Brandon Cronenberg imagina un futuro cercano donde alguien puede colarse en tu cuerpo y cometer un asesinato sin dejar huella
Hace unos días subieron al catálogo de Prime Video una película de esas que se salen del circuito y no siempre llegan a plataformas. Se trata de una joya de ciencia ficción que dejó muy impresionados a quienes la vieron hace tres años a pesar de presentar una muy desagradable historia de ciencia ficción, una que imagina un futuro cercano donde un grupo de sicarios utiliza implantes cerebrales para apoderarse de los cuerpos de otras personas y cometer crímenes perfectos. Estamos hablando de Possessor, un film dirigido por Brandon Cronenberg.
No es una película para todo el mundo, todo hay que decirlo, y desde el primer minuto de metraje se deja claro al espectador que esta no va a ser una historia donde vaya a escasear la sangre. Pero es que esa primera escena ya consigue hacer que te quedes. En ella, entre los créditos de inicio, podemos ver como una chica que tiene en su cabeza un implante neuronal va directa, y sin mediar palabra, a apuñalar tantas veces como le sea posible a un hombre trajeado que estaba tan tranquilo con sus amigos tomándose una copa. No había escapatoria posible, y a todas luces parecía el peor lugar para cometer un crimen, pero pronto descubriremos que no era ella quien lo asesinó, sino otra mujer que había tomado el control de su cuerpo y conciencia gracias a un poderoso ingenio tecnológico.
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Como siempre, hay algo que sale mal...
Tasya Vos, protagonista de esta función, es en realidad una agente de una organización secreta que utiliza este invento para internarse en las mentes de otras personas y cometer crímenes (por encargo) de los que nunca les culpará. En teoría, más allá del mareo y esfuerzo que supone suplantar a otra persona sin que nadie de su alrededor se percate, parece un sistema infalible para firmar asesinatos que no dejen huella, pero en el próximo encargo que Vos tenga que hacer pronto se dará cuenta de no todo iba a ir siempre sobre ruedas y se verá atrapada dentro de la mente de uno de los sujetos que trataba de controlar, alguien cuyo apetito por la violencia se acaba convirtiendo en su peor aliado.
No diremos más, por miedo a caer en spoilers innecesarios. Possessor es quizás el mejor trabajo hasta la fecha del hijo de David Cronenberg (eXistenZ), del que parece haber heredado ese apetito por incomodar al espectador, si bien esta es una historia con suficiente marca propia. También es una obra recomendable para todo aquel al que le guste un poco el género y no tenga problema en ver unas cuantas escenas sangrientas y muy gráficas, y algo de sexo, por el camino.
Por supuesto, hay alguna que otra pega que ponerle a Possessor. Por ejemplo, el director parece esforzarse por darle al metraje un tono aún más sombrío del necesario que en algunos puntos del film más que atormentarnos puede aburrirnos, y me hubiera gustado tener algo más de profundidad en el elemento de ciencia ficción de la trama, de esa máquina y esos implantes que permiten tomar el cuerpo y la conciencia de otros sujetos para "dejarles el muerto".
En definitiva, Possessor es un inquietante thriller de ciencia ficción que puede pasar por un capítulo de Black Mirror. Cuenta entre sus atractivos con un elenco en el que llama la atención la presencia de Sean Bean (Juego de Tronos), si bien su actor protagonista, Christopher Abbott (Pobres Criaturas) hace un gran trabajo. La película tiene un 6/10 en Filmaffinity y un 93% de recomendación en Rotten Tomatoes. Puedes verla desde el 30 de junio en el catálogo de Prime Video.
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