que el valor entre dentro de sus planes. Pero, después de siglos utilizando dicho método, esta práctica tan popular está a punto de cambiar.
Como indica el portal TechSpot en una reciente publicación, el gigante Walmart planea introducir etiquetas electrónicas de precios en más de 2.000 tiendas de cara a 2026. A diferencia del método tradicional, este permite actualizar en tiempo real los precios de los productos y, a su vez, la información relacionada con los mismos. Por ello, los minoristas tendrán una serie de ventajas que ahora no poseen, como la posibilidad de cambiar precios de forma rápida, ahorrar tiempo y eliminar los costes ligados a las etiquetas de papel tradicionales.
¿Un problema para los consumidores?
No obstante, este anuncio no ha terminado de convencer a los consumidores. Como señala la noticia original, estos temen que los minoristas saquen partido a los precios dinámicos y, con ellos, modifiquen el valor en horas pico o apliquen descuentos según la demanda o factores externos. Por ello, la propia Walmart ha asegurado que no tiene intención de utilizar los precios dinámicos, sino que introducirá esta tecnología para reducir costes y, a su vez, reflejar precios en oferta. Sin embargo, los consumidores desconfían de que esta tecnología no genere un impacto real en los precios, especialmente a tenor de distintos análisis que podrían ejecutar los minoristas como los productos más populares o las horas con más demanda.
Según una encuesta de Capterra mencionada en la noticia original, hasta un 52% de los consumidores asocian los precios dinámicos a aumentos injustos de precios, mientras que un 34% cree que esta política les beneficia. En esencia, según apuntan los expertos, la intención de los minoristas es aumentar la eficiencia y reducir costes operativos, ya que muchas tiendas operan con márgenes muy reducidos. Aún así, algunos políticos ya han expresado su preocupación con los precios dinámicos en productos básicos y, por ello, permanecerán atentos a cómo se desarrolla esta idea de Walmart para tomar una determinación al respecto.
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